Hay muchos argumentos para rebatir a los hispano optimistas sobre la situación de España: niveles nunca vistos de desempleo (27%), déficit fiscal que termina siendo siempre peor de lo que se anuncia y por supuesto muy por encima de lo tolerado por la Unión Europea, financiamiento del gobierno a los bancos que supera los cien mil millones de euros, endeudamiento público en niveles críticos - 90% del PGB (Que Dios pille confesados a los españoles si suben las tasas de interés), morosidad bancaria sobre el 11% a pesar de las ventas de cartera dudosa al gobierno, interminables escándalos de corrupción y un país que se desintegra. Ahora podríamos añadir un rey "apernado" a pesar de su salud, que claramente no puede cumplir sus tareas en un momento crítico para España. Pero todos los argumentos se hacen poco ante el hecho irrebatible de la emigración de los profesionales españoles. Ellos han votado con sus pies, el argumento más evidente que las cosas no son como las quieren los hispanos optimistas, visionarios de "brotes verdes".
¿Que ven los "euro optimistas"? Lo que vean no lo han visto estos jóvenes que emigran abrumados por el descalabro y las frustraciones de su patria. Y tampoco los catalanes que quieren en forma mayoritaria que Cataluña emigre como país de una España que no sabe para donde va y en manos de políticos que cuidan en primer lugar sus privilegios, que no son pocos. Los catalanes ven los "brotes verdes" en la decisión independentista de su pueblo. El Estado Español acepta la emigración de sus profesionales y no quiere aceptar la emigración de Cataluña. Una inconsecuencia más del país donde campea el divorcio para los privados, pero no para las regiones, por lo que podríamos ver un nuevo absurdo español: que los catalanes se vayan a una Nueva Cataluña, quizás en qué parte del mundo.
Y para los euro optimistas Francia también tiene una respuesta: el vuelco de la opinión pública a favor del Frente Nacional de la Señora Le Pen, la única formación política importante que no ha participado en "el jueguito" de los políticos franceses que amenaza con arruinar a Francia. El Frente Nacional aparece como impoluto por que todos los demás partidos han vetado su presencia en la vida pública y por ello de nada se los puede culpar de los actuales males franceses. En su desesperación los electores creen que es una carta que podría traer las enmiendas que Francia necesita. ¡Dios los oiga y el diablo se haga el desentendido!
Todo lo anterior prueba que las realidades son más fuertes que el cacareo de los políticos y que las ilusiones de los que quieren proyectar una imagen de solidez para una Europa que se puso sola en posición de jaque mate. Como lo dice George Friedman el destacado analista internacional : Europa está en un estado de "institutional disarray", de caos, desorganización, desconcierto institucional. (Stratfor del 10 de Septiembre).
Dos deseos para esta inmigración de profesionales españoles: Que traigan con ellos lo mejor de España y dejen en su tierra española ideas y hábitos deplorables que arruinaron a su patria. ¡Bienvenidos a Chile!
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