martes, 13 de mayo de 2014

Ucrania: ¿Quién paga la Cuenta?

Ucrania ha sido el gran fracaso del fin de la Unión Soviética

Tras la Ucrania que amenaza al mundo con una nueva guerra hay un país increíblemente atrasado con un modesto ingreso por persona de US$ 7500(Paridad de Poder de Compra), menor al del Salvador, envuelto además en una grave crisis financiera y económica. La Unión Europea modelo de generosidad, ofreció para ayudarla US$ 500 millones. Explicable que Yanukovich le golpeara la puerta y se arrancara del abrazo miserable de una Europa que parece no tener vigor ni liderazgo. Rusia subió la puntería y ofreció US$15.000 millones en ayudas. Sin duda fue una cifra más razonable que la limosna de Europa. Que Rusia fuera a ser el soporte de Ucrania resultó ser indigerible para Estados Unidos: pateó la mesa, depuso a Yanukovich, se hizo cargo de los asuntos ucranianos y encargó al FMI que evaluara de qué cuantía era la ayuda necesaria. Este anunció un plan de US $17.000 millones a cambio de un tratamiento en el mejor estilo del FMI. Otras estimaciones indican que Ucrania requiere una ayuda internacional de al menos US$ 30.000 millones.

Queda la impresión sin embargo que las cifras anteriores asumen que Ucrania es un país normal solo aquejado por una crisis financiera como las que vemos casi a diario en distintas regiones del planeta. El diagnóstico no asume que Ucrania es un país informe, que no ha logrado constituir sus instituciones en los veintidós años de vida independiente y que ha sido el gran fracaso del fin de la URSS. Aquí no se trata de Irlanda o Portugal. Ni siquiera de Rumania o Bulgaria. Ucrania en realidad es como era Alemania del Este al momento de la reunificación alemana, porque aún no ha hecho las tareas que debió hacer desde que se terminó la URSS. Ucrania tiene que recorrer el largo camino que ha recorrido en casi veinticinco años el Este de Alemania. Con esta perspectiva los US$17.000 millones del FMI poco ayudan.

El costo de la reunificación alemana alcanza en 24 años a 2,8  billones de dólares
(2,8 trillones de acuerdo a la cuenta norteamericana).

Si este monto se ajusta por las diferencias de población, Ucrania requeriría 7 billones de dólares (7 trillones de acuerdo a la cuenta norteamericana). Así las cosas la ayuda del FMI ni siquiera alcanza al medio por ciento de las necesidades probables de Ucrania. El oxígeno que el FMI le pasará a Ucrania solo permite que el enfermo no fallezca en brazos del actual sostenedor, los Estados Unidos.

Este cálculo explica muchas cosas: Rusia no puede ni  soñar con hacerse cargo de Ucrania. Eso consumiría tres años de toda la producción rusa. Pueden entonces respirar aliviados los que creen que Rusia se apoderará de toda Ucrania. Ya con las dos nuevas provincias separatistas (Lugansk y Donestk) y Crimea, Rusia debería responsabilizarse de casi la mitad de los habitantes que tenía Alemania Oriental al momento en que ella se amparó a la sombra de Alemania Occidental y debiera calcular que ello le costará 1,4 billones de dólares, o cerca de US$ 60.000 millones por año, cifra cercana a la del presupuesto de defensa anual de Rusia, más o menos un 2,5% del PGB de Rusia. Son cifras impresionantes pero avaladas por casi veinticinco años de experiencia alemana. No es menor el costo de llevar un país del miserable nivel de la época comunista al nivel de una sociedad exitosa del mundo moderno. Se trata de implantar instituciones, crear hábitos, destruir vicios, promover el espíritu de trabajo, desterrar la herencia de corrupción, desarrollar empresarios, introducir políticas económicas adecuadas, fomentar la innovación, educar para la vida económica, fomentar las PYMES y todas las demás recetas conocidas. Son cambios que no se hacen de la noche a la mañana y que en el caso alemán han tomado ya casi veinticinco años sin lograr aún equiparar a los territorios de Alemania Oriental con los de Alemania Occidental. Como agravante para Ucrania hay que añadir que Alemania Oriental estuvo 44 años en el mundo soviético y Ucrania 71, lo que hace mucho más dura la tarea.

La Unión Europea y Estados Unidos no pueden financiar el desarrollo de Ucrania 

¿Es creíble entonces que Occidente sacará a Ucrania de su postración? La magnitud de las cifras habla por sí sola. Quitando los ucranianos que quedarían apadrinados por Rusia (9 millones), Occidente cargaría con 36 millones de ucranianos, el doble de la Alemania Oriental de 1990.  Si el proceso es parecido al de Alemania Oriental, Occidente debe reservar 5,6 billones de dólares (5,6 trillones según la cuenta  norteamericana) y esto sin considerar que el caso de Alemania Oriental era más simple que el de Ucrania hoy, ya que ella se incorporó a una nación  potente como lo era Alemania Occidental a comienzos de los noventa. No será el caso de Ucrania que no tiene ningún país al cual se pueda arrimar. ¿Europa financiará los 5,6 billones de dólares? Si tuviese esa capacidad la crisis financiera actual de Europa sería hoy un lejano recuerdo. ¿Estados Unidos pondrá los recursos? No se conoce que lo haya hecho en otras ocasiones cuando se necesita un monto que consume un 1,5% de su PGB al año. No es una proposición a la cual el Congreso y la Presidencia de Estados Unidos empeñados en reducir el déficit del gasto público, vayan a considerar ni siquiera un minuto antes de desecharla . La conclusión: Occidente no es serio cuando habla de rescatar a Ucrania. ¿Qué explicación hay entonces para tanto entusiasmo occidental con Ucrania? Pareciera que los rusos están en lo cierto al interpretar el ingreso de Occidente a Ucrania:  un nuevo paso en el cerco que la OTAN desea para Rusia. No se trataría de desarrollar un país de dignos y respetables ciudadanos en medio de un ambiente de prosperidad económica cuyo costo ya se sabe es inabordable, sino de algo mucho más prosaico: convertir a Ucrania en el nuevo teatro de la guerra que bajo tierra ha sostenido Estados Unidos contra Rusia.

¿Cuál es el futuro de la Ucrania Europea?

El interés de Occidente por Ucrania durará hasta que pueda servirse de su territorio para completar el cerco a Rusia. Jamás ha pensado en hacer de Ucrania una nueva Alemania del Este. ¿Aceptará siquiera en el futuro Europa la emigración ucraniana? No parece estar el horno para bollos a juzgar por la emergencia de movimientos nacionalistas en casi todos los países de la Unión Europea y por la polémica que genera el libre tránsito de croatas, búlgaros y rumanos. ¿Por qué habría Ucrania de ser distinta a Turquía que ha esperado hasta el aburrimiento la invitación de la Unión Europea? La evolución de Libia cuya economía ha caído 30% después de la guerra que promovió la OTAN es indicativa del futuro de los países que Occidente "democratiza y moderniza". Y no hay que olvidar que el FMI que hoy se enseñorea de la Ucrania Europea, primero mata y después pide perdón.

¿Y el futuro de la Ucrania Rusa? 

Rusia deberá ser especialmente generosa con la Ucrania secesionista. Lo puede hacer a costa de un gran sacrificio para mantener el desequilibrio entre Rusia y sus estados satélites y Ucrania. Gracias a él la población del este y del sur de Ucrania no ha dudado en la reciente crisis que en Rusia  tiene un futuro mejor que el de su propia patria. Pero está por verse que de aquí en adelante Rusia cultive las virtudes que hacen posible el desarrollo y esté dispuesta a financiar todas las ayudas que sus tres hijas adoptivas ucranianas requerirían.

Nada envidiable ser hoy ciudadano en las tierras de Ucrania.

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