lunes, 14 de mayo de 2012

Otro Mago que se nos va (con un pedazo del alma...)

Hoy Francia no tiene plata, ni poder, ni quiere complicarse la existencia.



Ahora fue el turno de Sarkozy, “el Presidente Bling Bling”, mago y exhibicionista. Sorprendió de entrada –privilegio de mago– con Carla, una bella joven que no estaba en el programa. Inventó a Merkozy, que hizo sentir a los franceses como importantes para el mundo. ILUSIÓN. Como Alemania necesita una máscara que la esconda para actuar sin espantar a los europeos, el mago se prestó para esta ilusión. Porque es claro que quien tiene la plata y pone la música en Europa es Alemania. Hoy Francia no tiene plata, ni poder, ni quiere complicarse la existencia. Para ella es suficiente “Merkozy”, una ilusión. Hollande, a poco andar, lo asumirá.

El mago convenció al mundo que Francia había resuelto su crisis financiera del 2008, pero de nuevo sólo ilusionismo. Endeudó al Estado francés para cubrir un gran déficit fiscal, hasta que los mercados se dieron cuenta que todo no era más que un truco. Y en este acto el mago tuvo como ayudante a Madame Lagarde, sí, la misma, que hoy está a cargo del FMI (¿Necesitará el FMI, en los oscuros días que se avecinan, también una dosis de ilusionismo después de las acrobacias sexuales de Strauss Kahn?).

Pero también el mago Sarkozy se vistió de guerrero y encabezó el ataque a Libia.  Aquí las consecuencias fueron trágicas: la muerte de civiles inocentes. ¿Por qué lo hizo? No se sabe, más aún cuando le costó la vida a su amigo Gaddafi, a quien recibía en París y alojaba en una carpa en el jardín de la residencia para invitados presidenciales. ¿Sabía éste demasiado y podía hablar en el Tribunal de la Haya? ¿Fue una demostración del poder militar francés para impresionar (en algo que sea) al mundo? ¿Querría expulsar a los chinos del norte de África? Con los magos ilusionistas nunca se sabe dónde está la verdad.

El mago intentó, finalmente, lo imposible: ser Presidente de Francia con el apoyo de un cuarto de la población. Era mucha ilusión. No podía resultar.

Ya hemos visto a los magos Berlusconi, Zapatero y Sarkozy. ¿Puede Europa seguir viviendo de ilusionistas? Muy difícil. Rajoy y Hollande tendrán que traer seriedad al espectáculo. De otra manera, pronto veremos que la Reina Angela restablece las viejas alianzas y aparece en escena el Zar Vladimir.

Publicado en Estrategia

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