martes, 17 de noviembre de 2015

Terrorismo en París: Alemania Espía al Gobierno de Francia (4)

Hay algo muy misterioso en el Gobierno de Francia. Atrae como miel a las moscas a los Servicios de Inteligencia. Se conoció en Junio recién pasado, del espionaje al que sometió la NSA de EEUU a los tres últimos Presidentes de Francia. A pesar de todos los intentos por explicar lo inexplicable, la práctica no ha terminado. Esta vez ha sido el turno de la Inteligencia Alemana, la BND

En el diario francés Le Figaro del 13 de Noviembre (el día de los atentados) aparece una información bajo el título: "Espionaje: Hollande pide explicaciones a Merkel". En ella se cuenta que los servicios de Inteligencia de Alemania (BND) espiaron al ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius. Tan grave le ha parecido al Gobierno de Francia la acción alemana que según Le Figaro, Hollande habría dado un golpe sobre la mesa exigiendo explicaciones completas sobre el asunto de parte de la señora Merkel. (Esto puede ser un exceso de optimismo de los periodistas franceses que creen que Hollande puede dar golpes sobre la mesa y más aún, a la señora Mekel).


¡Lindo! Ambos países no es que sean amigos, no, su relación es mucho más cercana. Son realmente hermanos y sobre esta hermandad descansa la Unión Europea. Y ahora resulta que uno espía a un alto dirigente del otro. ¿De qué habla esto? De luchas de poder subterráneas, de intrigas, de vinculaciones con fuerzas extranjeras. Lo que por fuera reluce, por  dentro muestra caras menos brillantes y siniestras. Si no fuera así, ¿Qué podría explicar el comportamiento alemán? Como no podía ser de otra manera, los frentes que aparecen como monolíticos están constituidos por líneas de fuerzas que apuntan en direcciones muy disimiles. Mucho "mar de fondo" ha de haber en la vida real entre los que se supone son "estrechos aliados occidentales".

La política exterior de Francia respecto al Medio Oriente ha seguido un camino divergente con la de Alemania. En el ataque a Libia Alemania se abstuvo de participar en tanto que Francia lideró los bombardeos de la OTÁN. En Siria desde que comenzó la guerra civil, Francia con bombos y platillos ha estado detrás de los insurgentes que derivaron en las milicias radicales de Al Nusra y del Estado Islámico. Alemania en cambio, ha sido más prudente. En realidad cuesta diferenciar en el Medio Oriente la política de Francia con la de los "halcones" de EEUU, o como más gráficamente los llamó Bush padre, "los culos de acero" (Iron Ass). Si no es coincidencia, es una asociación peligrosa la de los altos políticos franceses. ¿Le habrán vendido su alma al diablo?

Por otra parte es casi obvio que Francia se desliza por el tobogán del desastre político: los partidos tradicionales de izquierda y de derecha no atan ni desatan, como bien lo percibe la opinión publica francesa que se vuelca a  Marine Le Pen. Ella con un discurso de sentido común, la interpreta muy bien. No quiere decir esto sin embargo, que  pueda sacar a Francia del "tobogán de la catástrofe". Muchos buitres que ya huelen la desgracia francesa han de andar rondando sus Centros de Poder, porque Francia es un plato apetitoso, quizás el único país europeo que puede alterar la dirección que lleva Europa.

La ciudadanía en Francia ya no confía ni en los políticos ni en las fuerzas tradicionales y por eso se encamina a pasos agigantados a la crisis. Marine Le Pen,  aunque  parezca la eventual solución a los ojos de los electores, es un personaje peligroso para el "establishment" político francés y para los "culos de acero" de EEUU. Todo lo que pueda cerrarle el paso es útil. En un mundo donde campean la violencia y los asesinatos hasta se podría pensar que la propia vida de Marine Le Pen corre peligro. Las consecuencias de su llegada al poder afectan a muchos grandes centros de poder. ¿Seguiría con ella Francia ciegamente a Estados Unidos? Muy improbable, lo que naturalmente afectaría a la Otán. ¿Se mantendría Francia alejada de Rusia? Muy improbable porque Marine Le Pen no se traga la "satanización" de Rusia. ¿Seguiría la Unión Europea el rumbo que lleva hoy? Muy improbable porque Marine Le Pen es una gran crítica de la Unión Europea y de Bruselas. ¿Podría cambiar la política europea respecto a la inmigración? Muy probable porque la restricción a la inmigración es uno de los pilares de Marine Le Pen.

El reciente espionaje alemán de las relaciones exteriores francesas podría ser una señal que algo huele mal en ellas. Los asesinatos del día 13 dejaron en evidencia que la podredumbre podría ser bastante más profunda. ¡Qué lejos de las explicaciones apresuradas de las autoridades para tranquilizar al gran público!





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