El Petróleo, las Guerras de Iraq-Siria y la de Ucrania

Las sospechas que recaen sobre Estados Unidos como causante del actual caos de Iraq solo se disiparán si en los próximos años vemos un aumento sustancial de la producción de petróleo de Iraq gracias a los contratos licitados el 2009

En la búsqueda de  razones que den cuenta de las sacudidas del mundo en el agitado 2014, aparece a poco andar el viejo villano que tantas leyendas ha alimentado, el petróleo  Ahora hay sin embargo realidades indesmentibles que apuntan a circunstancias que pueden ser catastróficas para el negocio petrolero y que podrían explicar el conflicto de Iraq-Siria e incluso las convulsiones ucranianas 

La irrupción del "shale oil" de EEUU y del petróleo iraquí es un terremoto económico, un cambio violento  que arrasa  con las condiciones existentes. Anuncia si nada cambia, el desplome del mercado del petróleo a cortísimo plazo, ante una demanda mundial que va a paso de tortuga y una oferta que crece alimentada por EEUU y pronto por Iraq. Las noticias se hacen alarmantes y son recientes. Las cifras de producción de petróleo de Estados Unidos del primer semestre anuncian una aceleración del crecimiento: ¡Más de 15% al año! 


Es indesmentible que EEUU enfrenta un grave desafío producto de su propio e impesionante éxito en la producción de shale oil, una novedad que se ha hecho evidente en los últimos dos años.  (Ver más abajo la columna anterior de este blog) y que puede tornar imposible los altos precios que ha alcanzado el petróleo. Se trata del "shale oil", una de las actividades que inyecta más dinamismo a la economía de EEUU  para superar la anemia que ella ha mostrado en los últimos años. Una actividad que por eso mismo "no se puede desplomar". Más aún si el "shale oil" facilita el control del cartel del petróleo porque antes de diez años Estados Unidos controlaría el 20% de la producción mundial de petróleo.Y también porque el "shale oil" ayudaría a resolver el problema de la deuda pública de EEUU y a sostener un dólar candidato a perder su primacía como moneda del mundo. El shale oil puede reestablecer títulos legítimos para que el dólar no sea desplazado por los inventos que puedan surgir de los que sienten  hoy al dólar como un fraude monstruoso. 

La industria extrae hoy petróleo en EEUU a razón de US$300.000-400.000 millones al año. En diez años más está cifra se duplicaría y alcanzaría el 4% del PGB. El shale oil de Estados Unidos podría por sí solo satisfacer el mayor consumo del mundo en los próximos años. El problema es que hay  otros que también quieren comer de los beneficios del cartel del petróleo.  Iraq en primer lugar, con una historia reciente llena de "accidentes" que han hecho que su producción en los últimos treinta años no progrese. Por eso hoy es la gran reserva de petróleo de la humanidad. Iraq que podría ser rico como los Emitaros o como Kuwait, y cuya población  vive estrechamente. Iraq, que licitó el 2009  contratos de petróleo a grandes compañías occidentales apuntando a rivalizar con la capacidad petrolera de Arabia Saudita. 

La aparición del ISIS o Estado Islámico fue justo a tiempo. Tan pronto se supo el desenfreno petrólero de EEUU de este año que confirmó el éxito del "shale oil". Si alguien quería explotar petróleo en los territorios del norte de Iraq ocupados por ISIS, ya puede olvidarse. Y los que quieran hacerlo en el sur han de haber echado "las barbas en remojo". Iraq deberá seguir esperando. Muy práctica fue esta solución de contar con un ejército de milicianos (llámese ISIS o Estado Islámico) en la vecina Siria que en cualquier momento podían traspasar la frontera e introducir el caos en Iraq. EEUU debe estar encantado con el servicio de los milicianos invasores: ¡Una vez más Iraq afuera del festín del petróleo! Claro que hay que mostrar que el Padrino del Medio Oriente resguarda el orden y lo hace con escándalo mundial. Para que nadie se confunda, EEUU inicia una guerra aérea para frenar a "los desalmados" del Estado Islámico. Los blancos: una que otra camioneta de ISIS, refugios abandonados y algunas refinerías de petróleo que obviamente no tienen nada que hacer en países que nunca serán grandes productores de petróleo. Tan curiosa esta acción militar como la desaparición del Ejército de Iraq ante la invasión del ISIS. ¡Todo parece tan holywoodense! Gracias a los hombres de negro que cortan cabezas occidentales y persiguen cristianos, Occidente recibe una sobredosis de terror de sus medios de comunicación que parecen haber perdido toda capacidad crítica. Aterrados los buenos y correctos occidentales respiran aliviados: ¡Obama mantendrá a raya a los salvajes del desierto de la Mesopotamia! ¡Y nadie habla de la suerte que han corrido entretanto los grandes proyectos petroleros de Iraq!  

Los muchachos que organizan todas estas maromas se han superado. Hay que "sacarse el sombrero" ante ellos. Han hecho creer que el gran enemigo es Siria y han tenido a muchos aterrados por una eventual guerra entre Estados Unidos y Rusia, el gran protector de los sirios. Al fin se aclara el valor de Siria. Es cierto, aloja la base militar rusa el Mediterráneo y es amigo de Irán. ¿Razón suficiente para todo el escándalo del año pasado?  No lo parecía. Y ya sabemos que hay que olvidarse de todas las patrañas: democracia, derechos humanos, armas de destrucción masiva, etc,etc, todas las del añejo discurso del Hombre Bueno del Planeta. Esas patrañas ya no explican nada. No, lo de Siria parece más simple: un territorio que ayuda a la contención de Iraq, este campo donde el petróleo emerge por todos lados, que "promete el futuro esplendor" a las infelices poblaciones que no se explican por qué no las dejan vivir en paz. Al fin Siria encuentra su razón de ser: Fortín que aloja a las fuerzas atentas a dejar el petróleo de Iraq enterrado "per saecule saeculorum", en el subsuelo de Iraq. O por lo menos hasta que se acabe el petróleo de Dakota del Norte y el de Texas. O hasta que la energía solar deje obsoleto al petróleo.

Las sospechas que recaen sobre Estados Unidos como causante del actual caos de Iraq solo se disiparán si en los próximos años vemos un aumento sustancial de la producción de Iraq gracias a los contratos licitados el 2009.

Se ha completado un frente que controla a Iraq:  Turquía, la Siria en poder del Estado Islámico,  Jordania y  Arabia  Saudita. Todos amigos de Estados Unidos. ¿El Estado Islámico también? ¡SI!. El año pasado cuando aún se llamaba ISIS fue uno de los valientes defensores de la libertad Siria, contra el "tirano", Assar Al Assad. Recibía armas y financiamiento de Arabia Saudita y Qatar, amigos cercanos de EEUU. ¿Enemigos de Al Assad?  "El enemigo de mi enemigo es mi amigo" 

Así es que a corto plazo la gran amenaza competitiva al "shale oil", el petroleo de Iraq,  está controlada. Sería un milagro que Iraq pudiese implementar en medio del conflicto militar que ha suscitado ISIS, una pequeña parte de los desarrollos programados para su petróleo. Para más seguridad EEUU ya vetó a Maliki, el Primer Ministro que acaba de dejar el cargo (encontaron que no era suficientemente acogedor con los sunnies), y mantendrá una guarnición en Iraq que Maliki no aceptaba. Así continuará EEUU con una voz potente respecto a la política de Iraq. Dificilmente ella traerá la tranquilidad que se necesita para el desarrollo de grandes proyectos pretroleros. No ha estado en la tradición de EEUU en Iraq. 

Si el aumento de la producción de petróleo no se puede controlar por "las buenas", no queda más que recurrir a la fuerza militar, a la ingobernabilidad, al terror. Todas las recetas que emplea el "Estado Islámico" en Iraq. Gracias a él será el "shale oil" de EEUU el que alimentará el anémico crecimiento de la demanda mundial.


¿Y el Largo Plazo? 

De los diez principales productores cuatro son incondicionales de EEUU (Arabia Saudita, Canadá, los Emiratos y Kuwait) con 22 MBD. Mexico tiene un largo camino antes de aumentar su producción (si es que logra aumentarla; está por verse que la autoridad mexicana someta a los intereses que tradicionalmente han girado en torno al petróleo mexicano y que han mamado de él). Irán no cuenta con recursos financieros para impulsar nuevas producciones; no puede acceder a los recursos de los mercados financieros mundiales (Es conveniente entonces que la discusión sobre el desarrollo de la energía atómica se alargue muchos años más). Iraq a su vez, ya está neutralizado por el caos del Estado Islámico. China por su parte, no aumentará su producción en los próximos veinticinco años.  Rusia entonces es de los diez grandes productores de petróleo, el único país que podría complicar a EEUU con nuevas producciones. No resultará fácil para Rusia que con un esfuerzo notable  ha emparejado las máximas producciones que alcanzó la URSS en sus mejores épocas (ver columna anterior). Sin embargo la estabilidad política de Rusia y el progreso del país han atraído a grandes compañías como Exxon, empeñada en asociaciones con el Estado ruso para explotar el eventual petróleo del Ártico y los yacimientos de "shale gas" en el gigantesco campo Bashenov. La presencia occidental sería necesaria para aportar la tecnología y recursos financieros. Ahora que ya se conoce el epílogo del conflicto en Ucrania y las sanciones que se aplicaron a Rusia y que prohibieron el aporte de nuevas tecnologías y recursos financieros al shale oil de Rusia y al petróleo del Ártico, queda en claro que EEUU triunfó no solo en la guerra mediática condenando al ostracismo a Rusia, sino que logró imponer condiciones que impiden la operación de las grandes compañías occidentales en el desarrollo petrolífero ruso. 

¿Impedirán las sanciones la emergencia de nuevo petróleo ruso? Puede suceder al revés. Los rusos desarrollan habilidades inesperadas cuando el extranjero los desafía y está la supervivencia de la patria de por medio. Pero a que reaccionen puede transcurrir un tiempo. Y "el tiempo es oro". De todas maneras la inesperada preocupación de EEUU por "el buen gobierno" de Ucrania ha rendido sus frutos: la competencia de Rusia en el negocio petrolero se ha encontrado con obstáculos inesperados que retardarán la amenaza al verdadero "cartel" que maneja EEUU.

De todas maneras Rusia tiene razones para agradecer a EEUU por sus esfuerzos por mantener altos precios para el petróleo. Siendo un productor de más de 10 MBD, los altos precios le permiten a Rusia casi US$200.000 millones más de ingresos anuales. Así es que las convulsiones del Medio Oriente resultan de dulce y agraz para Rusia: las de Iraq le resultan muy rentables. Las de Siria en la medida que no interfieran con Al Assad y sirvan para convulsionar Iraq, son también bienvenidas. Al otro lado de la balanza están los intentos por desestabilizar al Gobierno de Siria. 

Una lección que los rusos parece han asimilado es el costo que significa ser rico en recursos naturales y más si la riqueza es petróleo. No debe ser la única razón, pero sí es importante  para  el plan de reequipamiento militar por US$ 700.000 millones de Rusia. El ejemplo de Libia obliga a cuidar los territorios y más si se tienen riquezas como las rusas. Despiertan el apetito de los poderosos.