Ocho años atrás, cuando Estados Unidos tomó el control de Ucrania, una columna de este Blog anticipó el destino que tarde o temprano, ella habría de seguir. Era claro entonces el conflicto de Rusia con Ucrania, y peor, el de Rusia con Estados Unidos. La Opinión Pública Occidental ignoró ambos conflictos y hoy se sorprende. Busca explicaciones para el brusco despertar y por su ignorancia e inconsciencia, no las encuentra. Y después pica las carnadas que le ponen los que por años aburren con las majaderías de la campaña anti rusa: "Es Putin el culpable", "Putin y sus complejos de grandeza", "Putin que quiere recrear el Imperio Soviético" , "Putin y su paranoia". Aunque el cerrojo de Hitler sobre la Unión Soviética quedó chico al lado del que ha fabricado la OTAN sobre Rusia, aunque Rumania aloje una base de misiles que podrían destruir Moscú en cosa de minutos, y aunque Polonia hoy la imite, dicen los occidentales que Rusia no tiene derecho a sentir lo que sintió Estados Unidos el 1962 cuando la Unión Soviética llevó sus misiles a Cuba. No, lo de Rusia para el mundo Occidental es ahora pura paranoia.
Rusia ya no es Rusia; hoy solo es Putin: la Guerra de Putin, la inflación de Putin, los misiles de Putin. Como si un país de 145 millones de personas no existiera. No, todos ellos son autómatas al servicio del Gran Patrón. ¡Una imbecilidad más de las que se traga la Opinión Pública de Occidente! No importaría si no fuera porque los que las inventan se las creen y por eso equivocan los actos que promueven. Así pasa hoy con las nuevas sanciones a Rusia que como ya es habitual, buscan "destrozar" la economía rusa (así lo decía Obama el 2016), las que en cambio, han puesto la economía de Occidente "patas pa' arriba" y en Rusia solo han acelerado el camino que ella emprendió después de la Guerra de Georgia (el 2008, el mismo año que Estados Unidos propuso a Georgia como socio de la OTAN), que es de prescindencia de Occidente y de orientar sus actividades económicas al gran mercado que hoy es Asia, y al propio mercado interno ruso.
Al releer la columna del 2014 es claro que el conflicto que hoy trae la muerte y la ruina a Ucrania, no es nuevo ni simple. Así lo dijo recientemente el Papa Francisco cuando se refirió a la Guerra en Ucrania: "... estoy simplemente en contra de reducir la complejidad a la distinción entre el bien y el mal, sin pensar en las raíces y los intereses, que son muy complejos"
miércoles, 24 de diciembre de 2014
Ucrania en las Cuerdas
Un reciente artículo aparecido en Foreign Policy le recomienda a Ucrania que haga la paz y la pérdida de las dos provincias hoy en manos de las milicias separatistas. "A state of permanent war with Russia would damage Ukraine's democracy, economy and security", precisamente la estrategia que sigue Rusia y que es imposible para Ucrania. Pensar en una guerra hecha y derecha es una estrategia suicida para Ucrania. Al respecto dice Foreign Policy en el mismo artículo: "Neither Crimea nor the two separatist pro-Russia republics in the Donbas area will return to Ukraine's fold anytime soon, if ever. Ukraine lacks the military and financial resources to retake them, and any move to do so would not get Western backing and could even erode American and European support for Ukraine".
La verdad financiera de Ucrania comienza a destaparse. El FMI hace seis meses atrás anunció que US$ 17.000 millones bastaban para sacar a Ucrania del hoyo (Seguramente se llegó a esa cifra solamente para aparecer con algo más que lo que el año pasado Ucrania había acordado con Rusia) . Sin ningún pudor hoy declara que son necesarios 15.000 millones más. El Primer Ministro de Ucrania por su parte declara que Ucrania requiere US$10.000 millones "para ayer".
Para complicar un poco más el cuadro ucraniano, el Gobierno ha nombrado tres nuevos ministros extranjeros (les concedió con ese propósito la nacionalidad ucraniana): La nueva ministra de Finanzas Natalie Jaresko nació en los Estados Unidos y es ¡una creatura hecha y derecha del Departamento de Estado de EEUU! por si había alguna duda quien es el que ronca en Ucrania (Su carrera muestra que ha vivido cobijada a la sombra del gran árbol norteamericano); Aivaras Abromavicius, nacido en Lituania, educado en EEUU y funcionario de fondos de inversión internacionales, es el nuevo Ministro de Desarrollo Económico y Comercio; Aleksandre Kvitashvili, el nuevo Ministro de Salud georgiano, participó activamente en el Gobierno que trató de incorporar Georgia a la OTÁN, que inició una guerra con Rusia el 2008 y que fuera recientemente derrotado en las elecciones. Estos nombramientos hacen pensar que EEUU ha perdido la confianza en los políticos ucranianos y debe recurrir a su "pool" de especialistas. Es una demostración que las cosas no van por buen camino y que se agotan las instancias para que Occidente pueda rescatar al moribundo que es Ucrania. Para los rusos es un "deja vu" que les recuerda los Noventa, los años en que Rusia fue juguete de académicos norteamericanos (Harvard jugó un rol destacado) que experimentaron a discreción con la sociedad rusa, dejando muy amargos recuerdos en la memoria de los ciudadanos que fueron las víctimas de estos manejos, una época negra en sus vidas que quisieran olvidar.
Estados Unidos no escarmienta: donde pone las manos pone desgracias. Arruinó la vida de millones de iraquíes, destruyó la sociedad afgana (lo que se entienda por ella), introdujo el caos en Libia con las muertes y empobrecimiento consiguiente, y ha permitido y estimulado la revolución en Siria. Los casos anteriores son solo los del pasado reciente. Ahora serán sus políticas las que se aplicarán en Ucrania a través de sus emisarios, "sabios" extranjeros en una de las sociedades más complejas del mundo actual. Son las inspiraciones de un país que se siente "excepcional" y que hace creer al mundo que lo que toca su vara mágica pasa a mejor vida. ¡Desgraciados ucranianos! Compran todos los boletos para atraer sobre sí más y más desgracias. Lo que es lamentable y triste es que Europa se haga cómplice de estos juegos
La reacción rusa al descriterio de Ucrania no se ha hecho esperar. Ayer el Gobierno de Rusia aprobó su nueva doctrina militar destacando la amenaza que significa para Rusia la expansión de la OTÁN y el establecimientos de sus fuerzas militares en las fronteras rusas. No puede ser más claro cuál es la línea roja que ha trazado Rusia a Occidente y a Ucrania. Una Ucrania quebrada, administrada por extranjeros, supeditada a las instrucciones de EEUU, a la que Rusia mantiene en una guerra no declarada y limitada, pero guerra al fin y al cabo, no solo apunta a catástrofes para ella misma. Se acerca peligrosamente a ser el campo donde se enciende la gran conflagración que puede envolver a todo el mundo. Cien años después Ucrania juega a ser un nuevo Sarajevo.
Y para no olvidar: La saga ucraniana puede ser aún más dramática en los próximos meses por el nivel crítico al que han llegado sus reservas de divisas y de oro
Regreso al 2022
Ya no es posible encontrar en Google el artículo de Foreign Affairs de Diciembre del 2014 citado en el segundo párrafo. "Neither Crimea nor the two separatist pro-Russia republics in the Donbas area will return to Ukraine's fold anytime soon, if ever. Ukraine lacks the military and financial resources to retake them..." "Ni Crimea ni las dos repúblicas separatistas pro rusas del Donbass volverán pronto a Ucrania, si es que lo hacen alguna vez. Ucrania carece de los recursos militares y financieros para retomarlas" Un sabio consejo emitido por Foreign Affairs hace ocho años atrás y que es perfectamente válido hoy.
Pero Foreign Affairs traía más consejos por si Ucrania insistía en su deseo de recuperar los territorios perdidos: "...would not get Western backing and could even erode American and European support for Ukraine". "... no tendría el respaldo de Occidente y podría erosionar el apoyo a Ucrania de Estados Unidos y de Europa". Ocho años más tarde el comportamiento de Occidente en Ucrania ha sido diferente al que previó Foreign Affairs, posiblemente porque durante los últimos ocho años la OTAN ha entrenado a las Fuerzas Armadas de Ucrania y las ha provisto con armamento que hacía pensar que Ucrania junto a una buena dosis de sanciones occidentales, podía triunfar sobre Rusia. ¡Wishful thinking!. Dijo el Secretario General de la OTAN Jens Stoltenberg en su mensaje sobre el año 2021: "Los aliados de la OTAN han apoyado a las Fuerzas Armadas de Ucrania por MUCHOS AÑOS. Los aliados han entrenado decenas de miles de soldados ucranianos que están ahora en el frente de batalla combatiendo a las fuerzas invasoras rusas. Les han dado equipos modernos, diferentes tipos de armamento y también apoyaron la modernización de las Fuerzas Armadas de Ucrania. De esta manera han ayudado a que el Ejército de Ucrania sea MÁS FUERTE, ESTÉ MEJOR EQUIPADO Y MEJOR ENTRENADO QUE NUNCA ANTES". ¿Puede alguien dudar que la OTAN y Estados Unidos que la dirige, son actores principales en el Reparto de la actual Guerra en Ucrania? ¿No se trata acaso de lo que llaman una "proxy war", una guerra en la que uno al menos de los actores utiliza un apoderado? ¿Cabe alguna duda a estas alturas que los ucranianos dan la cara por un Estados Unidos muy armado pero sin ánimo de enfrentar ella misma militarmente a Rusia, a la que llaman todos los días y a toda hora, su enemigo? Wolfowitz el 1992 (Sub Secretario de Defensa de Estados Unidos) y la Doctrina que llevó su nombre, no se equivocaban: Estados Unidos no debía permitir que Rusia resurgiera porque una Rusia poderosa se interpondría en el camino de dominio universal (el llamado mundo unipolar) que los dirigentes de Estados Unidos entienden es el destino natural de su país.
Europa Cómplice
"...es lamentable y triste que Europa sea haga cómplice de estos juegos" (Blog 2014).
Europa ha sido claramente un segundón en la actual Guerra de Ucrania. No le bastó la humillación del 21 de Febrero del 2014 cundo avaló un acuerdo entre la Oposición y el Gobierno de Ucrania para destrabar la crisis política del país, acuerdo que no duró 24 horas porque lo sepultó el golpe que promovió la diplomática de Estados Unidos de la época, hoy segunda del Departamento de Estado, la nunca bien ponderada Victoria Nuland, la misma que golpeó a la cátedra con su ya famoso "Fuck the Europeans". Ni le bastó con su humillación por los Acuerdos de Minsk del 2015 avalados por Francia y Alemania (y aprobados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas), que ponían término al conflicto militar entre el Gobierno de Ucrania y las regiones independentistas apoyadas por Rusia, acuerdos que nunca se cumplieron a cabalidad y sobre cuya interpretación nunca coincidieron las partes a pesar de los avales europeos que debieron haber impuesto una solución a los puntos en discusión,
Una vez que Rusia invadió a Ucrania, Europa se cuadró tras Estados Unidos y adhirió con entusiasmo a la campaña anti rusa impulsando las sanciones económicas que al cabo de un tiempo se volvieron en contra de ella misma, como es evidente hoy cuando la Recesión y la Inflación se ciernen sobre Europa. Europa contribuyó también con armas a sostener una guerra imposible para Ucrania que la reducirá territorialmente y la forzará a la neutralidad. Para Europa todo lo que ha sucedido acarrea una consecuencia que le penará por muchos años: Rusia no se reintegrará a Europa de la cual fue parte tradicionalmente y en la que jugó un papel destacado en el siglo XIX. Estados Unidos que consiguió apartar a Europa de Rusia y condenar así a los europeos a ser sus segundones, encabezará solamente al grupo de naciones occidentales porque una parte mayoritaria del mundo no apega a esta arquitectura occidental y seguirá el liderazgo de China que ya se alzó como la primera potencia económica del mundo, y de Rusia, gran potencia militar. Es muy probable también que la India ¡hoy la tercera economía del mundo! forme parte del nuevo grupo de naciones independientes de Occidente.
Europa será así una civilización que repite el camino de muchas civilizaciones que fueron importantes en el mundo y de las cuales queda hoy solo un vago recuerdo. "Sic transit gloria mundi". "Así pasa la gloria del Mundo".
La Neutralidad
"Para colmo de desatinos Ucrania decidió terminar con su compromiso de país neutral y pretende abiertamente la incorporación a la OTAN" (Blog Diciembre del 2014). No le importó al Gobierno de Ucrania pasar por encima de la gran línea roja de Rusia: la OTAN lejos de las fronteras de Rusia. Hoy la fuerza militar de Rusia tarde o temprano llevará a una Ucrania disminuida territorialmente, a la Neutralidad y por lo mismo alejada de la OTAN. Ya lo dijo el Comité Editorial del New York Times el 19 de Mayo de este año: "Si el conflicto conduce a negociaciones de veras, serán los líderes de Ucrania los que deberán hacer las dolorosas decisiones territoriales que cualquier compromiso exige". Este artículo de un Medio Occidental prominente como el New York Times, rompió el dique. De ahi en adelante aparecen a diario artículos y declaraciones de autoridades occidentales que dudan gravemente de la sabiduría del Gobierno de Ucrania. Como si ellos, autoridades y periodistas occidentales, no tuviesen nada que ver con la Guerra y sus víctimas. Es el comienzo de la caza de brujas por un Occidente que creyó llevaría a la victoria a Ucrania. ¡A buscar ahora a los responsables de la derrota de Ucrania! Pero a buscarlos en el territorio de Ucrania por supuesto. ¡Si te he visto no me acuerdo!
El Papa Francisco: La Tercera Guerra Mundial
El Papa Francisco declaró el 19 de Mayo recién pasado, que "hay que alejarse del patrón normal de que Caperucita Roja era buena y el lobo era malo. Está surgiendo algo global, con elementos muy entrelazados". A algunos que creen que con este pensamiento el Papa está a favor del presidente ruso, Vladimir Putin, el Papa les replicó: "No, no lo estoy. Es simplista y erróneo decir tal cosa. Pero estoy simplemente en contra de reducir la complejidad a la distinción entre el bien y el mal, sin pensar en las raíces y los intereses, que son muy complejos". Para que nadie se haga ilusiones que el enfrentamiento de Rusia con Estados Unidos termina con la Guerra de Ucrania, es conveniente meditar otras palabras del Papa en la misma declaración: "Hace unos años se me ocurrió decir que estábamos viviendo una Tercera Guerra Mundial en pedazos. Ahora, para mí, se ha declarado la Tercera Guerra mundial. Y este es un aspecto que nos debe hacer reflexionar. ¿Qué le está pasando a la humanidad que ha tenido tres guerras mundiales en un siglo?»
Desgracia de Ucrania
"¡Desgraciados ucranianos! Compran todos los boletos para atraer sobre sí más y más desgracias". (Blog Diciembre 2014). Ucrania oyó los cantos de sirena occidentales y se encandiló con Estados Unidos que pensó coronar treinta años de la Doctrina Wolfowitz, con una Ucrania enemiga de Rusia y partícipe de la OTAN. Sembró la cizaña aprovechando la heterogeneidad de un país que nació de acuerdos y arreglines europeos del siglo XX y que por eso incluyó a un cuarto de su población y a un quinto del área actual, que siempre fueron parte de Occidente. Por cerca de 170 años la Ucrania Occidental formó parte del Imperio Austríaco primero y del Imperio Austro Húngaro después. Antes y por cientos de años, fue parte de Polonia a la que regresó durante la entre guerra en el siglo XX. Para echarle más pelos a la sopa ucraniana los jerarcas soviéticos le entregaron a Ucrania la península de Crimea y otras regiones rusas que hoy conforman el Este del actual país. Al momento de la división de la URSS un 20% de la población de Ucrania era rusa. ¡Buena ensalada! Un caldo de cultivo ideal para que Estados Unidos pudiera revolver el gallinero en el vecindario de Rusia con la misma irresponsabilidad con la que ha atizado el odio a Rusia en los ex aliados de Alemania en la Segunda Guerra (países que fueron ocupados por la URSS, el vencedor de la Guerra en el Este de Europa). Una Región del mundo que la Comunidad de Naciones debiera manejar con guante blanco para enterrar las odiosidades y traer la concordia como sucedió después de la Segunda Guerra Mundial en el Oeste de Europa. La Ucrania actual como país (un buen ejemplo de lo que llaman un estado fallido) es una invención de los últimos treinta años, un heredero de las concepciones administrativas de la burocracia soviética, una entidad que encierra grandes contradicciones y cuya permanencia será fuente de numerosos conflictos. Más aún si Estados Unidos en busca de eliminar competidores incómodos como Rusia, despierta y magnifica las muchas odiosidades que albergan las tierras ucranianas.