jueves, 19 de noviembre de 2015

Roger Cohen, Destacado Exponente de la Animosidad de los Medios Occidentales en Contra de Rusia

A comienzos de Julio Roger Cohen en el New York Times publicó una columna de opinión sobre las relaciones de Rusia  y Estados Unidos. Este artículo es una buena expresión del mínimo sentido crítico que hoy impera en nuestras sociedades occidentales. Cohen ahora propicia la intervención de la OTAN con fuerzas terrestres en Siria, una campaña con consecuencias potencialmente catastróficas,


Los artículos como el de Cohen siempre están en una posición odiosa contra Rusia. Prescinden totalmente de la historia reciente y antigua y aparecen llenos de soberbia sobre la supuesta superioridad occidental. Éste al menos trae como novedad  las diferencias en el plano de los valores entre Rusia y Occidente, las que están muy bien descritas. Pero eso no quita que el autor ignora que la posición rusa en materias de valores tiene una profunda razón de ser y no es un mero capricho. Muchas de las "novedades" occidentales fueron patrimonio de la Revolución Comunista de 1917. Ella dio paso al desenfreno sexual (mucho más que libertad), introdujo el aborto plaga que aún perdura en la sociedad rusa, consagró el feminismo extremo que terminó en verdadera esclavitud de las mujeres en el mundo del trabajo, el desprecio de la religión y la familia, etc. Por eso Rusia debió pasar por una introspección profunda sobre la catástrofe que fue la Revolución Comunista en el plano moral, la que tan mal fin tuvo y que llevó tanta sangre al río. En muchas materias que provocan el orgullo ingenuo de los "adelantados" occidentales, los rusos le pueden dar "cancha, tiro y lado" a Occidente porque ya pasaron por esas experiencias hace casi un siglo.




En asuntos actuales, el autor repite las majaderías occidentales. Culpa a Rusia de todas las desgracias que se han visto en Ucrania, pero ignora que Occidente se apoderó del gobierno ucraniano en el 2004 con la Revolución Naranja la que tuvo un desenlace desgraciado de corrupción y ruina económica que provocó el vuelco a un "gobierno pro ruso" el 2010.  Entre comillas porque en realidad este Gobierno jugó el juego clásico ucraniano que era negociar con unos y otros, rusos y europeos. Cohen ignora el misterioso "Golpe de Estado" de febrero del 2014 dirigido por Victoria Nuland encargada de las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Europa, la intervención desembozada de USA que nombró y ha dirigido al nuevo gobierno, la pequeñez europea que se desentendió de lo llamados de auxilio financiero del Gobierno de Ucrania en el 2013 ( En realidad Europa fue MUY GENEROSA:  ofreció 500 millones de Euros para aliviar la crisis de Ucrania, o sea ¡recursos necesario para una semana!) El autor pasa por encima el atropello ignominioso del Gobierno de USA a los gobiernos de Alemania, Francia, Polonia y Rusia, cuando hizo tabla rasa del acuerdo de febrero del 2014 entre la Oposición y el Gobierno de Ucrania avalado por estos gobiernos para una transición pacífica y desencadena al día siguiente del acuerdo, el Golpe de Estado.

Pero también el periodista desconoce que Ucrania es el gran fracaso de la división de la URSS, un país que no ha sido capaz de establecer sus instituciones y que como consecuencia de eso, casi no exhibe progresos económicos en los últimos veinticinco años; y olvida que la división de la URSS que se hizo entre gallos y medianoche, dejo como no podía ser otra manera, muchos cabos sueltos, entre otros y muy importante, la situación de más de veinte millones de rusos que quedaron afuera de Rusia, ocho de los cuales en lo que en ese momento se definió como Ucrania. Por el bien del  mundo la división de la URSS se hizo como se hizo, pero era claro  que eran necesarios bastantes ajustes a posteriori. Que el Gobierno de Rusia de hoy se preocupe de la suerte de estos rusos que quedaron lejos de su patria no parece ser nada del otro mundo y más aún cuando ellos son víctimas de segregaciones políticas como ocurre en el caso de los Estados Bálticos. (Atención: la despreocupación de europeos occidentales con la suerte de germanos que después de la Primera Guerra quedaron fuera de Alemania o de Austria, fue una de las causas importantes del resentimiento de estos países que terminó llevando a Europa a la Segunda Guerra).

El autor parece creer que Rusia actúa en un vacío. No recuerda la permanente animosidad de USA que ha hecho que de ser el país más admirado por los rusos en los años Noventa, hoy  lo consideren su peor enemigo. Ignora la doctrina Wolfowitz  (Subsecretario de Defensa de USA), y que filtró a la opinión pública norteamericana precisamente el New York Times. Doctrina que proclamó a comienzo de los Noventa, que Estados Unidos no aceptaba ninguna potencia "regional" en los territorios que habían sido de la URSS. En otras palabras es una doctrina para anular a Rusia. Ignora también Cohen los afanes inaceptables del Gobierno de Bush Jr que dio termino en forma unilateral el 2002 al Tratado Antibalístico y que tuvo la peregrina idea de construir un "escudo misilístico" en Europa Central para proteger a sus países ¡de los ataques iraníes!, cuando es obvio que es un arma para doblegar a Rusia.  Ignora el periodista el salvajismo occidental que metió a Ucrania en un conflicto con Rusia, para que así USA pudiese apartar a Rusia de Europa y  afectar el desarrollo del petróleo ruso. ¿A cambio de qué? De la ruina de Ucrania. USA ya consiguió lo que quería- aislar a Rusia- y ahora poco le importa la suerte de los ucranianos que en este juego se han mostrado como unos perfectos imbéciles. Es este un elefante que el "pesrpicaz" periodista del NYT no advierte a pesar que se pasea enfrente de él.

¡Muchos vacíos e ignorancia en el articulista! Pero no es sorprendente porque hoy importan más las guerras mediáticas que las guerras militares. En el plano mediático USA  ha pasado con una aplanadora por encima de Rusia. Él periodista se muestra un soldado obediente en la campaña mediática anti rusa que dirige USA. Llama sí la atención la soberbia desde la que juzga. O es mala intención o es la típica actitud de "nuevo rico" de muchos intelectuales occidentales que creen que porque son ricos materialmente, son superiores moralmente. Y en todo orden de cosas, inconscientes de las tremendas carencias de Occidente.

También olvida  algo que debe ser el punto de partida para analizar a la Rusia de hoy: la Segunda Guerra Mundial.  USA ingenuamente cree que la ganó o trata de hacernos creer eso. La verdad: ella le significó a los rusos 27 millones de muertos, casi 100 veces más que a USA. ¿Quién fue entonces el que combatió en contra de Alemania y su poderosa alianza europea? Los aliados occidentales desembarcaban en Normandía en Junio de 1944 con trescientos mil soldados al momento que la URSS en la operación Bagration, había comenzado tres ofensivas contra el ejército de Alemania y de sus aliados (hoy se hacen los desentendidos austríacos, húngaros, eslovacos, lituanos, estonios, letones, croatas, eslovenos, italianos, españoles, fineses) con cinco millones de soldados y en dos meses llegaba a Varsovia, a menos de 600 kms de Berlín.

Por lo menos el autor debiera admitir que los rusos saben algo más que USA sobre lo que significa la guerra y el peligro de los ataques militares. ¡Y la muerte! Y por eso mismo aceptar que los rusos tienen derecho a ponerse nerviosos cuando con descaro USA los rodea con armamento que puede destruir a Moscú en cinco minutos.





Más sobre sobre estos temas en el BLOG.

Sobre Rusia   http://ibanezjoseluis.blogspot.cl/search/label/Rusia

Sobre Ucrania  http://ibanezjoseluis.blogspot.cl/search/label/Ucrania

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