viernes, 29 de enero de 2021

Se fue Trump. ¿Y los Deplorables?

Si la situación política en Estados Unidos era complicada hace cuatro años atrás  cuando de manera inesperada irrumpieron los ciudadanos que ungieron a Trump como Presidente, hoy se ha vuelto muy compleja. Un movimiento empoderado con la Presidencia de Trump, ahora el 2021 en el cénit de su popularidad,  no tiene quien lo represente. En el Partido Republicano muchas figuras abandonaron a Trump en los últimos días de su Gobierno y se identificaron con el Establishment, el enemigo por definición de los Deplorables (con este apodo se conoce al movimiento ciudadano). Que "los deplorables" vayan a cruzar a la tienda de los que hoy mandan en el Gobierno parece imposible pues la división es demasiado profunda.  ¿Serviría para ellos un nuevo tercer partido, algo que buscaba el 60% de los ciudadanos hace cuatro años atrás? ¿Sería una válvula de escape adecuada para los Deplorables contrarios a las "élites" y sus políticas, hoy nuevamente en el Gobierno con Biden y los demócratas? 

Trump parece pagar los "platos rotos" del desaguisado de sus partidarios en el Capitolio de Washington. El 2016 tuvo una meteórica ascensión desde ciudadano común a Presidente electo; ahora experimenta una  caída igualmente meteórica: lo abandonaron  congresistas y figuras del Partido Republicano y algunos funcionarios de su gobierno, mientras congresistas demócratas y Medios de Comunicación sus grandes enemigos por cuatro años, se solazan en dispararle desde todos los ángulos con armamento de grueso calibre. 

El duelo de los Deplorables

Aunque Trump es la víctima propiciatoria, las campanas que se oyen en Estados Unidos marcan el duelo por los setenta y cinco millones de ciudadanos que en Noviembre del 2020 votaron por Trump para enfrentar al llamado "Deep State" (el poder detrás del trono en Estados Unidos), a quien culpan de arruinar al país y la vida de muchos de sus ciudadanos. Son setenta y cinco millones que pierden a su Presidente mientras el Deep State  indirectamente controlará ambas ramas del Congreso y la Presidencia. Así será pues hace tiempo que el Partido Demócrata parece una de sus sucursales. Cinco años atrás Hillary Clinton antes de las Primarias en qué fue elegida candidata,  salvó de la quiebra al Partido Demócrata con la condición de usar el financiamiento que ella proveyó, de acuerdo a su personal criterio.  Cuando el 2016 la Presidenta interina del Partido descubrió el salvavida corrupto de Hillary Clinton, renunció inmediatamente no sin antes conversar con el otro candidato Bernie Sanders, a quien le comentó que para él sería una desgracia la familiaridad de Hillary con las élites financieras,  "... her coziness with the financial elites distasteful". ¡Buena trenza la de los demócratas! ¡Y tan demócratas que aparentan ser!

Los Medios de Comunicación 

Desde hace tiempo que casi en su totalidad son una expresión del Deep State que los ha transformado en su canal publicitario. ¿Raro? Dos tercios de los ciudadanos decían en Octubre del 2020 que los Medios son perniciosos para Estados Unidos (Pew Reearch Center).

Transmiten los Medios los mensajes del Deep State con uniformidad más que sospechosa, a lo largo y ancho del planeta. Habla muy mal de la época actual que se los tome en serio. Han sido los reyes de las "fake news": la Primavera Árabe, Libia, el Estado Islámico, el Líbano, Irán, Siria, Rusia, China, Trump, Brexit, Chalecos Amarillos, envenenamientos... "You name it". ¡Mentiras por doquier, infinitas! ¡Todos los días omisiones imperdonables, ocultamientos vergonzosos!  Así se comportan los medios de prensa y los canales de televisión, desde los más "seriecitos" hasta los más "picantes". ¿Cuánto cuestan estas campañas planetarias de fake news? Periodistas, editores, ensayistas, cuentistas, académicos, intelectuales, dueños de Medios... Un listado interminable de todos los que hay que financiar. ¿De dónde salen los recursos? Han de recibir fondos de algún origen inagotable, que opera a escala cósmica. A un simple mortal  se le ocurren muy pocas fuentes que puedan financiar el entierro universal de la verdad. ¡Y que además produzcan platas negras! Queda a la imaginación de los lectores sugerir fuentes de financiamiento ilegal y masivo.  

Es sorprendente la ingenuidad de lectores y espectadores que creen que porque algo lo dice un Medio escrito o un canal de televisión, ha de ser necesariamente cierto. La forma de vida del mundo moderno concentrada en el trabajo, en el weekend, en las vacaciones o en las "distracciones", parece haber anulado toda capacidad reflexiva de las audiencias. Falta solo que el "No Pensar" se constituya en un nuevo Derecho Humano. Los hábitos robóticos del mundo en fase globalista  facilitan enormemente la tarea de los Medios para que el público digiera infinitos gatos del Deep State como si fueran liebres.

Los Deplorables enfrentados a una avalancha que amenaza aplastarlos 

"Que Dios nos pille confesados" debiera repetir la gran masa de "deplorables" en Estados Unidos ante la avalancha de poder que se les viene encima. Purgarán no solo haber ido contra el "establishment" en las elecciones presidenciales del 2016 en la que triunfó inesperadamente su candidato; también el intento de repetir la gracia el 2020. El Deep State  ahora con todo el poder en sus manos, emprenderá la "reeducación" de los "deplorables" para no exponerse a intentos de subvertir su poder como sucedió con el Gobierno de Trump. El establecimiento descarado de la censura en la Redes Sociales es un paso evidente en su afán de hacer de la sociedad norteamericana un modelo de perro faldero atento a las instrucciones de su amo.

¡Qué parecido se está poniendo el mundo de Estados Unidos a los últimos tiempos de la Unión Soviética! Mentiras al por mayor, censura en los Medios, gerontocracia fácil de controlar, presupuestos de defensa descontrolados, negra situación económica, corrupción... 

La Corte Suprema, ¿la piedra de tope?

La Constitución de Estados Unidos le asignó una posición prioritaria en la repartición de poder entre los órganos del Estado. Al margen de la edad de sus componentes, es el Consejo de Ancianos de las antiguas sociedades humanas. Está por sobre el bien y el mal y dictamina sobre lo que le parece y así es un hacedor de leyes fundamentales. Pero también y muy importante, ella debe resolver las contiendas entre los 50 estados que conforman la Unión. 

Se pensó que Trump con sus tres nombramientos de jueces conservadores dejaba una huella indeleble en el futuro de los Estados Unidos. ¿Será así? Un indicio de la independencia de la renovada Corte Suprema fue su negativa a oír las demandas de la candidatura de Trump respecto al posible fraude que habría favorecido a Biden. Consolidó así el triunfo de este último. Lo curioso es que la principal demanda la encabezó ni más ni menos el Estado de Texas contra los cuatro estados que decidieron la elección para Biden. Se hicieron parte en la demanda seis otros Estados mientras  trece pidieron a la Corte que oyera la demanda de Texas. A pesar de ser un problema que afecta gravemente la convivencia entre los Estados y el futuro de la Unión, la Corte rápidamente consideró que Texas no tenía derecho a plantear una demanda de esta naturaleza. Validó así la independencia de los Estados dentro de la Unión incluso si algunos actúan mafiosamente en asuntos que afecten a otros. Una sentencia dudosa por decir lo menos (¿un lavado de manos al estilo de Pilatos de los Ministros de la Corte Suprema?). Difícil que el asunto no tenga consecuencias: Texas es un Estado más que importante en la Unión y encontrará diversas maneras de hacer oír su voz. No será la primera vez que se hable del Texit  

¿Dirá ahora algo la Corte Suprema sobre la censura que han instaurado las redes sociales? 

Pronto se sabrá si los "deplorables" podrán encontrar justicia en la Corte Suprema ante las arremetidas sin tregua que les llegarán del Deep State que busca consolidar su poder.   


El Deep State (llamado también "la elite" o "el 1%") 

Tiene por sí solo un poder gigantesco aunque no domine las ramas de la administración del Estado, tanto que tuvo en jaque a la Administración de Trump desde el primer día de su gobierno.. El Deep State es un consorcio informal de poderosos lobbies que incluye entre otros, a las compañías de Alta Tecnología, a las Altas Finanzas, a buena parte del mundo académico, a los fabricantes de armas y a las compañías petroleras). Utiliza a muchos políticos gracias al financiamiento que les otorga y también a Medios de Comunicación hoy en pocas manos en Estados Unidos (se agrupan en seis grandes consorcios empresariales) que naturalmente viven atentos a los deseos de sus "sostenedores". 

Difícil saber la relación del Deep State  con organismos de Inteligencia de Estados Unidos, particularmente con la CIA y el FBI. ¿Serán ellos amos o servidores? No hay dudas que el Deep State se mueve concertadamente y siguiendo directivas que no llegan al azar como quedó en claro en los cuatro años de gobierno de Trump. Dice mucho que Brennan y Comey dirigentes de esos organismos en la época de Obama, no hayan sido procesados a pesar de sus actos delictuales en contra de Trump. ¿Quién los protege? 

Trump, "el Convidado de Piedra" en las elecciones del 2016.

En las Primarias Republicanas del 2016, Trump derrotó al "establishment" de ese partido y ganó posteriormente la elección presidencial interpretando adecuadamente a una gran masa de electores. Pero eso lo llevó a dejar a muchos dirigentes republicanos resentidos, los mismos que hoy ven al árbol caído y hacen leña de él. Sin Trump en la Presidencia, el Partido Republicano regresará a su viejo estilo elitista, muy distinto al de muchos electores de Trump. que quedan a la intemperie, sin un alero político que los cobije, una rareza de esas que ofrece la política. El Gobierno de Trump  guarecía al fin y al cabo a los "Deplorables".

Era ociosa la molestia de muchos con el estilo de Trump pues él solo fue un medio para la expresión de los "Deplorables", sus partidarios. Las destructoras campañas de imagen encontraron en él un blanco de carne y hueso al cual presentaron de manera antipática ante la opinión pública, buscando a través de la destrucción de Trump, destruir al movimiento popular que lo sustentaba, un movimiento cuyo descontento surge por condiciones muy reales de la sociedad de Estados Unidos

La opinión pública internacional que no sabe de los problemas de Estados Unidos, fue presa de la campaña. Nada de sorprendente entonces que Trump sea visto en el mundo como un personaje odioso. "Hasta las mejores familias"  adoptaron la imagen terriblemente negativa que impulsaron los Medios sobre Trump. Se hizo una moda considerar a Trump como un ejemplar despreciable.

Las Caricaturas que alimentan a los Medios y a las Redes Sociales  

Los Medios pintan la tragedia política de Estados Unidos  como la lucha de Trump contra la Oposición, contra ellos, y  contra todo lo que políticamente es correcto. A Trump lo tildan de vanidoso, arrogante,  payaso, mentiroso, farsante, más que lunático etc. (¿Qué queda para los setenta y cinco millones de ciudadanos que votaron por él en Noviembre del 2020?). Trump no se pierde ninguno de los adjetivos que habitualmente se usan para descalificar a los que  alcanzan las alturas políticas. Amén de ser una mirada muy simplista ella peca de irrealismo (como todas las campañas de destrucción de imágenes habituales de los Medios). Así aparece que Trump surgió de la nada, que controló al Partido Republicano por obra de magia, que triunfó en la elección Presidencial gracias a la intervención rusa (algo manifiestamente falso). Un extraterrestre que destruye a su país al que se muestra como un "modelo" de vida democrática, donde el Congreso es templo de la Libertad olvidando los intereses espurios de muchos de los congresistas y la corrupción de altas autoridades; un faro económico al que todos los humanos quieren emigrar en busca del "sueño americano", una imagen que se construyó muchos años atrás pero que hoy está lejos de ser real; un país que ejerce de policía del mundo enfrentando a cuanto rufián aparece bajo el firmamento y que emprende solo "guerras justas" cuando en este siglo Estados Unidos ha sido el gran promotor de guerras para subvertir el orden político de muchos países en aras de sus propios intereses políticos y económicos como sucede con buena parte de las guerras del Medio Oriente. En las campañas de los Medios Estados Unidos es un moderno sheriff de Hollywood aunque atropelle sin asco los derechos de los que caen bajo su férula; es la nación de la Reserva Federal que por nobles afanes provee al mundo de la moneda necesaria para los intercambios internacionales y para acumular reservas, aunque realmente es un monopolio que le reporta ingentes rentas a Estados Unidos y que sustenta buena parte del bienestar de su población;  es el país que se santifica a sí mismo expresando en su moneda "In God We Trust". En suma, el país que se auto proclama "la Nación Excepcional", un apodo pretencioso por decir lo menos. 

Obviamente esa retórica habla de dos caricaturas: la de Trump y la de Estados Unidos. Pero le sirve a los Medios para allegar apoyo al Establishment (el "Pántano de Washington" como lo llamó Trump) al cual sirven desembozadamente como lo advierte cualquier observador por poco perspicaz que sea.

Buena parte de la opinión pública de Estados Unidos sabe que esa imagen idílica de su país no es cierta y que más parece el discurso de un vendedor de autos usados que oculta todas las fallas de lo que trata de vender. Esa parte de la opinión pública es la otra protagonista del acontecer político norteamericano. Hillary Clinton la bautizó y la llamó "Los Deplorables". Así es que en el ring político de Estados Unidos por un lado está el "Swamp" (pantano), y en el otro "Los Deplorables" a quienes Trump como buen oportunista, representó durante sus cuatro años en la Presidencia. 


     

El descontento de los Deplorables

Muchos de "los Deplorables" han sido víctimas inocentes de la impresionante revolución tecnológica que se ha hecho presente en Estados Unidos en los últimos cuarenta, quizás cincuenta años, y que se ha acelerado desde la aparición del Internet. Una Revolución admirable en muchos sentidos para el progreso del mundo pero funesta en otros, en cuanto ha sido causa de trastornos económicos y sociales mayúsculos en Estados Unidos: cambios dramáticos en la distribución de los ingresos, empleos perdidos o reemplazados por otros más elementales; decadencia de ciudades y regiones, traslados de industrias o empresas a otros lugares del planeta. Estos problemas son el origen de muchas de las cuitas de "los Deplorables". Trump se percató que nadie los representaba y con audacia y habilidad los condujo a su candidatura presidencial. Lo dijo en una oportunidad su jefe de campaña en el 2016, Steve Bannon : "Nos encontramos con un millón de dólares botados en la calle. Solo tuvimos que agacharnos y recogerlos". Trump buen oportunista, se "coló" en las candidaturas republicanas (había sido demócrata) y derrotó en las Primaria a las "vacas sagradas" republicanas  y posteriormente en las elección presidencial, a Hillary Clinton, la candidata demócrata.

Trump no era un "enviado del Cielo", un profeta con capacidad sobrehumana para resolver los problemas de Estados Unidos. Él fue simplemente un oportunista que aprovechó el vacío político que existía en Estados Unidos gracias a que los partidos Demócrata y Republicano solo miraban la cara brillante de la Revolución Tecnológica olvidando a los millones de personas que han sido afectados por ella.  

La Soledad de los Deplorables

Ahora que Trump está de salida nadie representará a un vasto sector de la población de Estados Unidos, una parte sustancial de los que votaron por Trump en esta elección. Las "vacas sagradas" de los republicanos en estas materias son iguales a los demócratas, vinculados al Deep State. Los políticos tradicionales están a años luz de un sector enorme de la población de Estados Unidos a quien nadie en el sistema político representa. Así los acontecimientos políticos recientes de Estados Unidos muestran un vacío político de proporciones. Una gran masa de ciudadanos que habla un idioma distinto al de los políticos de siempre.  Estados Unidos es hoy como un barco que navega con la mitad de su carga suelta y que debe atrincarla en forma urgente para que el barco no corra el riesgo de zozobrar. Obviamente esto es fácil decirlo y difícil de hacer. Es más, el problema ya ha tomado tales dimensiones que es probable a estas alturas que sea insoluble. Y por supuesto no es solución esconder el problema atemorizando a la población o extendiendo la censura a las redes sociales. En su momento la Unión Soviética siguió el camino de la censura y al final se derrumbó estrepitosamente. La opinión pública es una bestia que toma sus propios caminos aunque la autoridad trate de domeñarla. 

Un Tercer Partido

Por él claman los electores, al menos desde el 2015. Pero en un sistema  organizado para el bipartidismo es prácticamente imposible que surja y se consolide un tercer partido. Para los "Deplorables" persistir en el uso del Partido Republicano parece poco práctico considerando  la cantidad de sus dirigentes que en definitiva velan por el Establishment; y montar una organización política sólida a lo largo y ancho de Estados Unidos, tomaría muchos años. Entretanto los problemas políticos allí requieren atención de urgencia. No va entonces por el Tercer Partido la solución del problema.

Dejar al 50 % de los electores sueltos, sin voz institucional es gravísimo y podría terminar en soluciones de fuerza de un lado o del otro. 

Atendida la marcada división regional de la política en Estados Unidos, parece llegada la hora de los Estados y de sus Gobiernos locales. (Texas fue un especialista en juicios contra el Gobierno Federal durante la Presidencia de Obama). A falta de partidos que representen a vastos sectores de la Ciudadanía, los Gobiernos de los Estados deben sacar la cara por sus ciudadanos desamparados ante el poder de Washington.

En el vacío político de hoy en Estados Unidos debe ser tentador para el Deep State "apretar clavijas" para llevar a los ciudadanos a su molino. Pero eso sería no percibir la hondura de los sentimientos de los deplorables y por eso el Deep State podría llevarse un chasco mayor. Debiera recordar el viejo dicho: "Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe". 

¡El abuso de autoridad tiene consecuencias! 


2 comentarios:

  1. Creo que ahora vivimos o nos tienen en una burbuja aislada de la realidad. Entonces, todas nuestras emociones, sensaciones, aspiraciones, sueños, etc., se basan en la que el "sistema" inyecta en la burbuja. Es decir, ahora solo somos algo más que androides cumpliendo una tarea asignada. Pero creemos que tenemos pensamiento propio.

    Votamos u opinamos según lo que persistentemente nos inculcan los medios masivos (y muchos "alternativos"), prensa, cine, TV, redes sociales, publicidad, incluso grafitis, etc., sin ninguna posibilidad de comprobar la veracidad de lo que nos dicen o "informan", medios que son controlados, por supuesto, por las corporaciones financieras trasnacionales. Y, por ello, también, reniego de ésta autodenominada "democracia" y de quienes pretenden impartir lecciones de libertad y democracia a otros...
    Lo que ocurrió en USA, a plena luz del día, es un corolario penoso de lo que ha ocurrido en nuestro país desde hace un tiempo (¿como un ensayo?)con el consenso estricto de todo los medios masivos, incluso de aquellos que "son de todos los chilenos".

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