La atención de los Medios se ha concentrado en los "magnates" del nuevo equipo de Trump y ha pasado por alto la presencia de militares recién retirados y de alto rango en funciones claves de la nueva administración: el General Mattis como Secretario de Defensa (ver artículo sobre él de Georges Friedman), el General Kelly como Secretario de Seguridad Interior y el General Flynn como Asesor de Seguridad Nacional. Además varios Secretarios en otras carteras y funcionarios importantes hicieron parte de sus carreras profesionales en las Fuerzas Armadas
¿Qué puede haber llevado a nombramientos tan extraordinarios?
El acercamiento con Trump de altos oficiales retirados fue evidente antes de la elección presidencial: 88 almirantes y generales en retiro hicieron público su apoyo a la candidatura de Trump. Advertían ellos el extremo peligro que significaba la continuación de prácticas que en los últimos ochos años (Gobierno de Obama) "habían sometido a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a políticas, operaciones de combate y reducciones presupuestarias equivocadas". Que un número importante de altos oficiales retirados haga este diagnóstico hace muy probable que a su vez un número importante de altos oficiales en actividad lo compartan. ¿Cómo se llegó a este divorcio entre un significativo sector de las Fuerzas Armadas y el Gobierno de Obama o mejor dicho, con "el establishment" de Washington?
El pase a retiro del General Flynn hoy flamante Asesor de Seguridad Nacional nombrado a los pocos días de la elección de Trump como para no dejar dudas de como viene la mano - dime con quien andas y te diré quien eres-, fue una situación que explica mucho del desencuentro de las Fuerzas Armadas con el Establishment encarnado en el Gobierno de Obama. Flynn otrora Director de Inteligencia de la Defensa (DIA), un día antes de pasar a retiro en Agosto del 2014 (un año antes del término normal de su carrera y después de dos años de nombrado en el cargo por Obama) respondió a una entrevista de Breaking Defense diciendo "... lo que veía cada día era el ambiente internacional más incierto, caótico y confuso que había presenciado en toda mi carrera". Era necesario según él, que el Secretario de Defensa, el Secretario de Estado y el Asesor de Seguridad Nacional viesen la información preparada por su Agencia (a contrario sensu se entiende que no la veían) y entendieran que los terroristas islámicos no estaban derrotados y por el contrario activos y llenos de vigor. Para Flynn quien dijese lo contrario era un ignorante, un mal informado o lisa y llanamente un mentiroso. Dejó en claro también que su salida no se debía a desacuerdos con sus intentos de cambiar la manera tradicional de operar de la DIA (Recibió instrucciones claras de actuar de esa manera de parte del Secretario de Defensa de Obama, León Panetta). ¿Salió el General Flynn porque sabía mucho de las maniobras misteriosas del Gobierno de Obama en el Medio Oriente y no quiso tranzar con la verdad?
Un Documento de la DIA que hizo evidente el doble juego de Obama con el Estado Islámico
El mismo General en enero del 2015 ante militares y especialistas de la Defensa, dio cuenta de la pasividad de Obama y su Gobierno ante el ISIS y Al Qaeda. En Agosto del 2015 respaldó un documento que la DIA había emitido el 2012 y que daba cuenta del apoyo de Occidente (Estados Unidos y países europeos) al que posteriormente fue llamado el Estado Islámico o ISIS que debía conducir a la formación de un Estado Salafista en territorios de Siria e Iraq. (Fue eso precisamente lo que hizo el Estado Islámico el 2014). Flynn señaló que el Gobierno de Obama voluntariamente decidió respaldar a los extremistas islámicos. En una entrevista de Agosto del 2015 del Canal Al Jazeera, el General Flynn consultado sobre la coordinación de Estados Unidos en la entrega de armas a los salafistas, respondió que no era su función como Director de Inteligencia de la Defensa intervenir para suspenderla y que solo podía mirar lo que sucedía.
Flynn un Antiguo Demócrata, Observó como Jefe de la DIA, el Desastre Internacional al Cual se Encaminaba Obama y su Gobierno.
La revista Politico publicó un largo reportaje sobre Flynn en Octubre del 2016 y comenta el giro político del General después de su retiro: reapareció apoyando a los candidatos republicanos a la Presidencia y a Trump cuando éste gana las Primarias, a pesar del pasado demócrata del General. Politico lo cita a propósito de las guerras que Flynn conoció de cerca, Afganistán e Iraq y en las que vio "...el uso de vastos recursos nacionales incluyendo la pérdida de muchas vidas norteamericanas y que me hacían pensar como no podíamos encontrar la forma de combatir en estas guerras".
De Obama dijo Flynn en la Convención Republicana que nominó a Trump, que había sido "un líder débil y sin voluntad que ha mimado a los terroristas y que ha traído el caos a nuestras calles con su ciega indecisión, ignorancia voluntaria e incompetencia total." Duras palabras de alguien que está reputado como uno de los mejores analistas de inteligencia y seguridad de Estados Unidos.
La Rebelión de los Analistas de la DIA
En Julio del 2015 más de cincuenta analistas de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) la que dirigió el General Flynn hasta el 2014, presentaron una queja formal denunciando que sus informes respecto al ISIS y Al Nusra, las dos fuerzas que surgieron de Al Qaeda en Siria, eran alterados por el Alto Mando para no desentonar con la imagen de debilidad de esas fuerzas que proyectaba el Gobierno de Obama. El General Flynn que al mando de la DIA leía y veía los informes diarios de Inteligencia enviados a Obama, sabía que ellos eran muy distintos a los que elaboraba su agencia. Por eso para él "la gran mentira de Obama era que el enemigo (terroristas en Siria e Iraq) estaba arrancando y que los estábamos derrotando".
Mentiras por Todos Lados
Más aún, el General Flynn interrogado en un viaje a Moscú el 2015 sobre los supuestos ataques del Gobierno de Siria con Gas Sarin en el 2013, prefirió no pronunciarse sobre los reales autores. "¡Quién sabe quienes fueron!". El Gobierno de Obama culpó directamente a Bashar Al Assad por este ataque y solo gracias a que el Director Nacional de Inteligencia de la época le informó a Obama no tener pruebas fehacientes e indudables de la culpabilidad del Gobierno de Siria, se suspendió el bombardeo ya dispuesto para castigar a los sirios. Flynn también afirmó que la situación en el Medio Oriente era extremadamente confusa y que eran habituales los falsos atentados (aquellos que se fabrican para culpar a un inocente, los llamados "false flag"). ¡Las respuestas de Flynn hablan más que mil palabras!
Todo lo anterior deja en evidencia que la versión del Gobierno de Obama sobre los hechos del Medio Oriente es discutible por decir lo menos. El nuevo Gobierno de Trump con el General Flynn a bordo, está bien informado al respecto y cambiará radicalmente el discurso mentiroso como lo califica el General, de la Administración saliente.
Flynn no habla de intenciones y sus explicaciones se refieren más a la forma, a un Gobierno de Obama bobalicón, cobarde y pusilánime. Pero ésta es evidentemente una visión generosa. Hay que ir al fondo del asunto. ¿Por qué descartar la mala fe y los móviles ocultos? ¿Por qué la benevolencia que Flynn percibió del Gobierno de Obama hacia el Estado Islámico? ¿Qué juegos jugaba el equipo Obama-Kerry en un Medio Oriente que sufrió en los últimos años la muerte de cientos de miles de inocentes?
Las Fuerzas Armadas por un lado, la CIA y el Departamento de Estado por otro.
Obviamente las Fuerzas Armadas en Estados Unidos saben que "la fiesta" a la que no fueron invitadas, la dirige la CIA con el apoyo del Departamento de Estado. Solo ellos tienen los recursos y la capacidad para actuar de la forma mentirosa que denuncia Flynn. Ahora que Rusia y Turquía excluyendo a Estados Unidos, han alcanzado un acuerdo para una tregua en Siria y para iniciar negociaciones definitivas de paz, queda en evidencia que el "chico malo" en Siria era Estados Unidos, el Estados Unidos de Obama y Kerry.
Solo algo tan grave como lo que denuncia Flynn, el apoyo de Estados Unidos liderado por Obama al Estado Islámico, explica la virulenta campaña de la CIA en contra de Trump y la masiva y aplastante campaña de "la Media" en el mundo para vincular a Rusia con el hackeo del Partido Demócrata y crear así un caso para deslegitimar la elección de Trump y e intentar el "impeachment" o la destitución del nuevo Presidente por las vías legales. Tanta virulencia de la CIA, de Obama y su equipo y de la "Main Stream Media", muestran que algo "muy gordo" sobre los Gobierno de Obama y de Bush quedará al descubierto con Trump de Presidente y Flynn de Asesor de Seguridad Nacional. No es para sorprenderse entonces que Trump refuerce su Gobierno con figuras prominentes de las Fuerzas Armadas. Los vientos que soplan presagian huracanes.
¿Quién le pone el Cascabel al Gato?
La tarea para el nuevo Gobierno de Estados Unidos: anular ni más ni menos a la CIA y al Departamento de Estado de Obama y de los Neocons, para que la política exterior de Estados Unidos refleje el verdadero interés del país y se abandonen las maniobras impresentables de los últimos años. ¿Tarea para Trump? ¿Tarea para las Fuerzas Armadas? ¿Será él actual el Gobierno de Trump o el Gobierno de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos desesperadas por recuperar el rumbo de su país?
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