¿Por qué Chile ocultó la breve visita de Lavrov?
El ciudadano chileno no ha sabido por qué llegó a Chile hace pocos días un hombre tan importante y ocupado como Lavrov, el Canciller de Rusia, hoy el actor más destacado en las relaciones internacionales en el mundo. La Cancillería chilena explicó que esta visita servía para revisar los Acuerdos vigentes entre ambos países y para ¡afinar programas de investigaciones científicas en la Antártica! Por su parte el diario más influyente en Chile, El Mercurio, ignoró la visita del segundo hombre más importante de la vilipendiada Rusia: ni una foto, ni un comentario, ni una información, ni siquiera un insulto. Para los lectores del Mercurio la visita del Canciller Lavrov no existió.
Tanto misterio hace obvio que tras la visita del canciller de Rusia habían motivos inconfesables para Chile. Para los actores en el drama de Ucrania no es la hora de visitas de cortesía ni de palabras de buena crianza, ni tampoco de trabajos de proselitismo. En Odessa los seguidores del gobierno ucraniano impuesto por los Estados Unidos han quemado vivos a 40 partidarios de Rusia, los periódicos informan todos los días de muertos por ambos lados, las Fuerzas Armadas rusas están en pié de guerra, Estados Unidos y Occidente han sancionado a la bestia negra en que se ha convertido a Rusia, y China y Rusia han resuelto aceleradamente sus negociaciones sobre el gigantesco abastecimiento de gas ruso a China. No, para que una visita tan importante como Lavrov haya perdido un día de su recargada agenda es porque tenía razones muy importantes para visitar Chile. Que él haya traído personalmente el mensaje ruso denota que éste era de la máxima confidencialidad y naturalmente de la mayor importancia. Si se tiene presente la posición hostil de Chile hacia Rusia al condenarla en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, resulta difícil pensar en una disposición amistosa de Rusia.¿Trajo amenazas Lavrov? ¿Se trataría de algún chantaje a Chile o sus autoridades?
Chile cobra ahora el premio que buscó por el Consejo de Seguridad (Ver blog del 1° de Noviembre del 2012): estar sometidos a todas las presiones, amenazas y chantajes imaginables de parte de las grandes potencias, las que bien saben que en las crisis graves como la de Ucrania, tras las buenas maneras de la Diplomacia juegan los misiles, las bombas atómicas y muchas, muchas muertes.
¿Por qué tanto "secretismo" del gobierno chileno? ¿Es incómodo o doloroso el trato con los "grandes"? ¿Sabrán los rusos de situaciones vergonzosas para Chile que es mejor ocultar? El trato en el Consejo de Seguridad no puede ser con guante blanco en las presentes circunstancias. Ahí participa Estados Unidos un país que se inmiscuye en la vida privada de todo, todo el mundo y otro Rusia, que se apropia de todos los secretos del primero. Estados Unidos y Rusia saben todo de todos en el mundo.
Recién investido el nuevo gobierno de la Señora Bachelet votó por la condena a Rusia en el Consejo de Seguridad. Ella tan contraria a los Golpes de Estado y tan partidaria del "Nunca Más", asumió como legitimo al Gobierno impuesto por Estados Unidos en el Golpe de Estado en Ucrania del 22 de febrero. (¿Asumirán las Comisiones de Relaciones Exteriores del Parlamento chileno las consecuencias del voto chileno?)
Y hay más. Con el pasar de los días ha ido quedando en claro que China y Rusia actúan como aliados y se defienden en conjunto del intento de Estados Unidos de cercarlos y someterlos. De modo que ofender a uno significa ofender al otro. Un voto contra Rusia es un voto contra China. ¿Está Chile seguro de lo que hace? ¿No es acaso China el principal socio comercial de Chile y el motor de nuestra economía que ve en el crecimiento chino la razón para el desarrollo de muchos proyectos de inversión especialmente en el campo minero? Pareciera que hay tema suficiente para la comisión de Relaciones Exteriores del Senado aunque no sería raro que ella hipnotizada por los habituales problemas con el vecindario -el conventillo de siempre- no se percate de este gran nubarrón negro que se cierne sobre Chile.
Ahora Doña Michelle comparecerá en Washington. No está mal: seguirá los pasos de Angela Merkel que hace pocos días viajó a visitar a Obama, el líder de un gobierno que envuelto en el ropaje del mundo unipolar (expresión del gusto de los tecnocratas), esconde las realidades descarnadas del imperialismo. Ya se anunció en la capital del Imperio que Obama y Bachelet conversarán del Consejo de Seguridad. ¿Le dará Obama instrucciones respecto a como votar en los asuntos referidos a Ucrania? ¿Prometerá auxilios en caso que Rusia le cobre la cuenta a Chile? ¿Hablarán de las intimidades chilenas que conozca Estados Unidos y que podrían haber llegado a oídos de Rusia?
Fue el anterior Gobierno el de Piñera, el que tuvo la genial idea de llevar a Chile nuevamente al Consejo de Seguridad. No se enteró del sudor frío de Lagos cuando enfrentó a Bush que quería comprometer a este rincón perdido en el mundo que es Chile, con la invasión a Irak. Eso pasó por el afán de Chile de meterse en el mundo de las potencias a través del Consejo de Seguridad. ¡El modesto "quiltro" chileno ladrando con los perros grandes!¡Buen presente griego el de Piñera a Michelle Bachelet!
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