martes, 25 de marzo de 2014

Estados Unidos en Ucrania

Tira la Piedra y Esconde el Brazo

De esta manera se podría caracterizar la intervención de EEUU en Ucrania. Ya es bien sabido que EEUU ha invertido US$5000 millones  (declaraciones de Victoria Nuland en el Press Club de New York) en "promover" la democracia en Ucrania (¿comprar voluntades?) y que el actual Primer Ministro de Ucrania era el nominado por el Departamento de Estado para ser Jefe del nuevo Gobierno de Ucrania. La misma Victoria Nuland, encargada para Europa y Europa del Este del Departamento de Estado, mandó a buena parte en forma grosera, a la Unión Europea que tenía un candidato diferente (Después se excusó de este arrebato). ¡La voluntad popular ucraniana en acción! 

El 21 de febrero en Kiev  el Presidente Yanukovich (todavía en funciones ese día), los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y Polonia (la "creme de la creme" de la Unión Europea), la Oposición Ucraniana de entonces (hoy en el Gobierno) y representantes de Rusia, lograron un acuerdo que solucionaba la crisis y que contemplaba un itinerario para modificar la Constitución de Ucrania y para elegir un nuevo Presidente. El acuerdo se logró a pesar de la inesperada matanza que le costó la vida a setenta personas en el Maidan en los días inmediatamente anteriores al encuentro, la que probablemente perseguía el fracaso de la reunión.

Parecía que estaban todos los actores para que el Acuerdo resultara exitoso. Pero claro faltaba el principal, los Estados Unidos. Y se hizo notar. El 24 de Febrero Yanukovich abandonó Ucrania y se hacía del gobierno el nuevo Primer Ministro, el candidato de la Sra Nuland.
Vitali Klitschko, líder de UDAR, candidato vetado por EEUU, y el Presidente Viktor Yanukovych  después de firmar el acuerdo del 21 de febrero en Kiev, Ucrania. Esta escena es del día anterior al Golpe de Estado que desconoció el acuerdo  recién firmado con el aval de los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y Polonia, y que hizo a Yanukovych huir a Rusia 


¿Quién actúo?  ¿Qué otro que no fuese Estados Unidos el único gran ausente  en la reunión de Kiev, podía botar el acuerdo alcanzado por personajes tan conspicuos? ¿Quién lo podía hacer tan rápidamente? ¿Quién le puede haber pasado un mensaje al oído a Yanukovich que lo hizo huir despavorido a Rusia en busca de protección?  ¿O habrá habido intervención divina? La entusiasta aprobación de Estados Unidos al Golpe de Estado y al nuevo gobierno de Ucrania dice más que mil textos, a pesar que para el país campeón de la democracia, este fue un nuevo renuncio en su política de "Nunca Más" a las violencias constitucionales. (Recientemente aprobó el Golpe que depuso a los Hermanos Musulmanes del Gobierno en Egipto). La Señora Nuland y su Embajador en Kiev dándole de comer a los opositores en la Plaza Maidán, mostraron también de qué lado estaban las simpatías norteamericanas.

Los líderes de la oposición en Ucrania: Yatsenyuk, continuador de la Timoshenko, actual Primer Ministro y candidato de EEUU; Tyanybok, líder de Svoboda el partido que llaman de "ultraderecha", enemigo irreconciliable de Rusia; Klitschko, candidato de la UE vetado por EEUU, líder de UDAR. 


Por supuesto que a Estados Unidos no le gusta dejar huellas de estos actos reñidos con su moral política y en los que cae con alguna frecuencia por "el bien de la Humanidad". Y por eso es que nunca más se habló del acuerdo de todas las fuerzas interesadas en una transición ordenada en Ucrania, y mediante el que Yanukovich  aceptaba entregar el gobierno después de un plazo prudencial. Tanto es así que  en una Cronología de los sucesos de Ucrania que publica US Today en los Estados Unidos (para el consumo de la gran masa de lectores norteamericanos) simplemente se omite esta reunión y sus conclusiones. ¡Así se in-forma a la opinión pública de la Gran Democracia!

Si los acontecimientos hubiesen seguido el curso acordado por la de Mesa de Diálogo organizada por la UE y Rusia no habríamos visto la separación de Crimea ni su incorporación a Rusia, ni a las tropas rusas en la frontera ucraniana, la flota de Ucrania aún estaría en manos de ese país, el precio del gas ruso no habría subido para Ucrania, Putin no le habría cantado sus verdades a los Estados Unidos, el Departamento de Estado de los EEUU y los líderes europeos no habrían insultado ni "basureado" a Putin, la Unión Europea no habría quedado en el ridículo, el G8 no sería G7, las ciudades del Este de Ucrania estarían tranquilas, y Ucrania habría tenido alguna posibilidad de éxito en su intento de arreglar su grave crisis económica y financiera.

El procedimiento seguido por EEUU, esto de actuar en la sombra y tirar las piedras sin dar la cara, se está haciendo habitual. Lo hizo en Libia donde ocupó a la OTÁN (pilotos daneses y aviones suecos) para bombardear y guerrear con Gadafi hasta matarlo; lo hizo en Siria donde aparecieron Arabia Saudita y algunas eminencias del Golfo, buenos y fieles representantes de los EEUU. En este caso Estados Unidos cuál matador en una corrida de toros, se preparaba para dar el golpe mortal con su flota de barcos cargados de misiles enfrente de la costa de Siria, cuando se le atravesó Rusia con una flota adecuada, y tuvo que acceder a una solución pacífica presionado por su propia opinión pública que ya no soporta estos enredos internacionales y que por supuesto no quiere una confrontación con un país como Rusia.

Rusia llegó a los extremos señalados en la crisis de Siria, para hacer respetar su derecho a veto y el de China en las resoluciones del Consejo de Seguridad (El mismo derecho que ingenuamente  el Presidente Piñera quería abolir). Por supuesto Rusia tenía también otros motivos para no aceptar la campaña guerrera de EEUU en Siria. La siembra del caos que parece ser la especialidad norteamericana del siglo actual, no es aceptable para Rusia y menos en su vecindario porque como siempre pasa en los grandes incendios, las llamas se pueden propagar a los vecinos.
       
Rusia entendió que quién no quiso la transición pacífica de Ucrania y quién organizó el cambio de Gobierno fue Estados Unidos. Las consecuencias para Rusia de un gobierno en Ucrania capitaneado por Estados Unidos eran fáciles de prever para el Gobierno de Putin. Por eso el lenguaje ruso cambió rápidamente y Rusia se puso en pié de guerra, lo que no es poco decir si de Rusia se trata. El Golpe de Kiev inició un nuevo capítulo en la guerra soterrada que han mantenido rusos y norteamericanos, pero esta vez el escenario está al lado de Rusia. El mundo es espectador de un conflicto en el que como dicen algunos norteamericanos, su gobierno juega póker y los rusos ajedrez, un conflicto que tiene la trágica particularidad de hacer que los espectadores en cualquier lado del mundo que estén, pueden terminar como damnificados.  



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