miércoles, 11 de febrero de 2015

Hollande y Merkel en Moscú

Casi un año ha  pasado desde el 21 de Febrero del 2014. Desde esa fecha el conflicto en Ucrania ha causado más de cinco mil muertes, la separación de Crimea y virtualmente la independencia de las provincias del Este. Ucrania ha sufrido además un grave deterioro económico y financiero a pesar de las esperanzas que puso en su acercamiento a Occidente.  

Fue el 21 de Febrero de 2014 cuando el gobierno del  Presidente Yanukovich y la oposición alcanzaron un acuerdo para una transición política satisfactoria para ambas partes. Como gestores y garantes del acuerdo actuaron los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y Polonia junto a representantes del Gobierno de Rusia. La Cancillería de Alemania alcanzó a publicar el documento del Acuerdo en su página oficial, antes de retirarlo por los hechos que se sucedieron a partir de esa fecha y que lo transformaron literalmente en letra muerta.

La participación de los altos representantes de Europa Occidental en las negociaciones en febrero del 2014 en Kiev ha sido una de las situaciones más vergonzosas para la diplomacia europea y una señal clara que a la hora de los "que hubo", Europa hoy "no corta ni pincha".




El Golpe de Ucrania: La Mano de EEUU 

¿Qué sucedió? Muy simple. Estados Unidos tenía planes diferentes a los europeos como lo había dejado ya en evidencia la conversación telefónica de ese mismo mes entre Victoria Nuland, la encargada del Departamento de Estado de EEUU para Europa, y su Embajador en Ucrania. Fue la famosa conversación del "Fuck you" a los gobiernos europeos, que esa fue la exclamación de la Señora (¿?) Nuland cuando su Embajador le comentó que su candidato para dirigir el Gobierno de Ucrania no era la misma persona que querían los europeos. EEUU  intervenía desde largo tiempo en Ucrania adonde  "invirtió" según declaración de la Señora (¿?) Nuland, US$ 5000 millones para "promover la democracia" (¿compra de voluntades? Mucho dinero para un país tan pobre) Con el apoyo norteamericano surgió el 2005 el Gobierno de la "Revolución Naranja" que terminó el 2010 con resultados catastróficos.

Ante el acuerdo del 21 de febrero sancionado por los ministros europeos y por la delegación rusa, Estados Unidos mostró rápidamente que el futuro político de Ucrania estaba en sus manos. Fue como la frase del Quijote, "De ninguna sea tocada, porque esta empresa, buen rey, para mi estaba guardada". Sin la ingenuidad y ensoñación propia del Quijote, EEUU ya tenía en ese momento bien aceitada su máquina ucraniana. Y por eso pudo de un manotazo invalidar el acuerdo para la transición impulsado por los europeos y Rusia, y poner en escena a sus figuras. Simultáneamente alguien en susurro le comunicó a Yanukovich que era tiempo de dejar la escena.  ¿Alguien relacionado con los francotiradores que asesinaron a policías y manifestantes en la Plaza Maidan?  Como sea Yanukovich arrancó despavorido a Rusia y de él nunca más se supo.

Un año ya de trayectoria del nuevo gobierno de Ucrania ha dejado muchas huellas que indican que es una pantalla de EEUU. La última es el nombramiento reciente de los nuevos ministros de Ucrania, todos extranjeros, miembros del elenco internacional del Departamento de Estado.

EEUU hizo desfilar por Kiev este último año a sus máximas estrellas: el Vicepresidente Biden, infatigable "administrador del infierno", John Kerry el Secretario de Estado, el jefe de la CIA John Brennan, el senador McCain, a estas alturas un verdadero "loquillo" de las guerras,  y el jefe militar de la OTÁN General Breedlove. Ni más ni menos que el Primer Equipo. Justificado el despliegue pues Ucrania fue el guante que EEUU lanzó a Rusia. EEUU se ponía en facha para estar a la altura del desafío.

El 2014 Europa fue un vasallo de EEUU

Aunque parezca increíble Alemania, Francia y Polonia no perdieron la compostura después de las bofetadas de Victoria NulandLos europeos muy prácticos y realistas (miles de años de vida política al fin y al cabo), rápidamente se cambiaron la camiseta y pasaron a engrosar las huestes de los que creen que Putin se come a los niños y que las aguas del Río Moscú están rojas por los chorros de sangre de sus víctimas.  No han dejado de participar en cuanta manifestación y sanción anti rusa ha organizado el gobierno de EEUU.  Enterraron todos sus acercamientos anteriores con Rusia por los consejos que  llegaron del otro lado del Atlántico que no acepta la "idea loca" de una asociación de Europa con Rusia. Hasta la Señora Merkel, siempre tan compuesta, se permitió algunas frases destempladas sobre su viejo amigo Putin, un admirador de Alemania con él que comparte viejas experiencias soviéticas. Europa aplaudió en Australia en la reciente reunión del G20, las groserías de los líderes menores  (Australia y Canadá)  del Club de "Los Cinco Ojos", cuando Putin ofendido debió retirarse un día antes del término de la reunión. Y por supuesto los europeos aplaudieron entusiastas la expulsión de Rusia del G8 que así pasó a ser el G7. Se habrán acordado y lamentado después de la caída del rublo que terminó con las exportaciones europeas a Rusia (Un empujón a los países de Europa que se pasean al borde del abismo económico) y que en otras circunstancias habría merecido más de alguna coordinación entre todos los afectados. (Margallo, ministro español de Relaciones Exteriores, lo ha hecho presente esta semana).

La Humillación de Europa

Inhabilitados para siempre ante Rusia los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania y Francia después de la conversión vergonzosa de febrero del 2014,  sus patrones contritos y humildes, la Merkel y Hollande, pidieron ser recibidos por Putin en el Kremlin. ¡Qué humillación! Después de todo lo que han dicho y hecho contra Putin "avivando la cueca" norteamericana, la pareja de líderes europeos llegó a visitar al "Zar" con la cabeza gacha. Claro, después de un año de insultos y amenazas,  reconocen que el futuro de Ucrania,  el patio trasero común que comparte Europa con Rusia, necesariamente debe considerar a Rusia que no aceptó el Golpe de Febrero impulsado por  EEUU. Para los rusos la arremetida norteamericana  puede llevar al pueblo de Ucrania al conflicto permanente (estilo Iraq o Libia)  y traer  a la OTÁN y al "escudo misilístico" a sus tierras. Anularía así los misiles estratégicos rusos y le daría fueros especiales a los ucranianos del partido que destila odio anti ruso. Razones de sobra para que Rusia se haya movilizado dificultando la movida norteamericana. 

El Terror de Europa

Ha sido el éxito de Rusia que le ha dado un "jaque mate" a EEUU y Occidente en Ucrania, el que ahora aterroriza a los europeos. Advierten que EEUU que no sabe perder con finura, puede tirar el tablero y subir las apuestas. Y así las cosas, la sangre puede llegar al río europeo. 

El temor no solo de algunos líderes, sino de la población  europea que desde hace un tiempo corre antes que sus líderes, ha de haber impulsado a Merkel y Hollande a peregrinar a Moscú. Que Ucrania reciba en el futuro armamento de EEUU es como encender un gran fuego en una área regada de bencina. La explosión sería inevitable. Y nada costaría que el fuego saltara a los territorios de algunos socios de la OTAN. 

El Error de la OTÁN

Alemania y Francia deben estar pesando ahora el grave error que fue la incorporación de países como los Estados Bálticos, Polonia y Rumania a la OTÁN, países que están lejos de asimilar el espíritu de reconciliación que animó después de la Segunda Guerra a la Europa Occidental. Son países que han visto en su pertenencia a la OTAN  la protección de sus poderosos socios ante una eventual arremetida de Rusia y por eso creen le pueden disparar a Rusia con total impunidad. Con más realismo Francia y Alemania advierten que Rusia podría embestir contra los que la odian y "le hacen la vida imposible" y poner a los  "socios grandes" de la OTÁN en un aprieto:  ¿Cumplirían  con el socorro acordado a un socio que es atacado y entrar por tanto en guerra con Rusia, o se desentienden de sus compromisos?  La historia muestra una situación parecida en 1914 cuando la pequeña Serbia que se creía protegida por sus aliados, "le buscó el odio" al poderosso Imperio Austro Húngaro y precipitó la Primera Guerra Mundial. 

Aún es tiempo para que Francia y Alemania lideren un movimiento que evite los equívocos y que le quite poder a quienes pueden comprometer en forma irresponsable la existencia de Europa. Necesitan para ello un coraje e independencia que no tuvieron en Febrero del 2014 cuando se sometieron como vasallos al imperio de Estados Unidos.

Reunión en Moscú

Tan grave es la situación según Francia y Alemania, que sus líderes no han dudado en  humillarse en Moscú para terminar con la estúpida situación que Estados Unidos y Occidente con la seguridad de niños regalones, crearon en Ucrania en los últimos doce meses. Ahora que Rusia está ganando la partida, tienen claro que con Rusia no pueden jugar y ya saben que la población rusa se pone muy, muy seria a la voz de ataques occidentales. La derrota de Ucrania y su padrino Estados Unidos, pone de mal humor a Obama el Premio Nobel de la Paz, y a su séquito de guerreros. Ellos lideran una "nación excepcional" acostumbrada a hacer lo que se le viene en gana. 

Acogida de Rusia

Putin a pesar de todas las ofensas y conductas agresivas de Occidente, aceptó  la visita de sus antiguas amistades europeas, aunque todo haga pensar a Rusia que las gestiones europeas a nada conducen. Al fin de cuentas para Putin que por años buscó incansable la asociación con Europa y con Alemania, "un viejo amor no se olvida ni se deja...". Pasó por alto la violencia europea contra Rusia y abrió las puertas del Kremlin a Frau Merkel y a Hollande, su acompañante.

Quien ha seguido la trágica saga de Ucrania y la violencia occidental con Rusia en el 2014, no puede menos de advertir la ironía de la situación. ¡La Merkel y Hollande en común  confesión ante Putin!  Doble ironía: una alemana y un francés, herederos de Hitler y Napoleón, ambos enterrados por su soberbia cuando se les ocurrió jugar la carta rusa.

Tendrían que haber sido ciegos los líderes europeos para no ver que Ucrania siguió el único camino que era posible después del 21 de Febrero del 2014: derrota militar, quiebra de su economía, pérdidas territoriales, insatisfacción de la población.  Y lo que se ha visto ha sido solo el primer capítulo de la "toreadura" occidental a Rusia. El segundo puede ser mucho más trágico. 

¿Qué pasará después de la muy secreta reunión en Moscú? 

Podría ser que a Washington le hubiese "bajado la sensatez" y haya querido "sacar las castañas con las manos del gato" enviando a la Merkel y Hollande de interlocutores a Moscú para llegar a un entendimiento sobre Ucrania. Pero resulta difícil creer que esto sea así porque significaría que Estados Unidos habría renunciado a su tradicional política del "caos permanente" cuando ya ha conseguido para Ucrania avances manifiestos en esta dirección. "Al paso que vamos" Ucrania será la "Caótica Ucrania".

Después del episodio del 21 de febrero del 2014, está claro que la última palabra la tiene el gobierno de los Estados Unidos, la "nación excepcional"( Obama dixit). Extraño sería que ella diera marcha atrás ahora que gracias a su abrumadora campaña de comunicaciones, ha vuelto a la opinión pública mundial en contra de Rusia y la aísla económicamente. Es también el momento que le puede aplicar sanciones dolorosas como un embargo petrolero. Años lleva tejiendo EEUU la guerra silenciosa contra Rusia como para tirar todo por la borda por la incomodidad de sus aliados europeos. Y sería más extraño que habiendo conseguido uno de sus más importantes objetivos, la separación de Europa y Rusia, permita que una reconciliación reavive el entusiasmo de europeos del Este con europeos de Occidente.

¿Y Ucrania qué?

A un año ya del "nuevo amanecer" de Ucrania es necesario hacer un balance de la asociación de ella con Occidente. Ucrania ahora está en medio de la tormenta,  convertida en juguete de las grandes potencias, al borde de una guerra mayor con Rusia, un adversario paciente a quien no le conviene ni desea el conflicto, pero que a la hora de las balas y misiles es implacable. Su economía está destrozada , a pesar de las fantasías y promesas occidentales. Y de las ayudas que iban a cambiar la cara de los ciudadanos de Ucrania,  "no se oye, padre". Consecuencias de la ingenuidad ucraniana. ¿Acaso Europa ha podido y querido arreglar a Grecia? ¿Acaso Estados Unidos ha podido y querido arreglar a México? ¿Cómo se les puede creer a los europeos y norteamericanos sus buenas intenciones en Ucrania? ¿Como arreglarían lo más si no han sido capaces de arreglar lo menos?


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