lunes, 30 de abril de 2012

Harald Beyer el Ministro del Cambio


Harald Beyer ha propuesto una solución al insoluble problema universitario. Ella obliga a las Universidades a ser SOLIDARIAS con la educación de sus alumnos. Para recuperar los créditos que otorguen DEBERÁN EDUCAR BIEN. Esta es la gran revolución del ministro. Dice que las universidades necesitan “una política que permita que las carreras sean pertinentes, de una duración adecuada y con bajos niveles de deserción, AL SERVICIO DE LOS ESTUDIANTES”. Se termina así con vicios arraigados y criminales: carreras que se alargan innecesariamente (más de ocho años versus lo normal que son cinco años); altísimos porcentajes de deserción (más de 50%), cobros desmesurados y carreras excéntricas que nadie entiende para qué sirven. Es el fin radical de abusos incalificables de algunas universidades, curiosamente tolerados por los estudiantes que en su ingenuidad no se han percatado quiénes son sus verdaderos victimarios. Las universidades deberán formar alumnos en carreras que “tienen futuro”, terminando los estudios en un plazo razonable. Afuera los cursos estúpidos que sólo alimentan la burocracia universitaria. La universidad será gratuita mientras los alumnos estudian. Al egresar deberán devolver lo que ha costado su educación, pero una vez que trabajen y con recursos para pagar los créditos. Así cada estudiante responde por su educación sin recargar indebidamente ni a los padres ni al Estado. ¿Lo encontrarán justo los actuales estudiantes? ¿O querrán la breva pelada en la boca?

Queda por resolver el caso de las carreras  necesarias para la sociedad pero que no tienen mayor demanda en el mercado del trabajo. Necesitamos historiadores, artistas, filósofos, literatos, poetas, teólogos, un sinnúmero de profesiones “inútiles”, pero que nos hacen una sociedad más culta.

Ante la propuesta revolucionaria y eficaz del ministro Beyer, ¿Aceptarán las universidades tradicionales que ellas están AL SERVICIO DE LOS ESTUDIANTES? ¿Aceptarán las universidades privadas ser EDUCADORES antes que nada?

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