Diversos acontecimientos e informaciones de los últimos días ayudan a entender de mejor manera lo que sucede en el Medio Oriente y su relación con sucesos europeos, particularmente con los recientes actos terroristas en París. Como una de las grandes preguntas es quién apoya y financia al Estado Islámico, parece útil sacar a colación una información del New York Times del 13 de Noviembre sobre la intervención de los Estados del Golfo en la guerra eterna en que se ha sumido Libia. Que ellos sean los motores del conflicto que continuó en Libia a la caída de Gadafi, es una muestra de la facilidad con que los países del Medio Oriente intervienen en las luchas que afectan a sus vecinos o próximos.
El 13 de Noviembre el New York Times informa de correos de altas autoridades de los Emiratos Árabes que dan cuenta de sus embarques de armas a una de las facciones que hace imposible la paz en la maltrecha (esto es poco decir) Libia. Estos embarques violaron el embargo internacional de armas a los contendientes en Libia y se han hecho en forma secreta. Dice el NYT: "Los correos abren también una nueva ventana sobre las maquinaciones ocultas y contradictorias de los actores regionales (del Medio Oriente) como los Emiratos Árabes Unidos, que han ayudado a inflamar la lucha aún cuando sus diplomáticos dicen que apoyan una solución pacífica."
Según el NYT los Emiratos se enfrentan en sus acciones subterráneas con su vecino, Qatar. El autor de uno de los correos, un alto diplomático de los Emiratos, habla del "envolvimiento profundo" de su país en los acontecimientos libios. Continúa el NYT diciendo que la Inteligencia y los diplomáticos de Occidente saben de hace un tiempo que ambos países del Golfo Pérsico han entregado armas a clientes rivales en Libia desde la guerra contra Qadafi el 2011. (Ya se sabe entonces que ambos países del Golfo eran los gloriosos luchadores por la democracia y la libertad en Libia, socios de un Occidente que no trepidó en bombardear al Ejército de Libia de la época, y se sabe también a quien hay que responsabilizar por el asesinato sin juicio previo, de Qadafi).
Que los Emiratos no son niño de pecho lo dejan en claro otros correos sobre las protestas formales de Estados Unidos por la violación de acuerdos internacionales de control de misiles, que los Emiratos no habrían cumplido al enviar "drones de reconocimiento" de su fabricación a Egipto. Las protestas incluyen también la compra por los Emiratos de armamento por US$100 millones a Corea del Norte.
Esta información sobre el comportamiento de los Emiratos lleva al mundo real y descubre como se mueven sus actores en él. Los dos pequeños gigantes del Golfo son potencias petroleras y nada los puede beneficiar más a ambos que la desaparición de un competidor como Libia en un mercado que está sobre ofertado. Grandes beneficios sacan ambos de financiar y apoyar cada uno a una facción libia asegurando así que Libia se mantenga en una situación caótica. Naturalmente sacar a Libia del mercado del petróleo o reducirlo significativamente, beneficia también a todos los otros productores (EEUU, Arabia Saudita, Rusia, etc).
Si los Emiratos y Qatar han apoyado el caos en Libia, ¿Por qué no habrían de hacerlo con Iraq, un potencial gigante en la producción de petróleo? Quien ha sido el brazo ejecutor para borrar el programa de desarrollo de la industria petrolera de Iraq ha sido el Estado Islámico. Una razón poderosa entonces para que detrás del Estado Islámico estén estos dos pequeños gigantes del Golfo. Sería increíble que nos los acompañara su patrón en el cartel de la OPEP, Arabia Saudita. Todos muy buenos amigos de Estados Unidos. Y todos beneficiados de cualquier recorte de producción de petróleo.
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