La Madre del Cordero
Una explicación es que muchas líneas aéreas financian una parte importante de su principal activo, la flota, con el llamado
leasing financiero. De esta manera ellas reducen el capital requerido para operar.¿Por qué este esquema? Varias razones.
La primera es que quienes invierten en el negocio aéreo prefieren financiar a compañías de leasing que a compañías
aéreas específicas. De esa manera se independizan de los riesgos propios de una
determinada compañía aérea. Si ésta fracasa la compañía de leasing retoma los
aviones y los contrata con otras compañías aéreas que los puedan requerir. No por
nada es la especialidad de las compañías de leasing colocar y re-colocar aviones.
Una segunda razón: un desequilibrio entre la
capacidad de los fabricantes de producir nuevos aviones y la capacidad
financiera de las compañías aéreas para adquirir estas producciones. Para
colocar los nuevos aviones que salen de las fábricas se necesita que las compañías puedan financiar las compras de nuevos
equipos. Si las líneas aéreas no
tienen recursos financieros suficientes surge la fórmula del leasing
para solucionar el problema. Con los leasing de aviones las compañías aéreas pueden crecer sin
requerir aumentos significativos en su capital. Una fórmula fácil y tentadora para crecer. Basta que detecten una demanda insatisfecha para que obtengan aviones de las compañías de leasing
que los proveen sabiendo que su riesgo está acotado. Ante un
incumplimiento de la compañía aérea ellas pueden hacerse de los aviones para colocarlos con otro cliente. La línea aérea por su parte, se ahorra el arduo sistema de financiar sus aviones con capital propio, ya sea por la vía de
utilidades retenidas o por aumentos de capital.
El Leasing Para Comprar Aviones: Un Arma de Doble Filo
¿Cuál es el problema para las líneas aéreas de usar el leasing
para financiar las adquisiciones de flota? Uno muy básico y peligroso: el
aumento astronómico de la deuda.
No son sanas y sólidas las compañías aéreas que financian mayoritariamente vía leasing su flota. Mientras el viento sopla a
favor todo es miel sobre hojuelas. Pero basta que el viento cambie de dirección para que en un tiempo muy breve ellas caigan en la
insolvencia: un ataque potente de un competidor, una caída en el ingreso de los
viajeros, un exceso de aviones que baja el precio de los pasajes, el cierre de algunas rutas. Son circunstancias que pueden gatillar en corto plazo una
situación de insolvencia. Una de las razones que explica la aparición bajo el Chapter 11 (protección legal de deudores previa a la quiebra) en los últimos quince años de la principales compañías en Estados Unidos: American
Airlines, United, Delta, Northwest, gigantescas pero con una debilidad estructural: financiamiento vía leasing de una parte sustancial de sus flotas y aparejado a ello, un nivel de endeudamiento elevado.
Southwest: La Oveja Negra de las Aerolíneas en Estados Unidos
Southwest: La Oveja Negra de las Aerolíneas en Estados Unidos
Hay un caso raro que no ha sucumbido a la tentación del gigantismo estimulado por los leasing de aviones, y que ha ido construyendo una sólida posición paso a paso. Es la compañía Southwest, sexta en Estados Unidos según el volumen de ventas y primera por el número de pasajeros transportados. El año 2018 cerró con ventas de
US$22.000 millones, 58.000 empleados, 1.375.000 vuelos, 163 millones de pasajeros
transportados, 84% de factor de ocupación de sus vuelos y una utilidad de ¡US$
2465 millones! Un ejemplo
envidiable de permanencia y de buenos resultados por ya más de 40 años. Sus secretos financieros en cifras del 2018: 84% de aviones como flota propia (627 aviones propios y solo 123 en leasing); patrimonio importante de US$ 9075 millones gracias a un monto considerable de
utilidades retenidas; bajo nivel de deuda de largo plazo (U$2800 millones); pasivos corrientes y de largo plazo que sumaron US$5746 millones (descontados los activos circulantes). Estas cifras hay que mirarlas a la luz de las compras que ha hecho Southwest de sus propias acciones las que llegaron a fines del primer trimestre de este año a US$10.886 millones, una manera adicional de repartir dividendos. Por
47 años consecutivos Southwest ha generado utilidades. Ninguna de las turbulencias que han hecho tropezar a las grandes compañías ha podido contra ella.
La Industria Aérea y el Covid-19
Para las compañías de leasing el incumplimiento de una compañía
aérea en particular es “business as usual”. Recuperan sus aviones y los colocan
con otra línea aérea. Todo muy bien si el problema que ocasiona el
incumplimiento afecta solo a “la fallida”. ¿Y si el problema es global como el
que ha causado el Covid-19? ¿Qué se hace con los aviones?
Para las compañías de leasing de aviones un problema global como
el Covid-19 nunca entró en sus cálculos. ¡No tienen a quien colocar los aviones de los clientes fallidos! No sirve la solución habitual de enviar transitoriamente los
aviones a un desierto porque está vez los aviones podrían permanecer en él por varios años. Imposible. Las compañías aéreas que hoy no
pueden cumplir sus compromisos con las compañías de leasing, deben tener
miles de aviones involucrados en los incumplimientos. Que esos miles de aviones
no generen ingresos a las compañías de leasing pone a estas a su vez en
situación de insolvencia. Desaparece el flujo que les permite cumplir con sus
acreedores entre los cuales con toda seguridad, están las fábricas de aviones y de motores.
La cadena de compañías aéreas, compañías de
leasing y fábricas de aviones y de motores, está comprometida ante la
destrucción del mercado de viajes. Si fracasan las líneas aéreas se desploma
todo el andamiaje construido en torno a ellas para proveerlas de flotas de
aviones. Está en el mejor interés de toda la cadena buscar una solución que
comparta entre todos los que la forman, la carga del problema
gigantesco que enfrentan hoy.
Los Gobiernos y la Industria Aérea
El afán de varios gobiernos de cooperar en el rescate de las que estiman son sus líneas aéreas aunque hoy no lo son ( las compañías de bandera o nacionales corresponden a un concepto añejo que la Globalización enterró) es prematuro y alterará la solución lógica y razonable del problema, en desmedro de arcas fiscales requeridas por infinitas necesidades y alimentadas por recursos que se han hecho exiguos.
El afán de varios gobiernos de cooperar en el rescate de las que estiman son sus líneas aéreas aunque hoy no lo son ( las compañías de bandera o nacionales corresponden a un concepto añejo que la Globalización enterró) es prematuro y alterará la solución lógica y razonable del problema, en desmedro de arcas fiscales requeridas por infinitas necesidades y alimentadas por recursos que se han hecho exiguos.
¡Gravísimo error de los Gobiernos! ¿Para qué facilitar la vida de
las compañías de leasing de aviones que al igual que sus clientes a los que han
entregado aviones, han quedado en una situación de “jaque mate” con el
Covid-19? Ellas están obligadas a renegociar los compromisos con las compañías aéreas a menos que quieran suicidarse. Y ello independientemente de la decisión de los gobiernos. Si estos participan en el rescate aliviarán un peso que lo habrían asumido las compañías de leasing y demás acreedores.
Lo lógico es que antes de correr a tirar plata a las que creen son sus líneas aéreas, los Gobiernos las obliguen a renegociar con sus acreedores, prestadores de servicios, personal,
proveedores. Y por supuesto con las compañías de leasing de aviones. Todos
ellos saben mucho mejor que los Gobiernos si vale la pena rescatar a una línea
aérea. Y lo harán si ven que ella tiene futuro.
El Gobierno de Chile haría bien en preguntarle a Delta que es dueño del 20% de LATAM, compañía sudamericana y no chilena, qué acuerdos logró para salir del Chapter 11 y cuánto fue el aporte del Gobierno de Estados Unidos. Tirarse a la piscina a tontas y a locas no habla bien de la administración de los fondos públicos chilenos.
El Gobierno de Chile haría bien en preguntarle a Delta que es dueño del 20% de LATAM, compañía sudamericana y no chilena, qué acuerdos logró para salir del Chapter 11 y cuánto fue el aporte del Gobierno de Estados Unidos. Tirarse a la piscina a tontas y a locas no habla bien de la administración de los fondos públicos chilenos.
👍 Imposible más claro y concreto. Sería un error que nos
ResponderEliminarpuede costar muy caro...
Muy bueno tu artículo y muy claro
ResponderEliminarEl LEON DE LA SELVA...Strikes Again!!!
ResponderEliminarExcellent article!!
Gran explicación señor!!
ResponderEliminarPor el gran dominio del tema, cualquiera pensaría que usted tuvo una aerolínea... :)
Me queda entender por qué, si los medios de transporte nacionales como el metro, Transantiago, ferrocarriles, etc, siempre se han considerado estratégicos para una nación, no consideras que Latam (ex Lan Chile) no deba ser tratada con algo de cariño, puesto que es casi la única línea aérea nacional (o semi nacional) y de alguna forma creo que podría llegar a ser estratégica porque es la que transporta a quizá el 90% de ciudadanos chilenos?
todo un tema, este de las ayudas estatales; qué es el estado? es la nación y ésta la organización de un pueblo con una raza, un idioma, un territorio, costumbres y una cultura común;la organización comprende también su ordenamiento constitucional, los poderes del estado, las fuerzas armadas y las de orden público; se incluye asimismo la contraloría, el banco central, corfo, servicios públicos, etc.; ninguno de esos atributos u organismos publicos estatales pueden llegar a ser objeto de transacciones de mercado sin comprometer indebidamente a la nación toda; sin embargo, el estado interviniendo en el ámbito privado, asume tares en salud,educación y obras públicas, crea bancos u otras empresas públicas, otorga garantías a terceros respecto del cumplimiento de obligaciones ajenas, etc. etc. En esta situación lo sorprende el Coronavirus y es objeto de todo tipo de requerimientos políticos para salir a apoyar a la gente necesitada, esto es a todos los habitantes, personas naturales o jurídicas y comienza una repartija semi legal de dinero, bienes y servicios con la complicidad de todas las autoridades públicas que reparten lo que no es suyo si o que de la nación; ahora se discute como apoyar a las "grandes" (sic) empresas, entre las que aparecen las líneas aéreas. Fin del capítulo primero.
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