viernes, 21 de septiembre de 2012

El Día de la Independencia


La Unión Europea ha hecho obsoletos los viejos Estados y abre paso a  incontables regionalismos que enriquecen el panorama europeo.

“La magnitud del descalabro hace pensar que la sociedad española hará un ajuste de cuentas radical con la política y los políticos… ¿Resistirá el Estado Español? ¿Se derrumbará para dar paso a nuevas realidades como el Estado Vasco y el Estado de Cataluña?” (columna del 26 de junio). Ya hay respuesta. La dio la gigantesca concentración de catalanes del 11 de septiembre.

En España parecía razonable frente a la crisis “ganar tiempo”, pero se olvidó a la ciudadanía que tiene su propio pulso y actúa sin saber de los tiempos de los políticos y de los economistas. El Estado español ya no da seguridad a los catalanes, que lo sienten como una amenaza para la vida del ciudadano común y por eso el millón o millón y medio de manifestantes enterró la bandera española y levantó la de Cataluña. Ahora, retrotraer las cosas a la situación anterior es prácticamente imposible.

El Estado español estiró la cuerda y ésta al fin se cortó. Aunque Madrid no lo quiera reconocer, lo que pasó en Barcelona marcará un antes y un después en España. Se repite una rebelión ciudadana como las que terminaron con el Comunismo y la URSS, donde las manifestaciones masivas hicieron que ya no hubiera vuelta atrás: se había roto el dique y el agua corrió con fuerza incontenible.

La independencia catalana no parece tan traumática como otras. El Estado español ha ido cediendo cuotas de soberanía: la defensa depende de la OTAN, su moneda es el Euro, el BCE será pronto un verdadero Banco Central, las Relaciones Internacionales las dicta la Unión Eurpea, no existen fronteras, hay libertad total de comercio y las personas se pueden desplazar libremente. No se observa por dónde Cataluña, como socia de la Unión Europea, pueda echar de menos al Estado español. La Unión Europea ha hecho obsoletos los viejos Estados y abre paso a incontables regionalismos que enriquecen el panorama europeo. Una Europa que recibió a Finlandia, Lituania, Eslovenia, Eslovaquia, Latvia, Estonia, ¿se negará a Cataluña, Escocia, el País Vasco?

La crisis ha hecho que “lo más inesperado pueda suceder”. La economía ha cedido el paso a la política. Son los efectos de la crisis en toda su crudeza (columna del 27 de enero).

lunes, 10 de septiembre de 2012

Empresarios en la Educación

Los recursos que generará la reforma tributaria recién aprobada no vendrán mal para apuntalar nuestro sistema educacional. Es demasiado grande la escasez de ellos para una tarea que tiene hoy primera prioridad social.

Quedó la sensación que las urgencias y la necesidad de lograr acuerdos desviaron la discusión y el análisis de los temas fundamentales: ¿Qué nivel debe tener la educación técnica y profesional para las nuevas generaciones? ¿Cuál es la educación en humanidades necesaria para formar mejores personas y mejores ciudadanos? ¿Qué calidad de profesores se requiere para impartirlas y en qué cantidad? ¿Qué remuneraciones aseguran tanto la calidad como la cantidad de ellos? Las respuestas darían una medida del real problema que tenemos enfrente. No se necesita ser un especialista para intuir que los recursos necesarios para enfrentarlo han de ser muy superiores a todo lo que hemos conocido hasta ahora. Por eso debemos asumir que una BUENA EDUCACIÓN es el GRAN PROYECTO que tenemos por delante. Seguir la política del avestruz puede ser catastrófico y causa de grandes males y frustraciones sociales, que ya sabemos no terminan bien.

La magnitud del desafío hace necesario el compromiso radical de toda la sociedad. Por eso se echa de menos que no se convoque de manera decidida a los empresarios con su creatividad y capacidad ya probada (si de algo nos podemos enorgullecer es del progreso económico de los últimos treinta años del cual ellos han sido protagonistas). Pueden aportar significativamente a la creación de la gran estructura educativa requerida, pues son los únicos capaces de administrar y controlar los ingentes recursos que deben aplicarse  de norte a sur del país. Pensar que el Estado pueda hacerlo es de una ingenuidad infantil.

En el futuro la educación necesitará muchos más recursos de los que recién se han aprobado y como tendrán que provenir de los impuestos que pagan las empresas, es conveniente desde ya pensar en algún sistema que incorpore a los empresarios como importantes actores del futuro sistema educacional. Es una fórmula viable en el corto y mediano plazo para dar el gran impulso que hace falta en nuestra educación.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Central Castilla


Es sospechosa la insistencia en “la judicialización”, ese fantasma que acecha a los proyectos, el favorito de los “terroristas eléctricos”.

El Sr. Batista, brasileño, principal dueño de Castilla, declaró que no se pueden hacer negocios en Chile. Es una consecuencia del fallo unánime de la Corte Suprema contrario a su empresa. Lo dice quien viene del paraíso de la corrupción y el mismo día que se informa que la inversión extranjera fue en el primer semestre de este año, un 80% más alto que el 2011, alcanzando una tasa sobre el PIB casi tres veces superior a la brasileña. Los inversionistas extranjeros aprecian que en Chile funcionen la ley y los tribunales.

Los jueces de la Corte Suprema no tienen la culpa que Castilla haya sido poco prolija en su proyecto respecto a las normas ambientales. Lo mismo sucedió con Río Cuervo. Por algo el gerente de HidroAysén declaró después del fallo de Castilla, que hay “que estar seguro de que uno no va a cometer errores” en los proyectos eléctricos. A confesión de parte…
Castilla desató nuevamente la campaña del terror eléctrico. Reaparecen los mismos catastrofistas que ya resultan tediosos.

¿Hasta cuando repiten la misma letanía? ¿No oyen del “shale gas” y que ENAP el próximo año importará gas líquido a la mitad del precio actual? ¿Y de los terminales gasíferos? ¿Y de las mineras que han “tomado el toro por las astas” e instalan sus propias generadoras? ¿No conocen los proyectos de generación que se construyen actualmente y los que ya han obtenido las aprobaciones ambientales? ¿No saben que Corea del Sur ha progresado en forma impresionante sin fuentes de energía “barata”? Asumen que no habrá empresas que quieran beneficiarse del desafío eléctrico del norte, y así olvidan que la lógica de la economía de mercado ha sido muy exitosa en la actividad eléctrica chilena.

Todo parece una terrible defensa corporativa, una de esas absurdas campañas que terminarán por minar la confianza de la ciudadanía en las organizaciones empresarias. Es sospechosa la insistencia en “la judicialización”, ese fantasma que acecha a los proyectos, el favorito de los “terroristas eléctricos”. ¿Será que les molesta la “igualdad ante la ley”, que hace que los derechos de modestos pescadores sean tan importantes como los de un poderoso conglomerado brasileño-alemán?