HidroAysén, ¿Un Lujo para Chile?

Las viejas plañideras profesionales envidiarían a los dirigentes empresariales chilenos que se lamentan por el fracaso de HidroAysén, un finado que no despierta la solidaridad de la población y en cuya paternidad participó mayoritariamente ENDESA, que hoy declara seis proyectos paralizados por la "judicialización" (lease protección de los derechos ciudadanos) u otras vainas. En uno de ellos Endesa se declaró derechamente culpable de haber infringido la normativa medioambiental.

Cerro Castillo, en la Cordillera del mismo nombre protegida como Reserva Nacional. El proyecto de HidroAysén considera que las torres de la transmisión eléctrica se instalen en un costado de esta Reserva.

Desde ya unos años, HidroAysén es la quejumbre habitual de los dirigentes empresariales que anuncian toda clase de catástrofes si no se desarrolla este proyecto. Culpan de los problemas que él encuentra a una insensata oposición ambientalista llena de fanatismo y a la que no le importaría el progreso económico. Las vigas en los ojos de  empresas tan "interesadas" como HidroAysén en el progreso nacional, no las miran. Ni siquiera mencionan que esta empresa aún no ha presentado a tramitación medioambiental el proyecto de transmisión, sin duda la parte más polémica y conflictiva de HidroAysén, por lo que es evidente que no puede haber ninguna urgencia en la decisión del Gobierno y su Comité de Ministros sobre la construcción de las centrales de HidroAysén. Pareciera que Hidroaysén  ya ni cree en su propio proyecto.

El Río Baker, él de mayor caudal de Chile y maravilla natural del territorio chileno. El proyecto de HidroAysén contempla construir en él una gran represa.

Los dirigentes empresariales olvidan que el crecimiento de la demanda eléctrica es bastante inferior a lo que se cacareaba sería hace unos años atrás.  No mencionan  los cambios dramáticos  en el mercado energético mundial con los desarrollos evidentes en los EEUU de las nuevas tecnologías para producir petróleo y gas a pesar que se publican casi diariamente en los periódicos, ni hablan de las dos principales compañías mineras de Chile que desarrollan proyectos de energía a partir del "shale gas", con una capacidad equivalente a la mitad de HidroAysén. Y qué decir que se olvidan de la caída dramática de los proyectos mineros y la consiguiente caída en la demanda esperada de electricidad, víctimas de las alzas generalizadas de costo, la baja de la ley de los yacimientos, y las dudas sobre el futuro del consumo por la inestabilidad económica mundial. Bien harían las organizaciones empresariales en informar sobre una base de estudios completos y serios y no sobre impresiones, análisis imprecisos y juicios infundados.


Y a pesar que la muerte de HidroAysén es una "crónica ya anunciada", las plañideras en forma majadera siguen con sus letanías. Ahora cantan que Hidroaysén es un lujo para Chile, así lo dijo un alto dirigente empresarial, y que el país no puede enterrarlo, como  si fuera un gran proyecto de Chile y los chilenos. Olvidan que es un proyecto privado, de beneficios privados. La cantinela sigue con la independencia del extranjero de la generación hidroeléctrica, ésto en un país que se ha volcado al comercio internacional y a los mercados financieros internacionales. Es el retorno al
viejo criterio proteccionista de las "citronetas armadas en Chile" para la generación eléctrica! ¡Con razón las plañideras se han desprestigiado! ¡Desafinan más de la cuenta !

Un símbolo del proteccionismo chileno que fue gran causante de treinta años de atraso económico después de la Gran Depresión Mundial de 1930. En los años sesenta era una virtud producir en Chile, cualquiera que fuera el costo. Los defensores de Hidroaysén reviven  viejos mensajes proteccionistas. ¿Por que habría de ser mejor la energía de fuentes chilenas? Si el "shale" gas es barato, ¿buscaremos otras alternativas energéticas solo porque se debe importar? ¿No  parecía bien en Chile traer el gas argentino cuando este era barato? 

No, no se ve por donde HidroAysén sea un lujo para Chile. Lo que sí es un lujo para Chile  es nuestra Patagonia. El Creador ha puesto en manos de Chile un gran parque natural, un bien  para toda la humanidad. ¿Y los dirigentes empresariales chilenos quieren convertir sus 100.000 kilómetros cuadrados en un parque de generación eléctrica en beneficio de empresas estatales españolas e italianas,  las mismas "bienintencionadas" empresas que hace poco quisieron abusar de los fondos de pensiones chilenos?


El día que "las plañideras" se preocupen verdaderamente del país y no solo de intereses empresariales mezquinos, recuperarán el respeto de los chilenos. Las invitarán a las fiestas de verdad, no a los velorios. Dejarán de ser "cantoras" para ser cantantes de veras.

Valle patagónico. Notese la abundancia de cordilleras. No más del 10% de la superficie de la Patagonia es apta para la habitación humana. Por ello en 1000 kms de longitud el ancho medio de la faja habitable es de menos de 10 kilómetros de ancho. Muchos sectores en los que se establecería la línea de transmisión de HidroAysén tienen menos de un kilómetro de anchura. Es fácil imaginar como torres de 70 metros de altura destruyen estos sectores.

Un lago de la Patagonia. La foto deja en evidencia una naturaleza llena de cordilleras y montañas. Si se añaden los glaciares, lagos, ríos e islas se puede deducir el escaso territorio habitable de la Patagonia, y por ende el daño inconmensurable que producirían las torres de HidroaAysén.