Un año y medio atrás preparé este documento como un esbozo para contribuir a un programa de descentralización, una iniciativa que Chile espera ya por mucho tiempo . Hoy el Gobierno de la Presidenta Bachelet parece haberse empantanado en estas materias. Nada más gráfico que ver en estos días a la Comisión de Regionalización la que preparó un plan que cuajó en un proyecto de ley, protestando ante el Congreso Nacional que no tiene ninguna premura en abordar la discusión de este Proyecto.
Santiago por otra parte ha mostrado en el mes de Junio que la contaminación afecta seriamente el normal desenvolvimiento de sus actividades. ¿Hasta adonde ha de llegar ella para que las autoridades decidan terminar con el crecimiento de la Capital y estimular el desarrollo de las ciudades regionales?
Santiago por otra parte ha mostrado en el mes de Junio que la contaminación afecta seriamente el normal desenvolvimiento de sus actividades. ¿Hasta adonde ha de llegar ella para que las autoridades decidan terminar con el crecimiento de la Capital y estimular el desarrollo de las ciudades regionales?
Una Organización Anacrónica
A través de doscientos años de vida independiente Chile mantiene en lo
sustancial la misma organización administrativa del país, con una fuerte
concentración de las actividades de Gobierno en Santiago. Esto a pesar que en este período la
población se ha multiplicado por veinte veces y que se incorporaron al
territorio en diferentes momentos el Norte Grande, el territorio Mapuche y la Patagonia Chilena (Aysén y Magallanes). En estos doscientos años el mundo ha presenciado cambios radicales que hacen absolutamente anacrónica
una organización política que se estimó adecuada para la realidad de comienzos
del Siglo Diecinueve.
Pensar que unidades territoriales con dos millones de habitantes no sean hoy capaces de gobernarse por sí mismas es una muestra de conservadurismo
absurdo. Hace doscientos años, a pesar de las dificultades propias de la vida
de la época, los ciudadanos de entonces no temieron gobernarse por ellos
mismos.
El Progreso Tecnológico Ayuda a las Regiones
La modernidad está del lado de las Regiones. Hoy hasta en los lugares físicamente más remotos se puede acceder con facilidad por la revolución gigantesca de los transportes. ¡Y qué se dice de la facilidad de comunicación que ha traído la revolución informática! Hoy si se quiere, todos los lugares son accesibles y todos están comunicados! Ambas revoluciones juegan a favor de las pequeñas unidades y dejan sin sentido a las grandes concentraciones de población.
El Progreso Tecnológico Ayuda a las Regiones
La modernidad está del lado de las Regiones. Hoy hasta en los lugares físicamente más remotos se puede acceder con facilidad por la revolución gigantesca de los transportes. ¡Y qué se dice de la facilidad de comunicación que ha traído la revolución informática! Hoy si se quiere, todos los lugares son accesibles y todos están comunicados! Ambas revoluciones juegan a favor de las pequeñas unidades y dejan sin sentido a las grandes concentraciones de población.
Un Alivio para el Gobierno Central
Tendemos a mirar la Descentralización como un beneficio para las Regiones, con las obvias y naturales aprehensiones de sus capacidades de
gestión. Pero perdemos de vista lo que puede ser el mayor beneficio de ella qué es el alivio de la carga administrativa del Gobierno Central, y por
ende la necesaria mejoría que ello conlleva en la administración de los
problemas que ineludiblemente deben recaer en él. No tenemos conciencia del
lastre que una administración regional centralizada impone al Gobierno Central.
¡De cuantas minucias regionales que además enfrenta con incompetencia, debe
hacerse cargo el Gobierno Central! ¡Cuánto tiempo y cuántas energías ellas consumen de las
autoridades centrales!