sábado, 23 de mayo de 2020

¿Vuelta a la Cuarentena? El Futuro de la Pandemia Según Osterholm


“Conozco gente que celebrará y dirá hemos ganado. Pero podría ser la Madre Naturaleza jugando la travesura más cruel de todas. Se va y repentinamente regresa para vengarse”. (Michael Osterholm).

Muchas sociedades cantaron victoria antes de tiempo, la chilena entre otras: “Hemos derrotado al Covid-19”. A poco andar se encontraron con la naturaleza de regreso imponiendo sus fueros; el virus regresó para hacer de las suyas. Ya es claro quién manda en el juego de la Pandemia. Michael Osterholm epidemiólogo de Estados Unidos con  muchas calificaciones y  larga experiencia, sabe cómo se juega: el virus es un tigre y hace lo que quiere. La humanidad va montada en él pero no lo dirige.

COVID-19 cases could surge in fall, last 2 years, University of ...
Michael Osterholm Universidad de Minnesota

No está acostumbrado nuestro mundo a encontrarse con un No. Es una disposición universal. Y más todavía en la Edad Tecnológica para la que todo es cuestión de tiempo y de recursos. El ser humano se siente capaz de incursionar hasta en las últimas rendijas de la Vida. Es el voluntarismo llevado a la enésima potencia. Por eso a la hora de indagar el origen del COVID-19 las explicaciones más populares han sido las que lo atribuyen a la mano humana. Unos la ven amarilla, otros blanca, pero mano humana al fin y al cabo. Lo que habría sido una respuesta natural antaño, achacar el virus a la naturaleza, es la explicación que reúne menos adeptos.

A nuestra generación le cuesta creer que no es el ser humano el que está detrás de muchos fenómenos que afectan la Vida Humana. Pasa con El Calentamiento Global.  ¿Natural? No, de ninguna manera, responde inmediatamente el coro de la Civilización Técnica haciendo abstracción de los 15.000 años de Calentamiento Global y de derretimiento de glaciares. Una consecuencia dice nuestra época, del mal manejo humano que se estima mucho más potente que el sol.  

Ahora los políticos del mundo quisieron instruir al virus que debía retirarse, que la mortandad humana ya era suficiente. Así se puso de moda en estos días el "retorno seguro". A la cabeza del desfile Trump el candidato Presidente de Estados Unidos. Lo siguieron gobernantes de todas latitudes. En abono de ellos la desesperación de ver al virus golpeando no solo la psiquis de los cautivos. También algo que se ha vuelto sagrado en el mundo moderno, la economía y el juego de las estadísticas del progreso. El virus dejó al descubierto que tras ellas hay personas, personas a las que hoy el virus hace sufrir lo indecible.

"La naturaleza juega la más cruel de las travesuras, se retira y regresa repentinamente para vengarse". Y así pasó en Santiago de Chile donde muy poco duró el "retorno seguro". Un aumento importante de infectados y enfermos que en pocos días casi coparon la atención hospitalaria. Como consecuencia los siete millones de habitantes de la Región Metropolitana debieron enclaustrase en sus residencias.

¿Hasta cuándo? 

No es la única pregunta. Después de cinco meses de la aparición del Covid-19, más de dos desde que la OMS declaró la Pandemia y ante una situación económica de angustia por decir lo menos, el público quiere saber hasta cuándo durará la pandemia del Covid-19, cómo se sale de ella, cómo se reduce la tasa de mortalidad, qué elementos materiales se requieren para hacerle frente, qué duración debe tener el aislamiento físico. No satisface que autoridades refieran al público al problema del origen del virus, una investigación valiosa para futuras pandemias, pero ociosa para resolver el problema del aquí y del ahora. Es un juego de políticos que han dejado en evidencia sus terribles carencias, un juego que lo encabeza Trump ¡para variar! acompañado de líderes europeos que le han fallado a sus ciudadanos, Boris Johnson del Reino Unido entre otros. ¡Incompetencia que esconde sus fracasos gritando engaño ante el buen manejo de otros países!

La disciplina social de China que logró controlar el virus es tiranía, y la preparación rusa que permite testear a muchos rusos y tener bajas cifras de muertos, un engaño. La repetición hasta el cansancio de la mentira en Occidente cae en medio de una ciudadanía que la adopta porque no quiere saber ni oír de su propia realidad. Los Medios inundan a diario de mentiras a la opinión pública occidental haciendo gala de la especialidad que desarrollo la Región: ¡la invención de ficciones! ¡Y el descalabro y los muertos suceden en países que se creía preparados para la guerra biológica! Si algo ha enseñado el descuido de Estados Unidos y su fracaso ante la Pandemia es que el gusano de la corrupción aparece por todos lados ¡Cómo estará de podrido el presupuesto de Defensa de Estados Unidos!

La opinión pública en Chile entendió que con el virus no hay magia y por eso ha esperado un tiempo prudencial para que las autoridades muestren el camino del retorno a la normalidad. Ellas enfrentaron oportunamente y bien el problema: en la primera quincena de Enero se comunicaron con China y gracias a la información que recogieron se prepararon para la emergencia. La mala voluntad China es un cuento de Trump con el que trata de tapar el horror del comportamiento de su gobierno entre Enero y Marzo. Negligencia criminal es el calificativo adecuado para la administración de Trump con Estados Unidos ya sentado sobre 100.000 cadáveres.

Ahora el mundo quiere saber cómo se sale del pandemónium en qué estamos.

Michael Osterholm

A la hora de las preguntas hay que arrimarse a buena sombra porque el tema no es para legos. Michael Osterholm reconocido especialista norteamericano a cargo del Centro de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos, es más que adecuado, sin duda de sobra calificado para responder las interrogantes que han surgido, y más encima buen comunicador.  Es tan reputado el Centro que dirige Osterholm que la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard se asoció con él y en conjunto, publicaron recientemente un estudio sobre el futuro de la Pandemia Covid-19. El 2017  Osterholm publicó un libro que en estos días se ofrece en traducción al español, en el que anticipaba la aparición de un virus como el Covid-19 y alertaba al mundo  del riesgo de las infecciones (Una epidemia de viruela es peor  que el horror de la bomba atómica). Antes el 2005, publicó en Foreign Affairs “Preparándose para la Próxima Pandemia”.  El 2007 en el mismo Foreign Affairs escribió “Sin Preparación para una Pandemia”. Todas sus advertencias cayeron en oídos sordos. Es penoso enterarse de la falta absoluta de preparación de Estados Unidos, incluso en los asuntos más nimios. El 21 de Mayo del 2020, dos días atrás, en el mismo Medio (Foreign Affairs) apareció un artículo del cual Osterholm es coautor: “Crónica de una Pandemia Anunciada” que trata de las deficiencias trágicas que se manifestaron en la presente Pandemia. Se centra el análisis en el Gobierno de Estados Unidos, tanto en lo que fue su  manejo de largo plazo de las pandemias, como en el manejo inmediato del Covid-19 entre Enero y Abril de este año, con todas las fallas garrafales que dejó de manifiesto.

Osterholm entiende las grandes líneas de este enemigo misterioso que se pasea por el mundo. Tiene un bien ganado prestigio académico.
 Estudiaron él y su equipo desde el primer momento el virus (Diciembre 2019). (A pesar que los tontines de Occidente culpan a los chinos de oscurecer todo). Por eso el 20 de Enero (casi dos meses antes que la OMS) Osterholm advirtió que el mundo se encontraba al frente de una Pandemia que se manifestaría en diversos países a fines de Febrero o comienzos de Marzo recién pasado. En una entrevista en Marzo que ha sido vista ya por cerca de 15 millones de personas, afirmó que el virus es de origen natural y que apareció en los humanos probablemente la tercera semana de Noviembre.

Osterholm opina libremente sin dejarse llevar por eventuales beneficios políticos. Juzga con  objetividad el comportamiento de su gobierno. Es también un hombre equilibrado que aprecia el daño no solo económico que producen las cuarentenas a los países sino que también el daño psicológico a las personas. Criado en el campo en Iowa goza con la naturaleza y la pesca, y sabe que la vida en contacto con la naturaleza es vida y que por eso las cuarentenas solo pueden ser transitorias. 

En los últimos meses ha sido entrevistado por infinidad de Medios que perciben sus calificaciones técnicas, su prudencia y veracidad. No cuesta encontrar en Google entrevistas que le han hecho canales como CNN, CBS y periódicos como New York Times, Washington Post, US Today y Minnpost. Valiosas han sido también sus publicaciones en Foreign Affairs y en Times Magazine.Y Al fin de esta columna aparecen links referidos a sus entrevistas o publicaciones.


Las Respuestas de Michael Osterholm

¿Hasta Cuándo el Virus?

Su respuesta es dura, muy dura. ¡Al menos 18 meses!  ¿Por qué? Porque debe infectarse al menos un 60% de la población, quizás un 70% para lograr la “inmunidad de rebaño”, una cantidad de gente inmune en un grupo humano de un mismo territorio, que hace las veces de para rayos ante el virus, impidiéndole afectar al resto de la población sin contagio. Según los cálculos de Osterholm en Estados Unidos el número de contagios estaría recién entre el 5 y el 15% de la población por lo que ese país aún tiene un largo tiempo por delante antes de terminar la Pandemia (18 meses al menos, que podrían alargarse a 24) De los contagiados en el futuro estima que el 80% tendrá síntomas muy leves o no presentará síntomas. Del 20% restante la mitad solo necesitará atención médica. La otra mitad requerirá hospitalización, de ellos una mitad con cuidados especiales.

¿Las Víctimas?

Osterholm considera que Estados Unidos ha recorrido 1/9 o algo más del trayecto en que lo acompañará el virus, y que al completarlo se encontrará con una cifra que irá entre 800.000 y 1.500.000muertos (hoy 100.000). Todos a causa del desgraciado compañero que irrumpió hace seis meses en el mundo de los humanos. Osterholm nunca ha tenido dudas de la gravedad del virus, con su capacidad traidora de propagación porque a diferencia de otros virus, el Covid-19 por cuatro días al menos mantiene a los infectados sin síntomas, tiempo en que los infectados contagian sin sospechar como diseminan el virus. Que es muy grave el virus Osterholm lo evidencia por la rapidez con que la muerte por causa del Covid-19 se situó como la primera causa de muerte en el mundo.

¿Y qué hay de las vacunas?

Dice Osterholm que siendo muy optimista la primera vacuna estará disponible “bien entrado” el año 2021. Y de ahí hay que producirla masivamente y distribuirla  a toda la población del mundo. Sería eficaz entonces en una fecha en la que es probable el virus se haya terminado naturalmente, dejando tras de sí una secuela considerable de muertos y profundos daños en las economías y las sociedades del mundo.  

¿Y qué hay de los remedios?

Si se encuentran remedios debe comprobarse que no tengan efectos nocivos para los enfermos por lo que difícilmente se contaría con ellos antes de la vacuna.

Cobra valor el dicho de Osterholm: “Well, you know, I've said over and over again, we're not driving this tiger, we're riding it”. El ser humano va montado en un tigre sin que pueda dirigirlo. Es el tigre quien decide. “Es un virus que se transmite por la respiración ante lo cual es muy poco es lo que pueden hacer los humanos para limitar el contagio salvo la vacuna”

Consecuencias Para Chile

Chile completará dos meses desde que se decretaron las primeras cuarentenas. No hay duda que el Gobierno reaccionó rápidamente a las primeras indicaciones del virus en Chile. Eso se debió a que ya a partir de la primera quincena de Enero las autoridades comenzando por el Presidente de la República, siguieron de cerca el problema. Después de dos meses corresponde ahora que fijen una estrategia para enfrentar el problema. Si éste va a durar hasta fines del próximo año como lo pronostica Osterholm, el sistema de cuarentenas masivas conduce a la catástrofe social, política y económica. Chile debe buscar un sustituto que permita un funcionamiento relativamente normal del país.

Hasta ahora se considera una desgracia un número de contagios relativamente alto, quizás porque ello podría sobrecargar el sistema de salud. Pero por otra parte si hay que tener 12 millones de contagiados a noviembre del próximo año para inmunizar al país, todos los meses hay que tener más de 600.000 nuevos contagiados ¿Será capaz el sistema de salud de cargar con los que requieran hospitalización? Si no lo es hay que hacerlo capaz en breve plazo. China dio el ejemplo construyendo hospitales en Wuhan en tiempo record.

Lo que no hace sentido es continuar llevando a la cuarentena a gente que no corre riesgos con el contagio (los menores de ¿65 años? ¿De 70? ¿De 75?). Su liberación permitiría retomar una actividad económica y social relativamente normal y concentrar los esfuerzos en proteger a la población mayor que es la más expuesta al virus y de donde sale el mayor número de víctimas fatales. Nada de fácil concentrar las cuarentenas en la población mayor sabiendo que muchos de ellos vivirían rodeados por familiares jóvenes susceptibles de contagio. A esta población mayor hay que ofrecerle espacios suficientes de libertad para que las cuarentenas no la ahoguen y pueda incorporar normalidad a vidas que el virus obliga a restringir. Es una población que por su madurez y experiencia es  más responsable que las nuevas generaciones y con la que la autodisciplina es mucho más probable. Y por supuesto es un porcentaje bajo de la población lo que permite un mejor apoyo y control del Estado.

Dos claves para el manejo futuro de la pandemia:

1)   Dejar que aumente fuertemente el número de contagiados cuidando que no se contagien los mayores (¿de más de 70 años? ¿de más de 75? ¿de más de 80?) La capacidad hospitalaria debiera atender al número de pacientes que presenten síntomas del virus en una masa mucho mayor de contagiados. Sin duda que ello es caro. Pero muchísimo más cara es la paralización económica del país.
2)   Pensar al virus como un tigre suelto o usando un símil campesino, como un río en época de crecidas que se lleva por delante todos los obstáculos que le pongan. Lo único sensato es abrirle cauces que no produzcan daños en la esperanza que elija alguno de ellos. ¡La guerra a muerte al virus está condenada al fracaso!


Columnas y Entrevistas a Michael Osterholm



AGENCIA EFE   17 DE MAYO 2020       El epidemiólogo Osterholm augura nuevos brotes infecciosos, alguno peor que el covid-19


CBS NEWS    13 DE MAYO 2020   Transcript: Dr. Michael Osterholm speaks with Michael Morell on "Intelligence Matters"

NEW YORK TIMES EDITORIAL 8 DE ENERO 2018          We’re Not Ready for a Flu Pandemic

TIME MAGAZINE  5 FEBRERO 2020         Why We Are So Ill-Prepared for a Possible Pandemic Like Coronavirus

JOE ROGAN EXPERIENCE  10 DE MARZO 2020

NEW YORK TIMES EDITORIAL   27 MARZO 2020        It’s Too Late to Avoid Disaster, but There Are Still Things We Can Do

NEW YORK TIMES EDITORIAL  28 DE ABRIL 2020      Let’s Get Real About Coronavirus Test

FOREIGN AFFAIRS    JULIO-AGOSTO  2005        Preparing for the Next Pandemic

FOREIGN AFFAIRS    MARZO-ABRIL 2007          Unprepared for a 
Pandemic

FOREIGN AFFAIRS    21 DE MAYO 2020        Chronicle of a Pandemic Foretold
    





2 comentarios:

  1. Muy Interesante columna José Luis y muy interesante también la postura de Osterholm. Se sabe bien que hay que llegar a la famosa inmunidad de rebaño para poder pensar en volver a la normalidad y parece sensato hacerlo relativamente rápido. El problema es que no tenemos idea del porcentaje de la población que se ha estado contagiando porque testean sólo a los enfermos. Mientras no se haga un estudio estadístico con muestras representativas de toda la sociedad no sabremos la tasa real de contagios y por ende no podremos proyectar el fin de la epidemia. Tarea para el estado.

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    1. En el Mercurio de hoy la Universidad del Desarrollo publica una investigación sobre los contagiados sin síntomas en Santiago. Los sitúa en 7,6 veces los detectados. Esto dejaría a los contagiados en el 11.6% de la población contagiada. Osterholm habla de 20% en cifras gruesas. Es fundamental de todas maneras el estudio estadístico que tú planteas antes de tomar un curso de acción para determinar los requerimientos de atención médica y hospitalaria.

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