El diario el País de España publicó ayer los resultados de una encuesta a la ciudadanía española. Ésta en su gran mayoría percibe la situación económica como "mala" o "muy mala". Peor todavía una proporción mayor de ciudadanos (casi la totalidad) califica también de esa manera a la situación política.
La tragedia española es que la actual disputa por hacerse del Gobierno persigue solucionar solo un problema formal: decir que España tiene gobierno. Pero eso está a años luz de significar que España tenga un verdadero GOBIERNO capaz de sacar al país del marasmo. Para esta situación se podría aplicar la expresión "Del dicho al hecho hay mucho trecho", más cuando en el mejor de los casos el gobierno será un gobierno de coalición o de minoría, y esto en un país que tiene facciones políticas con ideas radicalmente diferentes y en el que las dos principales los Partido Popular y Socialista, han probado ser incompetentes y corruptos.
El Partido Popular ha vuelto a mentir sobre el déficit público que alcanzó al 5% del PGB en el año 2015. Y ésto después de cuatro años de administración del Partido Popular que se suponía estaba haciendo un "ajuste dramático" de la economía y de las cuentas públicas. Cómplices del engaño son las instituciones europeas que han propalado la mejoría española y muestran al país como el ejemplo que hay que imitar. Para financiar el déficit España ha aumentado a niveles muy peligrosos su deuda pública, la que este año ya alcanzó al menos el 99 % del PIB.
Como España necesita un Gobierno con un mandato fuerte y claro para resolver los problemas que enfrenta, todo parece indicar que aún con nuevo gobierno (de coalición o de minoría) continuará deslizándose por el tobogán que conduce a la ruina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario