viernes, 7 de octubre de 2011

Kudrin y el Progreso de Rusia

La candidatura de Putin junto con el enroque de funciones con  Medevedev que pasaría a ser el Primer Ministro del futuro gobierno, provocó la molestia y posterior renuncia del Ministro de Hacienda de Rusia, Alexei Kudrin. Lo fue por casi doce años (los tres últimos gobiernos).

 Kudrin habría tenido problemas con Medvedev a propósito del fuerte aumento del gasto publico  a partir de la crisis del 2009  que ahora obliga a equilibrar el presupuesto del gobierno sobre un
Alexei Kudrin
precio del petróleo de $108 por barril. Kudrin prpone en tanto un presupuesto que se equilibre con  un precio de $70. El elevado costo del nuevo plan de reequipamiento y modernización de las FFAA, US$700 billones en los próximos diez años, habría complicado más la relación. Todo en condicional por el secretismo de la política rusa.

Se retira Kudrin después que Rusia ha salido de la crisis y con una trayectoria realmente notable,  al nivel del gran Ministro de los zares Alejandro III y Nicolás II, el Conde Sergei de Witte, quien dirigió la economía del Imperio Ruso en un período de auge extraordinario después de 1890.

En el período de Kudrin la economía creció en promedio 4,8% anual. El ingreso anual de los rusos pasó de US$8.233 a $17.612  (PPP). El ahorro alcanzó en promedio al 28,7% y la inversión al 21,3% del PGB. Las exportaciones de petróleo aumentaron de $34 billones a $272 billones por la recuperación de la producción que ha puesto a Rusia como primer productor del mundo, además del alza de los precios. La deuda del gobierno bajó del 47,6 % al 12,1% del PGB. El superávit de la Cuenta Corriente del período llegó a US$813 billones, gracias a lo cual las reservas y Fondo Soberano suman hoy $600 billones. Este año las cuentas públicas terminarán en equilibrio. El desempleo ha bajado del 8,9% al 7.1%, moviéndose en todo el período (crisis incluida), entre esos niveles.

Simpatías más, simpatías menos, Kudrin se ganó el respeto de la ciudadanía y de las autoridades  rusas. Ayudó a ello la franqueza y fuerza con la que defendió sus puntos de vista.

¿Qué dirán de esta trayectoria los ministros de Hacienda de Francia, Italia y España?

Publicado en Estrategia