lunes, 20 de agosto de 2012

Naufraga Hidroaysén


Ahora que en “las duras” se conoce a Endesa como socio mayoritario, es dudoso que en nuestras tierras haya socios minoritarios que lo quieran acompañar en sus aventuras.

El naufragio de la economía española parece haber llegado a nuestras costas: Endesa España debe buscar fondos en el mercado financiero chileno. Pareciera que dicha compañía y su matriz italiana han perdido sus fuentes habituales de financiamiento. Nada más elocuente sobre la profundidad de la crisis española.

Se trata de aumentar el capital de Enersis sin que Endesa España ponga ni siquiera un peso, y sin perder participación en ella. Compensaría los aportes líquidos del aumento de capital con participaciones en otras sociedades tasadas por la misma Endesa. La opinión de los accionistas minoritarios de Enersis sobre esta operación no ha estado en la “Tabla”. Los españoles han querido un “dos por uno” en Enersis: hacer caja (nadie sabe para qué) y vender sin discusión ni análisis del Directorio de Enersis (la eventual compradora), bienes por el equivalente ni más ni menos, a la bullada inversión en el 50% de HidroAysén.

Este episodio no sólo ha servido para ver la agilidad y eficacia de las autoridades regulatorias y de los directorios de las AFP. Nos ha recordado también, que los españoles de Endesa son los que quieren salvar a Chile de la “oscuridad”. Después del episodio de Enersis, ¿quedará alguien que pueda creer que ellos con HidroAysén, pretenden realmente bajar el costo de la energía a los chilenos? ¿Hay aún inocentes que quieran sacrificar la Undécima Región en beneficio de esta Endesa española que “tanta consideración” muestra hoy a accionistas minoritarios chilenos?

Las urgencias del “gigante español” (hoy con pies de barro), no le permiten considerar ni tiempos ni formas. Van al ritmo de la crisis española, que con la fuerza de un huracán, amenaza llevarse por delante todo lo que encuentra, ya sean respetables autoridades o venerables empresas.

Endesa España ha mostrado la hilacha. Tan urgida por recaudar fondos de la manera que sea, deja dudas gigantescas sobre su capacidad de financiar HidroAysén, lo que quizás explique el enigmático y reciente “hecho esencial” de Colbún. Y ahora que en “las duras” se conoce a Endesa como socio mayoritario, es dudoso, por decir lo menos, que en nuestras tierras haya socios minoritarios que lo quieran acompañar en sus aventuras.

martes, 14 de agosto de 2012

Estados Bálticos: Tres (no tan) pequeños países

En veinte años más es probable que alcancen el nivel de ingreso de sus socios de la UE y parezcan una nueva Finlandia.

Lituania, Latvia (Letonia) y Estonia. Lejanos física y mentalmente de Chile, pero ya involucrados intensamente en la modernidad, como que Skype se desarrolló en Estonia.

Cadena humana antisoviética
Cada país más grande que Bélgica u Holanda, sumando los tres siete millones de habitantes. En común tienen haber formado parte del Imperio Ruso de los Zares, Lituania por cien años y Latvia y Estonia algo más de doscientos, hasta la Revolución Comunista de 1917 que fracasó en su empeño de incluirlos en la recién formada Unión Soviética. Pero en 1939 los tres Estados Bálticos debieron someterse, lo que dio origen a lo que los hermana hoy: el odio intenso al comunismo y a la URSS (lo que no hace fáciles la relaciones actuales con Rusia). A finales de los ochenta aprovecharon el reformismo de Gorbachov para recuperar su independencia, cuyo gesto más publicitado fue la cadena humana de dos millones de ciudadanos desde un extremo al otro de los tres países. Mucho dice del carácter de sus habitantes que las declaraciones de independencia se anunciaron con guarniciones del Ejército Soviético en sus territorios.

Estonia es prima hermana de Finlandia, un mundo de campesinos. Latvia cuya capital Riga, fue la tercera ciudad del Imperio Ruso Zarista, vivió vinculada a Alemania. Lituania por muchos años estuvo asociada a Polonia.

Con ingresos por habitante en PPP de US$5.000-US$6.000 a comienzos de los noventa, hoy Estonia llega a US$ 21.000, Lituania a US$19.600 y Latvia a US$16.200, cifras que ya consideran los dramáticos ajustes del 2008 gracias a los cuales estos países muestran este año las cifras más altas de crecimiento de la UE y una situación económica y financiera consolidada. En veinte años más es probable, al ritmo de progreso actual, que alcancen el nivel de ingreso de sus socios de la UE y parezcan una nueva Finlandia. Pero aún así, deberán recuperar los fuertes déficits en inversiones orientadas al bienestar de los ciudadanos por los cincuenta años de comunismo. El fantasma de la URSS penará por muchos años más a los tres Estados Bálticos.

lunes, 6 de agosto de 2012

Emerge Polonia

Polonia, con una población algo menor que la española, pero liderando a otros países de su región, se comienza a vislumbrar como la nueva estrella que asciende.
En 20 años España se convirtió en la estrella de la UE, hasta que la crisis del 2009 puso al descubierto que el resplandor se debía, en buena medida, al aumento sustancial de la deuda privada de los españoles (sistema financiero, empresas y familias).

Río Vístula, factor unificador de Polonia
Hoy es un lastre que compromete al Euro. Al momento de flaquear España ya se habían incorporado a la UE nuevos socios provenientes del centro de Europa, liberados del comunismo y de la opresión soviética. Polonia fue uno de ellos. Con una población algo menor que la española, pero liderando a otros países de su región, se comienza a vislumbrar como la nueva estrella que asciende.
Los polacos aún deben recorrer un largo trayecto para ocupar el sitial que desocupan los españoles, pero lo hacen a partir de una base sólida. Su cultura es milenaria y ha resistido casi tres siglos de esfuerzos avasalladores de naciones interesadas en su extinción. La educación tiene una larga trayectoria y su calidad se hace evidente en múltiples manifestaciones de la vida polaca.

Su sociedad hoy es homogénea, casi exclusivamente polaca, una herencia de los duros procesos étnicos que vivió Polonia en el siglo XX. Es también igualitaria gracias a un mundo rural marcado por la pequeña propiedad y por la nivelación forzada de los años del comunismo. También parece ser el baluarte del catolicismo en Europa, junto a su vecino, Lituania. Muchas razones para pensar que a Polonia será difícil que la domine la frivolidad que arruinó al sur europeo. Las desventuras del siglo XX, a diferencia de España, unieron profundamente a los polacos. No olvidan los polacos los 30 años terribles de Europa (1915-45), y los 45 años de sometimiento a la Unión Soviética.

No es extraña entonces la estabilidad política y el progreso económico de Polonia. Por 20 años y hasta el 2011 la economía creció en un 4,2% promedio, y el ingreso por habitante subió de US$5.800 (PPP) a US $20.300 (PPP). En medio de Alemania y Rusia que causaron su desventura en el pasado, estos vecinos le garantizan hoy una posición envidiable. En 10 años más Polonia debe superar a una España desconcertada y dividida.

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Poland's Strategy