Los múltiples desafíos de una gran potencia global no son suficiente explicación para la agitación extrema de Estados Unidos que no deja respirar a un mundo atribulado por la crisis perpetua.
El misterio de la agresividad norteamericana no encuentra una respuesta satisfactoria. La potencia imperial ha convertido en "caldera del diablo" al Medio Oriente, amenaza a Irán, trata periódicamente que Corea del Norte "pise el palito" con maniobras de guerra para destruirlo, "picanea" a Rusia como anticipo de la "faena de un matador", acompleja y humilla a los europeos occidentales, y" last but not least", está empeñada en marcarle el territorio a una China llena de vigor que parece recién haber descubierto el mundo. ¿Cuál puede ser entonces la solución para una ecuación tan compleja?
Tres son los temas favoritos que enarbola Estados Unidos en su política internacional: Primero, la protección de la Democracia, el Imperio de la Ley y el desarrollo de Instituciones acordes con ella; segundo, la protección de la población civil amenazada por conflictos bélicos que hacen tabla rasa de los Derechos Humanos y tercero, el desarrollo económico. Se plantea así Estados Unidos como el Gran Campeón de la Civilización enfrente de un mundo que sin un gran tutor, amenaza con regresar a la Época de las Cavernas.
Tras estas banderas de lucha Estados Unidos alineó por muchos años a numerosos y diversos países que confiaban en el campeón del Siglo XX, proveniente de una América casi virginal, sin los vicios de la vieja Europa. El comienzo del nuevo siglo ha traído sin embargo la desilusión y la duda.
¿Cómo creer en la pureza democrática de Estados Unidos cuando Arabia Saudita es uno de sus más fieles seguidores y aliado incondicional, un reino donde el despotismo y la negación de los derechos ciudadanos constituye la normalidad? ¿Y qué decir de los aliados del Golfo Pérsico, ¿demócratas? ¿Y de los malabares en Egipto donde Estados Unidos le quitó el piso a su aliado de toda la vida, el "Dictador" Mubarak? La democracia que nació a continuación, mostró a poco andar, que prefería caminos diferentes a los occidentales, eligió a los Hermanos Musulmanes y provocó en poco tiempo un Golpe de Estado aprobado por Estados Unidos que así marcó los límites en los cuales se puede mover "el mundo democrático".
En Libia el ataque aéreo de la OTAN, el apoyo a las milicias revolucionarias y el asesinato de Gadafí, han desmentido los buenos propósitos básicos de los Estados Unidos: allí no se instauró la democracia y el PGB cayó en 15% después de las acciones de Occidente. De las Instituciones mejor ni hablar. Se entronizó la anarquía y la población civil está más desprotegida que nunca en medio de las luchas armadas entre las diferentes facciones.
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| LIBIA: EL SALVAJISMO SIN CONTROL CONTRA CIVILES INOCENTES DESPUÉS DEL ATAQUE DE LA OTÁN. EL PAÍS QUEDÓ SIN GOBIERNO. |
¿Y Afganistán? Con una mínima dosis de realismo habría que considerarlo como un campo para ejercicios de los Ejércitos Occidentales. Y lo que no es menor, como un gran proveedor de heroína. Digna cosecha para los luchadores por la libertad, los continuadores de los Founding Fathers. El presidente Karzai que se retira de su cargo después de trece años de ejercerlo, ha dicho que Estados Unidos no quiere la paz en su país y ha denunciado sus acciones militares, muchas de las cuales han causado la muerte de civiles (Daño Colateral). Se estima que 21.000 civiles afganos han muerto desde la llegada al país de las tropas de Estados Unidos en 2001. En su discurso de despedida Karzai no mencionó a los Estados Unidos a pesar de los aportes de US$ 100.000 millones para las fuerzas de seguridad y para las Obras Públicas del país. Agradeció sin embargo, a China, Alemania, India, Irán, Japón, Arabia Saudita, Corea del sur y Turquía, por la ayuda que prestaron con posterioridad a la invasión
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| El Presidente Karzai de Afganistan. Asumió a la llegada de las tropas de EEUU en el 2001 |
¿Diez años de presencia norteamericana en Iraq para qué han servido? En las tierra del ajusticiado Sadam Hussein el ex aliado de Estados Unidos, hoy no hay seguridad alguna: la Comunidad Internacional ha debido movilizarse de urgencia para proteger a ciudadanos indefensos ante la brutalidad de las facciones que pululan por sobre las huellas que dejaron cientos de miles de soldados de Estados Unidos. Todo después de 140.000 civiles y 50.000 combatientes muertos. (cifras documentadas) ¿Y es democrática lo forma como Iraq elige sus autoridades cuando está presente el largo dedo del Departamento de Estado que decide quien puede gobernar?
El Costo de la Democracia
El "sistema del dedo" es el mismo sistema que operó en Ucrania en febrero de este año después del Golpe de Estado impulsado por Estados Unidos. En toda justicia hay que reconocer que Estados Unidos pagó caro por este derecho: US$ 5000 millones según el Departamento de Estado, fue el monto de los aportes para el desarrollo democrático en Ucrania (¿comprando voluntades?). En Iraq diez años de invasión le costaron a Estados Unidos cuatro mil soldados muertos, claro que muchos de ellos mexicanos y de otras nacionalidades, ahora mudos testigos de una operación militar que parece no haber tenido objetivos y que los envió tristemente en ataúdes, a las tierras de sus padres. Pero en Iraq hay además costos monetarios, del orden de cientos de miles de millones de dólares por el tiempo que duró la presencia de las fuerzas de Estados Unidos.
Cualquiera que conoce algo a Estados Unidos sabe que es un país donde entienden de negocios y donde las cuentas están siempre claras. Allí se domina el arte por excelencia de los negocios, cómo y cuando hacer las pérdidas. ¿Se puede creer entonces que por diez años estuvo despilfarrando recursos y vidas humanas en Iraq para retirarse sin pena ni gloria y con el estigma de haberle mentido al mundo? Tiene que haber sido evidente hasta para los más recalcitrantes, y desde el comienzo de la invasión, que Estados Unidos no convertiría a Iraq en una nueva Atenas.
No, a estas alturas es evidente que Estados Unidos no busca la democracia, ni el progreso económico ni la protección de los civiles indefensos. No está ahí el sentido a los miles de muertos que dejan las intervenciones de Estados Unidos. No hay manera que la propaganda majadera de los medios occidentales pueda torcer la verdad de este actor imperial que es Estados Unidos en los primeros años de este siglo y hacer que los muertos inocentes desaparezcan y se olvide el terrible "Daño Colateral".
La Industria de Armas
Es una solución recurrente y bastante simple para el enigma del siglo. Es obvio que los conflictos internacionales alientan el armamentismo y que ello es una buena razón para que el lobby de las armas en Estados Unidos los empuje y como consecuencia al presupuesto de Defensa, por mucho el más importante del mundo. Supera el 4% del PGB de Estados Unidos y es ¡diez veces más grande que el de la "Rusia Imperial de Putin"! No parece fácil entonces que los vendedores de armas consigan aumentar el poderío militar de USA. La tendencia más bien parece ser la contraria a la luz de la necesidad de reducir el gasto público en USA.
La revoltura del mundo este año 2014 ha sido sin embargo "miel sobre hojuelas" para los vendedores de armas en Norteamérica. Les resulta más fácil convencer a congresistas y a la Presidencia que no deben disminuir el presupuesto de defensa. Pero por ahora solo la amenaza de un conflicto militar con Rusia o con China puede justificar una mayor demanda de armas en Estados Unidos. Pero si esta bien puede ser una causa que explique la animosidad de Estados Unidos con Rusia, no justifica la agitación eterna en que Estados Unidos mantiene a los países árabes. Son países o pequeños o muy débiles que poco pueden hacer contra el poder de las armas y la riqueza de Estados Unidos. La disparidad es demasiado manifiesta por lo que no es creíble que el presupuesto de defensa de Estados Unidos pueda crecer sustancialmente por lo que suceda en el Medio Oriente (Salvo el caso de una invasión de largo aliento como fue la de Iraq). Aunque sea mucho el terror que se le inyecte a los ciudadanos norteamericanos con las imágenes de los milicianos de negro que se pasean por la Mesopotamia. El afán de aumentar las ventas de armas ayuda al espíritu agresivo de Estados Unidos, pero no se lo puede calificar como la Gran Razón de su agresividad internacional. No explica la caldera del diablo en que Estados Unidos ha convertido al Medio Oriente.
Junto al lobby de las armas siempre se menciona al lobby del petroleo como impulsor de las aventuras bélicas de Estados Unidos. Y con él aparece una veta que ayuda mucho a entender al Estados Unidos agresivo y violento. Motivo para una nueva columna.
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