A falta de buenas ideas Hidroaysén recurre a este "líder latinoamericano" que es Alan García para revivir un proyecto que ya está obsoleto económicamente. Él, que acaba de visitar Coihaique para ilustrar a los ayseninos sobre las bondades de Hidroaysén, llevó a Chile al Tribunal de La Haya excitando la animosidad de los peruanos contra nuestro país. Pero el asunto es peor, porque este nuevo profeta de la electricidad que predicó en Coihaique, fue el enterrador de su país en los años ochenta. ¿Se puede olvidar que durante su presidencia la miseria, la hiperinflación, la corrupción desbocada, y el terrorismo se adueñaron del territorio peruano? ¿Cuántas muertes de inocentes se deben a la tolerancia con Sendero Luminoso de Alan García, el joven e irresponsable Presidente de los ochenta que debió exiliarse ante las acusaciones por corrupción al término de su primer gobierno?
Hoy es evidente que Hidroaysén es una monstruosidad absurda (el “shale” gas norteamericano abrió hace pocos años oportunidades insospechadas para generar electricidad). Pero tan grave como destruir la naturaleza de Aysén es mantener de protagonista en el negocio eléctrico chileno a una compañía como Endesa España que “mostró la hilacha” recientemente tratando de abusar groseramente de millones de chilenos afiliados a los fondos de pensiones y que trata a diario de burlar la buena fe de la ciudadanía chilena con la campaña de desinformación de Hidroaysén.
.
Alán García y Endesa España… ¿Será que el diablo los junta?
