sábado, 20 de febrero de 2021

La Enfermedad Americana

Ésta columna hay que leerla como continuación de la columna anterior, Estados Unidos y la Gran Inmigración Europea

¡Las vueltas de la vida! 

En los años Sesenta del siglo pasado fue famoso un libro de un gran periodista francés: El Desafío Americano, todo un símbolo de la admiración mundial de entonces por Estados Unidos. Un país que hoy no suscita admiración sino inmensa preocupación, porque se advierte que Estados Unidos la cabeza del mundo unipolar, la Nación Excepcional como se auto proclama, está enfermo de gravedad sin que se perciba claramente adonde lo podría conducir su enfermedad.  Sin embargo,  la "Enfermedad Americana" parece un "deja vu". En Occidente a fines del siglo XIX y comienzos del XX, se vivió algo parecido. La causa: la Revolución Tecnológica de entonces, los barcos a vapor, los ferrocarriles, el telégrafo, las máquinas industriales... Hoy es la Revolución Informática, la Inteligencia Artificial, la robótica, la Globalización o "el mundo en un pañuelo", que golpea fuertemente a la sociedad que ha sido la principal propulsora de estos progresos, Estados Unidos. 

¿Cómo se entiende el fenómeno social que en Estados Unidos dio origen a los Deplorables, así bautizados por Hillary Clinton durante su campaña presidencial del 2016? Ella los identificó como seguidores de Trump, ésos que al fin de cuentas le dieron su triunfo  con los votos electorales de los Estados que estaban en el fiel de la balanza; estados industriales de tradición demócrata, que se encontraron inesperadamente en una mala situación económica a pesar del brillante progreso de la Revolución Tecnológica  del siglo XXI. Los Deplorables rompieron los esquemas tradicionales de la política de Estados Unidos, y constituyen desde la elección presidencial del 2016, un factor que cambió un cuadro político que parecía dominado sin contrapeso por las élites a través del dominio que ejercen tanto sobre el Partido Demócrata como como sobre el Partido Republicano.   

El olvido de la propia historia

Pareciera que lo dirigentes norteamericanos de hoy se han olvidado de sus orígenes. Se sorprenden que el progreso técnico que ha encabezado Estados Unidos en los últimos cincuenta años, beneficie a otros países como China. Estados Unidos surgió gracias a la Revolución Industrial (hechura europea) acompañada de inversiones  y de masas de inmigrantes europeos que llegaron a un territorio muy bien dotado. Los inmigrantes arribados con el hambre que arrastraban de Europa, vieron cumplido lo que llamaron el "sueño americano", prosperidad y confort material. No tuvieron mucho tiempo para preocuparse del cultivo del espíritu; el cielo para ellos fue la riqueza, comprensible en emigrantes que a pesar de su cultura y civilización, sufrieron la pobreza y la miseria en sus tierras de origen. En Estados Unidos no tenían tiempo que perder en busca de la riqueza que estaba a la vuelta de la esquina. De ahí la frase "time is money"

¿De qué se sorprenden ahora en Estados Unidos cuando ha llegado la hora del Oriente gracias a la Globalización y la Revolución Tecnológica desarrolladas e impulsadas por Estados Unidos? Muchas de las empresas de Estados Unidos  buscaron mejorar sus resultados emigrando al Oriente para reducir sustancialmente la cuenta de remuneraciones que se les había hecho imposible en Estados Unidos. Fue una manera de hacerse competitivas cuando el extranjero (China entre otros) ofrece alternativas más convenientes que las tradicionales. Los países desarrollados por definición tienen remuneraciones más altas que los países que surgen. No es ninguna sorpresa entonces que empresas de Estados Unidos hayan buscado establecerse en el Oriente y así usar el propio terreno del adversario para competir. ¿ Dejan cesantía  y ciudades y regiones deprimidas en Estados Unidos? Sin duda. ¿Y qué? Ese no es su problema responden, ¡es un problema de sus políticos! No dejan de tener razón porque de otra manera ¿Cómo podrían sobrevivir?

No faltaba más que los políticos occidentales culparan a China por la situación trágica que enfrentan. ¿Y por qué no si ya la culpan del virus "chino" que dejó al descubierto la incompetencia y corrupción de Estados Unidos? ¡El líder de Occidente, Estados Unidos, un país que  mira la paja en el ojo ajeno y que no ve la viga en el propio! Como niño acostumbrado a que el mundo lo regalonee, grita ahora que ¡es culpa de China el desequilibrio comercial con Estados Unidos! 

La "Enfermedad Americana"

Estados Unidos ha sido la fuente de desarrollos asombrosos en el campo de la informática. Una consecuencia de ellos es que las distancias físicas se han acortado; junto al desarrollo del comercio libre, convirtió a países como China en grandes centros productivos. Los empresarios norteamericanos que pudieron hacerlo trasladaron muchas de sus actividades productivas a China donde funcionan con personal disciplinado y educado en la cultura milenaria de ese país,  que además trabaja por una fracción del costo del personal de Estados Unidos. Los que no lo han hecho enfrentan una grave competencia de productos chinos que los ha dejado "a medio morir saltando". Al igual que los europeos en el siglo XIX, hoy Estados Unidos ha promovido un progreso tecnológico que ha terminado por afectar a grandes sectores de su propia población. Los afectados en el peor de los casos han perdido sus trabajos y sus fuentes de ingreso en beneficio de orientales; en el mejor de los casos vegetan. Más aún, Estados Unidos le ha echado leña a la hoguera con su política permanente de mantener un saldo  deficitario en su balanza comercial, lo que significa en términos simples, que permanentemente países extranjero proveen el exceso de consumo de los norteamericanos. La Cuenta Corriente también ha sido negativa en Estados Unidos ¡en los últimos cuarenta años!  Muestra un país que mantiene su nivel de vida gracias a los créditos e inversiones de los extranjeros (El 2019 ésta llegó ni más ni menos que a - US$500 billones).  Y no menor es el aprovechamiento del dólar como la "gran moneda internacional", para financiar gastos equivalentes al gigantesco presupuesto militar; año a año Estados Unidos puede aumentar la cantidad de dinero sin mayores efectos inflacionarios gracias a la demanda internacional creciente por dólares.  

El camino a China

Parece natural  se concentre en el Oriente el desarrollo de muchas actividades económicas tal como  sucedió en Japón  hace 60 años y más recientemente, en Corea del Sur. Claro, Corea del Sur es un país relativamente pequeño y Japón siendo importante, no es ni un décimo de China, por lo que el despertar de este último país que ya es la primera economía del mundo, cambiará sustancialmente las relaciones internacionales. Una pesadilla para muchos occidentales acostumbrados a un mundo dominado por Occidente y que ven en la llegada de China una aparición de otro planeta. Pero así se juega el partido del Globalismo: ¡todos hoy ciudadanos del mundo! 

Con China hay en Occidente muchos prejuicios propios de la lejanía y del misterio que envuelve a a la cultura china. No se miran sus virtudes y se la desprecia; ya a fines del siglo XIX un editor de Nueva York  hablaba de "esos desagradables hábitos de economía, industriosidad y abnegación" de la población china que vivía en Estados Unidos. (citado por George Tindall en Historia de los Estados Unidos).

Los daños sociales de la Revolución Tecnológica

La desgracia que aflige hoy a Estados Unidos, la desarticulación de su sociedad como consecuencia de la Revolución Tecnológica de nuestros días, afecta negativamente a grandes sectores de ella. En Mayo del 2016 este Blog hizo presente indicadores del estado de la sociedad de Estados Unidos

- La "mediana" de los ingresos familiares no ha cambiado en términos reales entre el 2000 y el 2016. 
- Mientras tanto el gasto en educación superior y el gasto en salud  han aumentado entre el 2000 y el 2014 en 90%  en términos reales. 
- Las utilidades después de impuesto de las compañías se han más que triplicado entre el 2000 y el 2016 mientras los ingresos familiares permanecen iguales.
- El 1% de las familias más ricas que en el período de la gran prosperidad norteamericana entre 1950 y 1985 percibía el 8% aproximadamente del ingreso total del país, ha pasado ahora a recibir el 2013 más del doble: el 17.5%, volviendo así a los niveles que existieron entre 1920 y 1940 
 
La élite  más que duplicó su participación en la renta nacional entre 1985 y 2013 mientras las familias norteamericanas debían enfrentar las adversas condiciones en que las puso la Revolución Tecnológica.  El Pew Research Center en Enero del 2020 mostró que continúa la tendencia que le permite a los más ricos hacerse de un mayor porcentaje de la renta nacional de Estados Unidos. Para los que tengan dudas y crean que el problema de Estados Unidos es la crisis del 2007-2009, el indicador que muestra un cambio en la posición relativa de las élites y de la gran masa de trabajadores, se arrastra al menos por los últimos treinta años.
El mismo Pew Research Center publicó el 18 de Febrero de este año la opinión de 925 líderes de opinión de Estados Unidos. La mayoría (47% contra 39%) cree que en el 2025 la vida será en algunos aspectos peor. Citan en primer lugar un aumento de la desigualdad económica producto de las distinta capacidades de la gente para adaptarse a la Revolución Informática.

 ¿Y las élites qué?

Ellas son las grandes ganadoras. La Revolución Tecnológica actual ha abierto campos insospechados que los aprovechan los que los han desarrollado y los inversionistas que los acompañan. El mundo globalizado permite que los empresarios de la Nueva Ola exploten sus desarrollos con beneficios astronómicos. 

Un ejemplo reciente: El año recién pasado según el Índice de multimillonarios de Bloomberg, "el 0.001 % de la población se benefició en medio de la crisis sanitaria, las 500 personas más ricas del mundo agregaron 1.8 billones de dólares (trillones en nomenclatura de Estados Unidos) a su patrimonio neto combinado y ahora tienen una valoración de 7.6 billones (trillones en nomenclatura de Estados Unidos)".  En Estados Unidos Jeff Bezos y Elon Musk de Amazone y Tesla "los dos hombres más ricos del mundo, ganaron aproximadamente 217,000 millones de dólares en 2020".  En un año de Pandemia y cuarentenas, una  situación absurda y trágica para el tejido de las sociedades occidentales.

Son los empresarios de la Nueva Ola la punta de lanza de un nuevo mundo que cambiará radicalmente la forma de vivir, tal como en su época lo hizo la Revolución Industrial que dio origen a las grandes urbes. Lo que estuvo vigente hasta hace cincuenta años tiende a desaparecer, años más o años menos. El mundo actual es un mundo en transformación que en el largo plazo mejorará mucho las condiciones materiales de los seres humanos. Pero este futuro promisorio tiene un gran problema; será realidad en el Largo Plazo y para llegar al Largo Plazo hay que pasar por muchos Cortos Plazos, alguno de los cuales pueden traer situaciones políticas y sociales muy graves que alejen o hagan imposible el Largo Plazo Idílico. Ello no es raro porque mucha gente tendrá que cambiar su manera de vivir, y ese cambio difícilmente será apacible. Muchos antes de ser beneficiados, serán perjudicados, y algunos gravemente perjudicados.

Un problema sin administración

La llegada a la Presidencia de Trump acompañado por los "deplorables" puso de actualidad el problema y logró que los Medios hablaran algo, no mucho, de la crisis social de Estados Unidos. Sin embargo el 2004 un senador demócrata por Nueva York, la quinta esencia de lo que llaman en Estados Unidos un "liberal", se juntó con un economista conservador que había sido subsecretario de Hacienda de Reagan, para denunciar la tragedia que enfrentaba Estados Unidos por la pérdida de trabajos ocasionada por el traslado masivo de empresas a China. Primero lo hicieron en un artículo que escribieron en el New York Times reproducido en una columna reciente de Craig Roberts. Después en un seminario de la Brooking Institution. Así que el campeón del libre comercio internacional, Estados Unidos, se pilló los dedos con su propia política. Al promover el libre comercio no imaginó que la Globalización iba a permitir a sus propias actividades productivas, trasladarse al Oriente para aprovechar una mano de obra más barata y exportar desde allí sus mercaderías a Estados Unidos, aprovechando que prácticamente no pagarían aranceles y usando la "cercanía" que permiten los desarrollos tecnológicos modernos. ¡Gran negocio para los accionistas y dirigentes de esas empresas! ¡Pésimo negocio para el personal en Estados Unidos que perdió sus empleos!

Es increíble que con un diagnóstico el 2004 tan claro del problema, nada se haya hecho en Estados Unidos para enfrentarlo. La Globalización hoy significa que no hay mercados laborales estancos y que la masa de trabajadores es una sola en todo el mundo. Los trabajadores de  países que recibían buenos ingresos, deben reducirlos para ponerse al nivel de países con grandes masas de trabajadores de bajo costo. Todo en beneficio de los dueños del capital ¡Una desgracia social mayúscula en países de altos ingresos como Estados Unidos! ¡Presagio de graves crisis políticas ante las cuales el período de Trump parece juego de niños! ¿Nada más que gritos y fanfarronerías estilo Trump en el futuro? ¿No es acaso un terremoto social en los países más ricos? ¿Cómo reaccionarán? ¿En la desesperación creerán que guerras o revoluciones son una solución?

¿Make America Great Again?

Para enfrentar un problema de la magnitud del que ha dado origen a los Deplorables, Estados Unidos debiera recurrir a sus mejores artes sin que ello garantice el éxito de sus esfuerzos. El problema que plantea la Revolución Tecnológica de nuestros días se torna más difícil por los muchos otro problemas que enturbian la vida de la sociedad norteamericana y que serán objeto de una próxima columna. 

¿No podría Estados Unidos  corregir el problema devaluando su moneda para hacer más competitivas sus producciones? Por supuesto que sí, pero tendría que pagar un altísimo precio al sembrar la incertidumbre sobre el dólar como moneda de reserva y como moneda para los intercambios internacionales. ¿Cuánto perderían los tenedores de la deuda norteamericana que hoy perciben bajísimos intereses por ella? ¿Y los acreedores internacionales que han prestado en dólares? ¿Y los inversionistas internacionales que han invertido en Estados Unidos? Sin duda la devaluación sería catastrófica para Estados Unidos, lo que no quita que a la larga quizás no le quede otra solución. 

Negros nubarrones en torno a Estados Unidos

Sin que haya una relación causal directa entre la emigración masiva europea de fines del XIX y comienzos del XX, y los graves trastornos sociales del siglo XX, no se puede dar por sentado que ellos son absolutamente independientes. Fue demasiado grave la emigración masiva europea para asumir que quienes partían lo hacían románticamente a la conquista del "sueño americano". La realidad fue que gente desesperada y quizás con hambre, decidió abandonar sus raíces para partir a un destino incierto en un país desconocido. Sobre esa realidad no se puede construir el mito de emigrantes que salieron de sus países a "hacerse la América". Quienes emigraban solo buscaban un espacio bajo el sol, algo que sus propios países habían hecho imposible en la tierra de sus antepasados. Hoy la situación no se resuelve con la emigración de los que sufren en carne propia "la enfermedad norteamericana" porque la ventaja de China es que dispone de cantidades enormes de personas que trabajan por un ingreso mucho más bajo que el de sus contrapartes en Estados Unidos. ¿Adónde podrían ir las víctimas de la moderna Revolución Tecnológica? ¿Encontrarían algún lugar  que les ofrezca una alternativa semejante a la vida que llevaban en Estados Unidos cuando aún estaba vigente "el sueño americano"? 

¿ Qué giro violento traerá la nueva Revolución Tecnológica a Estados Unidos y al Mundo?  ¿Quedan aún optimistas que crean que el surgimiento de los Deplorables será gratis? Estados Unidos debe atender especialmente la cara fea de un fenómeno de dos caras que hoy domina toda la vida de su sociedad, so riesgo que se cumpla el dicho "el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". La Revolución Tecnológica del siglo XIX con sus miserables emigrantes y los ricos de los Cementerios Monumentales, desembocó en las dos Guerras Mundiales y en múltiples trastornos sociales. ¿Adónde conducirá al mundo la Revolución Tecnológica del siglo XXI? 

¿Es gratis el progreso? El siglo XX mostró lo contrario. 












2 comentarios:

  1. Estamos frente a un tema de arbitraje de mercado. Los ARBITRAJES se dan en todos ellos, desde luego, también, entre todos, en el laboral y en el de la tecnología, más aún, con la actual apertura global del mundo que los viabilizan
    Este nuevo artículo está escrito con las habituales: fluidez y lucidez del autor, y viene a complementar su sustancioso y contencioso artículo, inmediatamente anterior.
    Habrá eso sí que hacer votos por el que los nubarrones que presenta el horizonte, no se traduzcan en nuevos sufrimientos de violencia para la humanidad.
    Ojalá venga pronto el siguiente por lo entretenido y sabroso que resulta su lectura, más aún, en tiempo de vacaciones.
    Gran y clarificador artículo, José Luis. ¡Felicitaciones!.

    ResponderEliminar
  2. Que gran reflexión.... La tecnología nos lleva a las guerras y sufrimiento en la humanidad.... Y la ironía de todo a los que han perdido la vida por el poder y la ambición... Que tiempos más desolador es nos esperan.... Bien José Luis...

    ResponderEliminar