martes, 16 de septiembre de 2014

Ataques Aéreos a Siria

Lo que no pudo conseguir el año pasado el Gobierno de Estados Unidos lo ha logrado hoy: ¡Los aviones de Estados Unidos irán a bombardear Siria!

Las andanzas bélicas occidentales traen malos recuerdos. Suelen cambiar de curso como las acciones aéreas de la OTÁN en Libia. Autorizadas por las Naciones Unidas para  proteger a la población civil degeneraron  en el ataque que derrocó al  gobierno de Libia y en el asesinato de Gadafi. Ahora se trata de destruir al Estado Islámico en Iraq y Siria. ¿No se escaparán algunas bombas y misiles de Estados Unidos contra las fuerzas del Gobierno sirio? Estados Unidos parece convencido que este gobierno acumula suficientes cargos que lo hacen acreedor a un castigo. Sería un acto de justicia entonces aprovechar los ataques de la aviación de Estados Unidos para destruir al Gobierno de Bachar al Asad por sus culpas reales o imaginarias. Basta que lo afirme Estados Unidos para que lo imaginario pueda ser real, como el hipotético ataque con armas químicas a los niños sirios.  No exime a los sirios de sus culpas la entrega a Occidente para su posterior destrucción, de todo su arsenal químico.  


Pero además, Estados Unidos no olvida que debe destruir al Gobierno de Siria, un adversario que entorpece el control de  Irán y que cobija la gran base naval rusa del Mediterráneo. Y como presume que sus bombardeos harán desaparecer al Estado Islámico, Estados Unidos formará un nuevo ejército en Jordania (Arabia Saudita según otras fuentes) que reemplazará al Estado Islámico en su lucha contra el Gobierno Sirio. 

Cuesta entenderlo. El Estado Islámico ex ISIS, era el año pasado una fuerza que junto a Estados Unidos protagonizaba y lideraba la lucha contra el gobierno de Siria. Con ellos participaban Turquía, Arabia Saudita y otros acólitos del Golfo. Todo por la libertad, democracia y dignidad de los sirios. ¡Amigos entonces, enemigos ahora! El ISIS o Estado Islámico: Una cara en Siria, luchadores por la libertad, democracia y dignidad de los sirios, y otra en Iraq, el Imperio del Mal. Así de alambicado es el ajedrez que juega la gran potencia del mundo. Mezcla  imágenes fantásticas que "emborrachan la perdiz" de la opinión pública y duras realidades militares.

No sería raro que el nuevo Ejército "moderado" (claro, tiene que ser el adalid de la derrota del Gobierno Sirio y por eso debe ser la imagen de la Justicia) reciba al gran contingente del Estado Islámico condenado a desaparecer después que ha cumplido su misión: ser la causa que lleve al territorio sirio los bombardeos norteamericanos. Al fin de cuentas los ejércitos en el Medio Oriente nacen y mueren según sean las necesidades de las campañas de imágenes.


Un año ha transcurrido desde de la gran frustración del Gobierno de Estados Unidos que no pudo atacar entonces con sus misiles a Siria. Se lo impidió la opinión pública mundial hastiada de guerras insensatas, y la firme oposición de Rusia. Pero ahora se las ha arreglado para que  en Siria se encuentren poderosos enemigos del Gobierno de Bashar al Asad:  1) El Estado Islámico bien financiado (así dicen al menos) y  extraordinariamente bien equipado gracias al armamento "made in USA" que abandonaron las divisiones de Iraq (40.000 hombres) cuando huyeron del Estado Islámico en el norte de ese país; 2)  El nuevo ejército "moderado" que Estados Unidos  entrenará en tierras de Jordania  y 3) La aviación norteamericana.

¿A quien atacará la aviación de Estados Unidos? ¿Al Estado Islámico? ¡Pero si este es el antiguo aliado de Estados Unidos!   Ahora los pintan como los peores demonios. Dice el inefable Biden el Vicepresidente de Estados Unidos, en una maravillosa reflexión que nos acerca a lo sobrenatural después de recordar el poder sin medida de Estados Unidos y su memoria implacable, que    
"los perseguiremos hasta las Puertas del Infierno para traerlos ante la Justicia y enviarlos al Infierno". Esta nueva Cruzada suena poco convincente. ¿Destruirá Estados Unidos a una fuerza llena de armas por cortesía del ejército de Iraq (engendro de Estados Unidos), que combate contra los militares sirios? Un mínimo de realismo hace pensar que los dardos irán contra el Ejército de Siria y  de vez en cuando para la "Galería", algunos misiones atacarán al Estado Islámico.     

Ha surgido sin embargo un  contratiempo: Bashar Al Asad ya se ha puesto en guardia y señaló que las incursiones aéreas de Estados Unidos en territorio sirio debían contar con la aprobación Siria. Parece de Perogrullo. Pero ya se sabe que a Estados Unidos no le gusta que se crucen en su camino ni le recuerden estas odiosas normas que tienen que ver con el Derecho Internacional. Rusia por su parte ha declarado que la acción unilateral de Estados Unidos  es inaceptable y que ella debe pasar por la aprobación  del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La humillación siria del Gobierno de Estados Unidos ya cobró la primera cuenta a Rusia. Estados Unidos  lo ha apartado de Europa y lo enreda en Ucrania. Ahora es el turno de Siria.

El problema será mayúsculo. ¿Permitirá Rusia que las bombas de USA se desvíen contra el Ejército sirio? ¿No permitió los misiles de la flota norteamericana el año pasado y permitirá las bombas de la aviación estadounidense este año? ¿Si Rusia  ha de enfrentar militarmente a USA, no es mejor que ello suceda lejos de sus fronteras y por medio de un aliado como Siria?
¿Pondrá Rusia a disposición de Siria misiles que puedan dañar a los aviones norteamericanos? 

¿Buscará Estados Unidos que Rusia se involucre en Siria para que exista el "casus bellis" que permita un ataque militar a Rusia? Las noticias que llegan de Rusia hablan que la manifiesta animosidad occidental y la inquina del Gobierno de Estados Unidos, presagian una agresión militar. Y Rusia se prepara para enfrentarla tranquila por que su Gobierno  asegura que el país se puede defender de un golpe occidental, por violento que este sea. ¿Hasta digerir un "first strike" nuclear de Estados Unidos?

Una crisis que parecía amainar con la tregua de Ucrania pronto se trasladará a Siria y puede tener consecuencias imprevisibles. Al fin y al cabo hace cien años la Primera Guerra Mundial comenzó por el conflicto de la pequeña y modesta Serbia con el poderoso Imperio Austro Húngaro.

Los próximos días pueden ser trágicos y emocionantes. La crisis ha progresado mucho y ha tomado un curso que cada vez deja menos opciones a sus actores. ¿Despertará la opinión pública norteamericana drogada con imágenes terribles, para ponerle riendas y freno a sus líderes? ¿Quién pone sensatez en Occidente? ¿No será el turno de quién más sabe a qué conduce la guerra, la Alemania enriquecida y castrada del animo que parece un zombi en medio de la tormenta?

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