Abundan los problemas en nuestros días entre Estados Unidos
por un lado y Rusia y China por otro. ¿Días propicios para un
envenenamiento? En absoluto para Rusia que ya tiene suficientes problemas
con el que parece ser un conflicto a escala mundial con Estados Unidos. Suele
suceder que los envenenamientos con resonancia mundial que de tiempo en tiempo
sacuden a los Medios, ocurren siempre en el peor momento para el Gobierno ruso.
Es ahora el caso de Alexei Navalny a quien en Occidente llaman "el
principal líder opositor ruso".
¿Navalny otro más en la cuenta de Putin? ¿O en la cuenta de
los enemigos de Rusia?
Hace un par de años conmovió al mundo un intento de envenenamiento del ex espía ruso Skripal y su hija en Inglaterra. Ellos hasta hoy viven escondidos por las autoridades inglesas (se supone que aún están vivos). Skripal fue canjeado a petición de Estados Unidos cuando se encontraba condenado en una prisión rusa. Que Rusia lo haya entregado muestra que el Gobierno de Putin consideraba poco importante a su antiguo agente transformado en doble espía. Sucedió el envenenamiento pocos días antes de las elecciones presidenciales de Marzo del 2018 en las que se reeligió Putin como Presidente, y meses antes del Mundial de Fútbol de Rusia y que debía ser como de hecho lo fue, un evento que contribuyera a mejorar la imagen mundial de la vapuleada Rusia. Ciertamente en Rusia era inoportuno por decir lo menos, que en esas circunstancias el Gobierno se entretuviera envenenando antiguos agentes de Inteligencia.
La teoría de Rusia y Putin como responsables del envenenamiento de Skripal no resistió mucho análisis. Las confusas explicaciones inglesas terminaron por quitarle seriedad al caso.
En el 2014 la conmoción fue por el asesinato de un político liberal venido a menos, Boris Nemtsov, casi bajo la ventana de la oficina del mismo Putin, a 150 metros del Kremlin cuyas hermosas murallas aparecen en la gran mayoría de las fotos del lugar del asesinato. Difícil que no se grabara en forma imborrable en la mente de los occidentales el Kremlin como telón de fondo al cadáver en el suelo de Nemtsov. No fue en este caso un veneno el culpable pues Nemtsov fue acribillado a balazos. Sucedió un año después del Golpe de Estado en Ucrania, del retorno a Rusia de Crimea y de la secesión de hecho de algunas regiones del Este de Ucrania. Nemtsov protestaba el año de su muerte contra la política del Gobierno de Rusia respecto a Ucrania, con muy poco éxito porque fue aplastante el apoyo de la ciudadanía rusa a las acciones de Putín (anexión de Crimea, apoyo a separatistas del Donbass). La justicia rusa condenó a un grupo de pistoleros chechenios por el asesinato sin que hasta hoy se sepa quien los reclutó.
El sitio donde fue asesinado Nemtsov, en el puente que conduce a la Plaza Roja y al Kremlin. |
La Reacción de los Medios
¡Muy rápida en todos los casos
ha sido la reacción de los Medios Occidentales culpando abiertamente o
insinuando que Putin estuvo detrás de los atentados! Sancionan en cosa de
días si es que no al día siguiente, antes que aparezca el resultado de ninguna
investigación formal, cuando el asunto aún está fresco en la mente de
ingenuos y desprevenidos occidentales que así asocian en forma indestructible
y eterna el supuesto culpable -Kremlin, Gobierno de Rusia, Putin- con las
intensas emociones que los atentados siempre crueles y extraordinarios,
suscitan en ellos.
Las Autoridades
Tan rápidos como los Medios son los Presidentes o Primeros Ministros Occidentales. Obama al día siguiente del derribo del vuelo MH17 en Ucrania culpando a los separatistas apoyados por Rusia; Boris Johnson el Primer Ministro inglés, a los pocos días culpando al Kremlin del intento de asesinato de Skripal (entonces era Ministro de Relaciones Exteriores). Y ahora ha sido el turno -quién lo diría- de la muy responsable y seria Angela Merkel. Casi recién llegado Navalny a un hospital alemán Angela Merkel no dejó dudas que sospecha del Gobierno de Rusia como autor del atentado. Opinan apoyados en supuestos informes de Inteligencia que después en la investigación formal del caso, nunca aparecen.
Los Medios y Navalny
No le bastó al Mercurio el 25 de Agosto con casi una página de fotografías en la sección "Sociedad" que mostraban a los envenenados opositores de Putin. El mismo día además de anunciar en la portada noticias del caso, le dedicó una de sus columnas editoriales que tituló "Ataque artero" y también una información destacada en la sección internacional que anuncia que "médicos alemanes hallan indicios de envenenamiento de líder opositor ruso". Así el caso Navalny fue el protagonista del Mercurio ese día, como si éste fuera de vida o muerte para los lectores chilenos.
Los medios en Occidente también
le dieron amplia cobertura al "caso Navalny". Una información del
canal oficial de Alemania DW sugiere que Navalny fue
envenenado con Novichok, el mismo veneno que los ingleses dijeron había
causado el envenenamiento de Skripal y su hija. Al asociar ambos
envenenamientos se reforzó la eventual culpabilidad del Kremlin al que sin
pudor se había culpado de envenenar a Skripal.
¿Navalny principal líder opositor?
Así lo pintan los Medios Occidentales y el Mercurio en particular (21 de Agosto). Opositor sin duda. Pero líder solo del sector político que añora ser parte del mundo occidental, un grupo hoy minoritario en Rusia. ¿Principal? En absoluto. El Partido Comunista que es menor en la sociedad rusa, realmente una añoranza de viejos que vivieron en tiempos soviéticos, tiene más fuerza que Navalny. Nadie se puede sorprender que éste tenga muy poco arraigo en la opinión pública pues Navalny arrastra dos grandes problemas: 1) Un fracaso manifiesto en la formación de un partido político creíble de alcance nacional 2) Su identificación con Occidente cuyo líder Estados Unidos, aleja a los ciudadanos rusos que consideran hoy a este país como un enemigo. Nada sorprendente: son dieciocho años al menos que Estados Unidos busca el odio de Rusia, desde que desahuciara el 2002 el Tratado ABM (Anti Balistic Missiles) la piedra angular de la paz mundial por 30 años desde 1972.
La reelección de Putin el 2018 por una mayoría abrumadora y la aprobación de los cambios constitucionales este año deben haber agotado la paciencia de los que en Occidente apostaban a la carta Navalny. Probó estar muy lejos del rol de liderazgo que suponían. Es injusto sin embargo achacarle a Navalny toda la culpa de su fracaso porque Estados Unidos cosecha la animosidad de la opinión pública que corresponde a lo que ha sembrado: sanciones al por mayor, cerco de la OTAN, amenazas militares, enfrentamientos usando guerrillas que actúan de "palos blancos" (Siria, Iraq), guerra en Afganistán, parte del vecindario de Rusia, con propósitos desconocidos; separación forzada de los países europeos con Rusia, campaña permanente de difamación y calumnias contra Rusia por los Medios y las redes sociales.
Después de las trágicas experiencias vividas por Rusia con Occidente en lo últimos doscientos años, la población rusa ha desarrollado un sexto sentido para reconocer el peligro y sus enemigos y por eso desde hace ya veinte años después del período catastrófico que fueron para ellos los años noventa, Rusia se rearmó y se ha preparado para una guerra contra Occidente dirigida por Putin. Eso explica el alto reconocimiento de los ciudadanos rusos a su Presidente. Bajo su dirección ellos sienten que nada podrá Estados Unidos contra Rusia. Ante esta realidad es claro y así lo percibe la población rusa, que Navalny es un alfeñique político que en corto plazo entregaría Rusia a Occidente.
La tragedia de personajes como
Navalny que la propaganda de los Medios en Estados Unidos y Europa hizo
conocido en Occidente, es que una vez que se prueba su inutilidad son
apetecidos para ser víctimas de atentados cuando las circunstancias así lo
requieren. Los desaprensivos espectadores de Occidente no sospechan que en la
guerra híbrida una de las principales armas es la desinformación, no solo en la
opinión publica enemiga sino también en la propia. Ello contribuye de manera
importante a dañar al adversario. Así la desinformación sobre la realidad rusa
justifica ante la opinión pública occidental las sanciones económicas y
financieras en contra de Rusia y podría hasta justificar acciones
militares.
Las Fake News no solo se divulgan por Internet. Los Medios convencionales son activos propaladores de noticias falsas usando el capital de respetabilidad que tienen con la opinión pública. Abusan del desconocimiento que sus usuarios tienen de la realidad internacional. Son muchos y muy prestigiosos los Medios que acomodan sus informaciones para despistar a su público.
Es necesario considerar la desinformación propia de la guerra híbrida para analizar lo que pasó con Navalny. No se puede de buenas a primeras creer la información de los medios occidentales haciendo abstracción del conflicto evidente de Rusia y China con Estados Unidos. Sería demasiada ingenuidad creer que lo Medios de Occidente no divulgan en forma masiva "Fake News" para dañar a Rusia y China.
¿"False Flag"?
La Guerra Híbrida también considera los False Flags, los "falsos atentados". Los atentados en sí son reales pero simulan como autor al enemigo para atribuirle la culpa y condenarlo ante la opinión pública. ¿Habrá sido el presunto envenenamiento a Navalny un "False Flag" para culpar a Putin y nuevamente crucificarlo en Occidente?
Hay muchas razones para creer que el "caso Navalny" es un False Flag.
1) Muchas y graves tensiones (ver columna aparte) con Rusia y China que hacen necesario para Estados Unidos cultivar la enemistad de la opinión pública occidental hacia ellos.
2) Navalny es una figura que los Medios Occidentales han presentado desde hace años como líder de la oposición a Putin y así lo reconoce el público occidental
3) Navalny no tiene futuro político en Rusia como adversario de Putin y por lo tanto es una figura desechable .
4) El atentado permitió impresionar a los pasajeros del vuelo en el que Navalny mostró los síntomas de envenenamiento. Son muchos los que pueden atestiguar que la víctima no fingía, que efectivamente sufría siguiendo el camino de una muerte lenta.
5) Este atentado es calcado del que sufriera la periodista Anna Politkovskaya (otra opositora a Putin) el 2004: envenenamiento después de tomar una tasa de té antes de abordar un vuelo. Las burocracias aunque sean las de los organismos de Inteligencia, siguen la ley del mínimo esfuerzo. ¿Para qué innovar?
6) Navalny fue transportado a Alemania que es dónde hay más presión ciudadana para normalizar las relaciones con Rusia. Alemania hoy es un punto álgido del conflicto de Estados Unidos con Rusia por el proyecto en desarrollo del Nord Stream 2 que conducirá gas ruso a Alemania por el Báltico reduciendo la importancia de los gasoductos que van vía Ucrania. La opinión pública alemana ha resentido las presiones de Estados Unidos que mediante sanciones se ha dado maña para paralizar el proyecto en su etapa final. Estados Unidos no va solo por las buenas causas; también busca venderle a Alemania el "shale gas" que tiene en abundancia. El Secretario de Estado Pompeo llamó al Nord Stream 2 uno de los proyectos de "la influencia maligna de Rusia" (como para no olvidar lo que hay tras las frases pomposas de Pompeo). Angela Merkel por su parte se apresuró a pedirle a Rusia una investigación seria del atentado contra Navalny insinuando que el Gobierno ruso podría querer enterrar el problema.
Que en Alemania se desarrollen capítulos del atentado a Navalny (diagnóstico y recuperación) le dará tema a los Medios alemanes para mantener en la mente de su público la maldad de Putin y de los rusos. Contribuirán a uno de los objetivos de Estados Unidos: mantener alejados a Alemania y Rusia
7) El uso de un veneno habiendo tantas otras formas de matar. Los envenenamientos gracias a varias e intensas campañas mediáticas permiten mostrar a Rusia como un país de crueldad refinada. También como los que se utilizan no matan inmediatamente, dan tema para varios días en los Medios a diferencia de un asesinato a balazos.
8) La intensa y pronta campaña mediática como la del Mercurio de Chile. En su editorial del 25 de Agosto dijo: "El Kremlin niega cualquier involucramiento pero la sospecha sigue en el aire" Suficiente para inculpar a Rusia en la mente de los lectores. Después comenta que el veneno por lo que se sabe ahora es del mismo tipo que afectó a otros "enemigos" del Kremlin, particularmente Skripal, el doble agente. Hoy es claro que hubo un montaje en el caso Skripal que dejó muchos cabos sueltos.
En el envenenamiento de Navalny hay muchas razones para buscar al responsable no solo donde iluminan los focos. Los responsables podrían seguir instrucciones que surgen desde las sombras del Atlántico. El que crea que el Atlántico genera solo virtud ha de ser un asiduo espectador del cine de Hollywood que habitualmente anda lejos, muy lejos de la realidad.
PS 5 de Septiembre
Los Medios han vuelto al caso Navalny. El 3 de Septiembre El Mercurio dice en el título de un reportaje de media página en su sección Internacional: "Alemania confirma que opositor ruso fue envenenado y potencias exigen explicaciones". Reportajes semejantes han aparecido simultáneamente en prácticamente todos los Medios Internacionales.
Si antes de la información alemana ya se podía sospechar seriamente de un "false flag" ahora es evidente que hay al menos una manipulación occidental intencional de los Medios (¿USA, OTAN?) para informar sobre el envenenamiento de Navalny
y culpar al Gobierno de Rusia. Basta con preguntar con qué pruebas acusan al Gobierno de Rusia ellos o los personeros que citan de los Gobiernos. Hasta ahora Alemania y Angela Merkel no han exhibido ninguna prueba que respalde sus afirmaciones las que por lo mismo son gratuitas.
The Saker que no oculta sus simpatías por Rusia, escribió con ironía refiriéndose al caso Navalny, que los presuntos culpables rusos han de ser absolutamente imbéciles para actuar como suponen lo hicieron los medios internacionales.
A lo menos es claro que quienes dirigen las campañas de los Medios Occidentales asumen que los que se informan a través de ellos, son de una estupidez superlativa y sin ninguna capacidad crítica.
Un comentario a continuación sobre las informaciones del atentado a Navalny
Tyler Durden en ZeroHedge
Here’s a quick rundown of the official story as it currently stands (bearing in mind that, as with most “official stories” it will likely be subject to instant, contradictory and retroactive changes in the coming weeks):
- Alexei Navalny has never held any elected office, his political party doesn’t have a single MP in the Duma, and he polls at roughly 2% support with the Russian people.
- Despite this, and in the middle of an alleged “pandemic”, Vladimir Putin deems the man a threat and orders him killed.
- The State apparatus responsible for unnecessary and seemingly arbitrary acts of political murder decide to use novichok to poison him.
- This decision is taken in spite of the facts that a) Novichok totally and utterly failed to work in their alleged murder of the Skripals and b) It has already been widely publicly associated with Russia.
- Rather unsurprisingly, the novichok which didn’t kill its alleged target last time, doesn’t kill its alleged target this time either.
- Compounding their poor decision making, the Russians not only perform an emergency landing and take Navalny straight to a hospital for medical care.
- Despite Navalny being helpless and comatose in a Russian hospital, the powerful state-backed assassination team make no further attempts on his life.
- In fact, seemingly determined to under no circumstances successfully kill their intended victim, the Russian government, allow him to leave the country and get medical help from one of the countries which previously accused them of using novichok.
- To absolutely no one’s surprise, the Germans claim to have detected novichok in Navalny’s system.
- Vladimir Putin and the Russian government are immediately blamed for the attempted murder
Excelente, contundente comentario fruto de investigación e inteligenicia
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